PLUMA INVITADA

Una ruta para el desarrollo sostenible

Stefanie Hartleben

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Las agendas nos sirven de guía, son una herramienta que utilizamos para no olvidar, para llevar a cabo un programa de acción y lograr nuestros objetivos. Por eso, cuando se quieren alcanzar metas claras se establece una ruta a seguir con indicadores que nos permitan saber cuánto avanzamos y qué debemos mejorar.

' Las empresas asumen la responsabilidad compartida para alcanzar un futuro mejor.

Stefanie Hartleben

Con esta visión, el 25 de septiembre de 2015, en la Asamblea General de Naciones Unidas, 193 países aprobaron un documento que marca los retos de la humanidad para los próximos 15 años: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Su elaboración fue el resultado de consultas y consensos entre gobiernos, sociedad civil, sector privado y la academia para fijar las metas y metodologías necesarias para conseguir un desarrollo sostenible mundial basado en tres pilares fundamentales: el económico, el social y el medioambiental.

En ese marco, la Agenda 2030, que incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas, señala una ruta integral en temas prioritarios como la erradicación de la pobreza, el crecimiento económico inclusivo, el trabajo decente para todas y todos, el cambio climático y cómo enfrentar sus impactos; la construcción de ciudades y comunidades sostenibles y resilientes, y la igualdad de género, entre los más importantes.

Para dar cumplimiento a los ODS se trabaja desde el Pacto Global de Naciones Unidas la iniciativa de sostenibilidad más grande del mundo que reúne a empresas, sociedad civil y universidades. El Pacto Global contribuye con la generación de alianzas para el cumplimiento de estas metas. A nivel local se trabaja desde la Red Guatemala de Pacto Global, un espacio de intercambio, diálogo y acuerdos para alcanzar el desarrollo sostenible.

La crisis sanitaria, económica y social que estamos enfrentando con la llegada de la pandemia de covid-19 profundizó los desafíos que tenemos como país y como sociedad. Esta emergencia, que impacta todos los ámbitos de la vida —a nivel personal, familiar y colectivo— ahondó las problemáticas que ya enfrentábamos y las exacerbó. Hoy más que nunca los Objetivos de Desarrollo Sostenible se convierten en la hoja de ruta que deberíamos seguir para superar estas crisis.

El desarrollo sostenible se ha convertido en un tema estratégico para el sector empresarial y la Agenda 2030, en uno de los principales marcos de referencia para guiarlo en ese camino. Las empresas juegan un papel fundamental para la construcción de un mundo más justo, próspero, igualitario y sostenible. Solo podemos avanzar hacia este desarrollo si somos conscientes de los desafíos que el cambio climático, la pobreza y la desigualdad suponen para nuestras sociedades y si estamos dispuestos a trabajar conjuntamente para superarlas.

Esta visión, que es compartida por las empresas que forman parte de la Red Guatemala de Pacto Global, promueve la inclusión de los principios que inspiran los ODS. Su incorporación a las estrategias, planes y procedimientos empresariales lleva, por ejemplo, a fomentar la transparencia, promover la sostenibilidad ambiental e impulsar el bienestar y la salud de sus empleados. A través de estas prácticas las empresas y otros actores asumen la responsabilidad compartida para alcanzar un futuro mejor.

Lograrlo o no depende, en gran medida, de que asumamos que es un desafío que no involucra solamente a la comunidad internacional o a los gobiernos. Estos grandes retos solo podrán ser cumplidos si nos comprometemos todos los actores desde nuestros espacios y visión. No sobra nadie, todas y todos sumamos para que este esfuerzo global, y por ello tan importante, se haga realidad.

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