MIRAMUNDO
¿Será esa la lucha contra la corrupción?
Gustavo Alejos, conforme informes de Cicig surgió ya en el gobierno de Berger, fue secretario privado de Colom y a la fecha aún es alero de Sandra Torres. Luego con el Partido Patriota también estuvo cerca del poder para acabar también con vínculos íntimos con Jimmy Morales y el gobierno actual. Es así como si retratamos la ruta, estuvo vigente en un gobierno encabezado por la élite empresarial, como lo fue Berger, luego pasó a gestionar dentro de un régimen que se autobautizó como social demócrata, se trasladó al primer gobierno de la era democrática dirigido por un militar presidido por Otto Pérez, siguió con negocios con quien se decía que no era ni corrupto ni ladrón, y resultó ser picarazo como Jimmy Morales para, a la fecha, el flujo de efectivo sigue con el gobierno de Alejandro Giammattei.
Colom fue oposición de Berger, Otto Pérez fue oposición de Colom, Jimmy Morales salió electo porque lo creyeron distinto a Otto Pérez y Alejandro Giammattei ganó porque en la campaña no se le vinculó con el gobierno anterior, hemos elegido a supuestos opositores.
Se habla de Gustavo Alejos, pero en tiempos de Cerezo se decían otros nombres, con Serrano igual y no digamos con Arzú.
J. I. Cohen es una empresa que está allí bien instalada, y que gracias a los esfuerzos de Gustavo Alejos vendió millones de millones en medicinas al Estado. Y, ¿quién habla de la empresa? ¿Quién habla de las marcas, muchas de ellas de Estados Unidos, que salieron beneficiadas con las ventas anómalas?
' Estados Unidos señaló a Gustavo Alejos y a Felipe Alejos, pero ninguno de ellos tiene proceso en el país con condena.
Alejandro Balsells Conde
J. I. Cohen, si ya no logra los negocios por medio de Gustavo Alejos, quizás busque a otro o quizás ya erradicó esas prácticas, solo el tiempo lo dirá, pero las grandes empresas trasnacionales saben y conocen perfectamente que sus productos se venden por coimas; entonces, ¿por qué no se hace nada?
Felipe Alejos es señalado, es cierto, pero él articuló la alianza de gobierno que tiene a verdaderos personajes en la junta directiva del Congreso y hacen gobierno. Si no es Felipe Alejos habría otro que haría lo mismo. El punto de estas líneas no es defender a Gustavo Alejos o Felipe Alejos, ellos que se defiendan solos, el punto es que es absurdo la algarabía por la decisión de los Estados Unidos y que acá, en estas fronteras, no pase nada.
Tenemos un Congreso que escoge qué decisiones del Tribunal Constitucional cumplir; que eligió a magistrados al Tribunal Supremo Electoral porque les prometieron que no iban a sancionarlos y por eso presentaron un adefesio de reforma electoral, que no elige magistrados a las más altas cortes, y lo peor es que el propio sistema judicial parece haberse adaptado a ello; tenemos un ejecutivo que hace un cogobierno con la UCN y lo vemos como parte del paisaje, pero también tenemos montones de marcas extranjeras que pagan corrupción y que, en buena parte, alimentan el sistema.
Muchas veces marcas trasnacionales son las grandes fuentes de corrupción y solo buscan socios locales para intermediar, de ahí que la solución debe venir de nosotros, los guatemaltecos, que, al parecer, vemos la realidad nacional como espectadores. Luego de la sanción a dos guatemaltecos deberíamos también evidenciar las marcas y productos que fueron vendidos por medio de prácticas cuestionadas, hacer públicas las marcas que J. I. Cohen vendió gracias a prácticas que se estiman corruptas. Esto es un derecho y esto debería la Cancillería comentar a los Estados Unidos.