Encontrándome unas semanas en Estados Unidos, me he detenido a analizar con abogados o expertos de migración por qué el sistema migratorio está colapsando. Uno de los expertos es el Lic. Roberto Sarmiento, residente de Washington D.C., quien piensa que las políticas de la administración de Donald Trump han recrudecido las leyes migratorias, lo que posiblemente ha hecho que los inmigrantes intenten por cualquier forma entrar a Estados Unidos.

Es realmente asombroso ver cómo, después de años de que había declinado el número de migrantes ilegales, ahora se ha incrementado. Es más, ahora hay más de cien mil detenciones por mes, lo que está causando caos. Se espera que en 12 meses llegue a un millón el número de personas indocumentadas. El presidente Donald Trump se encuentra sumamente disgustado por ello. Por ende, las medidas de control están en escalada y los funcionarios estadounidenses han nombrado como “emergencia operativa insostenible” al colapso del sistema migratorio.

Antes, los jóvenes migrantes llegaban a Tijuana esperando en los diques del río para ver el momento oportuno para cruzar la frontera. Ahora, los migrantes indocumentados, desesperados por las nuevas medidas impuestas para evitarles la entrada, ya no cruzan la frontera clandestinamente, sino a plena luz del día, pidiendo asilo. Tienen la creencia de que si llegan con un menor los liberarán rápidamente. Según Sarmiento, esto es una equivocación, porque entrar con un menor no es garantía, Antes deben demostrar fehacientemente que se trata de los genuinos padres, a través de un examen de ADN. Lo que sí es un hecho, recalca Sarmiento, es que si comprueban ser los padres, estarán menos tiempo en un albergue y se les girará una nota para que se dirijan a su corte a resolver su problema lo más pronto posible.

Los tratados internacionales de refugiados les amparan y también las leyes federales de asilo, pero las audiencias se han postergado hasta el 2021, tengan o no un argumento judicial sólido. Sin embargo, hay cambios como el Plan de la Frontera y procedimientos de remoción y deportación de los inmigrantes, que han venido una, dos o tres veces para que ya no exista esa reincidencia.

No obstante, por el incremento de indocumentados, Trump está pensando ya no dejar pasar por la frontera de México ni a los migrantes legales ni a los ilegales. De esta forma salen perjudicadas aquellas personas que han hecho sus trámites y han esperado mucho tiempo para ser aceptadas de forma legal.

El bufete de abogados de Shireen H. Parsi y Luis F. Gómez, Jr. recalca que el estado de la inmigración es una triste realidad ignorada por las administraciones políticas anteriores en favor de causas políticas más atractivas. “Simplemente no hay un camino claro y recto para salir del complejo desorden de la inmigración en los EE. UU”. “Desafortunadamente, tenemos un presidente que maneja el país de la misma manera en que opera una empresa, creyendo que emitir aranceles en México resolverá el problema milagrosamente”. Terminaron diciendo, “alejar a la gente de la frontera y deportar a individuos no es la solución”.

Sin lugar a dudas, el sistema migratorio norteamericano ha colapsado. En las cortes ya se han acumulado más de 800 mil casos de deportaciones y para procesar cada uno se necesitan 700 días promedio. A mi modo de ver, quizás las medidas duras que se han impuesto, en lugar de ayudar han sido contraproducentes. La solución debe venir de otra forma. Para mientras, se vacían nuestros países para intentar el “sueño americano”.