Pluma invitada

Una sociedad incluyente es mucho más que solo palabras

La inclusión no se logra con palabras, se logra únicamente a través de acciones apoyadas por todos.

La verdadera fuerza de toda sociedad es la diversidad de todos sus miembros quienes, al integrarse, hacen que cada uno aporte su propia cultura, personalidad y conocimientos en beneficio de todos. La sociedad entonces se define y tiene vitalidad. Sin embargo, Guatemala ha sido una sociedad no incluyente. Nos cuesta reconocerlo, pero hemos tenido rasgos racistas en donde se discrimina a las personas en base a su género, raza, religión, discapacidad, edad y preferencia sexual. La base fundamental de la inclusión es el respeto mutuo, un valor que todos debemos profesar siempre. Se inicia en casa siendo ejemplo para nuestros hijos y se complementa con una educación de calidad, tanto humana, como técnica y de conocimientos.

Las personas de la tercera edad son la riqueza de toda sociedad.

La riqueza y diversidad étnica debería ser una fortaleza para la sociedad guatemalteca, pero lamentablemente sólo provoca desigualdades sociales. La discriminación racial le niega oportunidades a un sector y perpetúa los ciclos de pobreza y de exclusión. El respeto a las etnias es esencial para construir una sociedad sólida. De igual manera, la religión a veces es motivo de división. Es necesario respetar las creencias de cada quién y fomentar el dialogo para superar tensiones y llegar a entendimientos. La discriminación por genero siempre ha existido y Guatemala no es la excepción. Hemos mejorado, pero aún persiste y afecta la participación de mujeres en las actividades laborales y políticas. El respeto a la igualdad de género implica cambiar antiguas actitudes y erróneas percepciones. Además, debemos seguir abordando los temas de desigualdades tales como la brecha salarial y las oportunidades educativas para las mujeres. Las personas discapacitadas enfrentan desafíos similares al ser marginadas a través de barreras físicas y sociales. Es necesario crear entornos donde se les facilite el acceso y apreciemos sus contribuciones. El respeto a la diversidad funcional es esencial en toda sociedad que realmente es inclusiva. Las personas de la tercera edad son la riqueza de toda sociedad. Su experiencia de vida y capacidad de análisis los transforma en verdaderos tesoros viviente. Sin embargo, casi siempre son discriminados para el trabajo. Por último, es necesario respetar la preferencia sexual de todos, evitando conflictos inútiles mediante la tolerancia.

Toda sociedad que se considere realmente incluyente se basa en dos pilares fundamentales. El primero es el respeto mutuo que implica reconocer y valorar la diversidad, mostrar empatía, aceptación y promover la igualdad de oportunidades. El segundo pilar fundamental es la educación. Los programas educativos deben fomentar la conciencia cultural, la tolerancia, el diálogo y la aceptación desde una temprana edad fortaleciendo los valores aprendidos en casa. Los niños que crecen en un ambiente que apoya la inclusión tienen una mayor oportunidad de convertirse en adultos que luchan por la justicia y la igualdad.

La inclusión no se logra con palabras, se logra únicamente a través de acciones apoyadas por todos. El gobierno debe promulgar leyes que eviten la discriminación y la sociedad debe trabajar para derribar cualquier barrera que se presente. Es tarea de todos, todos los días y todos debemos colaborar para lograr la inclusión.

Luchar en contra de la discriminación es fomentar la igualdad de oportunidades y promover la inclusión. Son pasos fundamentales para asegurar el adecuado crecimiento social de Guatemala y sólo se logra con una legislación adecuada, con el respeto mutuo, con la buena actitud de todos y con educación. La construcción de una sociedad realmente incluyente debe ser un compromiso de todos y se inicia educando a nuestros niños. Si lo hacemos así, las palabras sobran.

ESCRITO POR:

Carlos R. Paredes

Consultor en desarrollo institucional y empresarial. Máster en Economía Aplicada y Administración de Negocios. Ingeniero Mecánico Industrial. Exdirector ejecutivo del Campus Sur UVG. Exdecano de la Facultad de Ingeniería UVG. Catedrático universitario.