NOTA BENE

Sociedad Mont Pèlerin

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A principios de abril de 1947, 39 intelectuales, periodistas y empresarios, provenientes de 10 países, se reunieron en el Hotel du Parc, sobre el monte Pèlerin, en Vaud, Suiza. Con cierta premura, Friedrich A. Hayek los convocó para proponerles integrar una agrupación mundial dispuesta a librar la “batalla de las ideas” a favor de la libertad, según consta en Una breve historia de la Sociedad Mont Pèlerin (MPS), de Eamonn Butler y Max Hartwell.

Hayek pretendía elaborar una sólida propuesta política y económica para salvaguardar la libertad y el estado de Derecho. Le preocupaban las consecuencias negativas que acarrearía la popular propuesta intervencionista de John Maynard Keynes. Y, peor aún, aunque la II Guerra Mundial frenó la amenaza nacionalsocialista de Hitler, ahora el marxismo-leninismo parecía extenderse por Europa y Asia.

En 1945, Hayek había publicado El Camino a la Servidumbre. El texto logró amplia difusión en formatos abreviados, incluyendo una versión que salió en la revista Reader’s Digest. Públicos diversos escucharon la advertencia de Hayek: no debían confiar en la planificación central, ni en políticas keynesianas, sino debían apostar por los mercados libres para elevar el nivel de vida de las personas. Más o menos simultáneamente, su amigo Wilhelm Röpke, economista alemán, había señalado la inmoralidad del colectivismo en sus escritos.

' Un espacio para debatir y crecer intelectualmente.

Carroll Rios de Rodríguez

Los asistentes a esta primera reunión acordaron que la nueva sociedad no jugaría a la política, sino realizaría un trabajo eminentemente intelectual. El economista inglés Lionel Robbins fue el encargado de pulir la redacción de una declaración de principios con la que todos estuvieron de acuerdo. El diseño de la Sociedad Mont Pèlerin es único. No tiene oficinas fijas ni una dotación de fondos. Los miembros sirven ad honorem en la directiva. Organizan reuniones regionales y mundiales, con ayuda de amigos en la localidad. Bien subraya Hartwell que la sociedad existe “principalmente en las mentes y los afectos de sus miembros”.

Mientras tanto, en Guatemala, un puñado de empresarios liderados por el Dr. Manuel Ayau (Muso) había creado el Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES) en 1958. Se pusieron en contacto con Leonard Read, de la Fundación para la Educación Económica, y con los fundadores de la MPS. Muso luego afirmó que, de no ser por la participación que él y sus amigos tuvieron en la MPS, quizás no hubieran dado el paso de fundar la Universidad Francisco Marroquín en 1971. En las sesiones de la MPS, Muso, Ulysses Dent, Félix Montes, Hilary Arathoon y Roberto Ríos escucharon ponencias que los convencieron de que, a nivel mundial, se estaba produciendo una crisis intelectual en la educación superior. Esta requería una respuesta innovadora, centrada en el ideario clásico liberal.

El Dr. Manuel Ayau (Muso) fue elegido presidente de la MPS durante la histórica sesión general de 1978, celebrada por primera vez fuera de Europa y Estados Unidos: en Hong Kong. Cuando entregó la presidencia a un japonés, en 1980, Muso hizo historia dentro de la sociedad. ¡Cantó su despedida, en vez de dictar un árido discurso! Le cambió la letra a una melodía de Al Jolson y tituló su versión ¿Es cierto lo que dicen sobre la planificación?; aprovechó la ocasión para señalar los errores del keynesianismo.

Dos reuniones regionales, una en 1973 y una en 1990, y una sesión general, en el 2006, se llevaron a cabo en Guatemala, a mucha honra para nuestro país. Nuevamente, cientos de personas viajaron a Guatemala, provenientes de todo el mundo, para asistir esta semana a la sesión especial de la MPS, Emergiendo de la crisis: avanzando el futuro de la sociedad libre.

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