POR LA LIBERTAD
¿Y la austeridad?
La semana pasada se aprobó por parte del Congreso de la República, de urgencia nacional, el Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2021. Es un presupuesto desfinanciado totalmente y nos lleva el endeudamiento a niveles insostenibles.
' ¿Cuál es la justificación de destruir cualquier propiedad? Quemar el Congreso o dañar propiedad ajena no es inteligente ni soluciona nada”.
Ramón Parellada Cuadrado
Esto provocó indignación en la población. Y las voces de protesta no se hicieron esperar. Personas de toda ideología decidieron demostrar su rechazo en redes sociales y otros asistiendo a una protesta pacífica frente al Palacio. Esta no fue una protesta de la izquierda o la derecha, fue un repudio de todos los que han tenido un año muy duro, difícil, con reducción de ingreso, con pérdida de empleos, con quiebra de sus negocios, debido a las erróneas y exageradas restricciones de derechos y libertades que el Gobierno impuso con la justificación de la pandemia. Gente hastiada de tanta corrupción durante tantos años. La corrupción nos preocupa a todos, no es razón para sacar ahora la polémica entre izquierda y derecha. Y la gente se indigna porque no ve la misma actitud en el Gobierno. ¿Dónde está la austeridad de parte de nuestros gobernantes? Al contrario, en vez de austeridad, salen a la luz casos de posible corrupción que no se han aclarado aún, como los Q135 millones de Caminos. Aún no hay una buena explicación sobre ese asunto. Y un desafortunado video que se filtró del ministro de Finanzas decía que “le pela” el dinero de cierto programa por la pandemia, que se debe gastar todo. No creo que a quienes pagamos impuestos nos “pele” cada centavo que dejamos de tener para gastarlo o ahorrarlo nosotros mismos.
Pero algo pasó en esta ocasión y hubo vandalismo provocado quién sabe por qué grupo. Eso se está investigando. En varios mensajes que circularon en su momento, algunas personas incitaban a quemar el Congreso. Rechazo rotundamente el vandalismo. Y creo que el Gobierno falló terriblemente en no proteger bien al mismo. Tan así falló que hasta se sospecha que hubo complicidad. También rechazo la represión que el mismo gobierno ejerció contra el grupo de manifestantes pacíficos en la Plaza.
¿Cuál es la justificación de destruir cualquier propiedad? Quemar el Congreso o dañar propiedad ajena no es inteligente ni soluciona nada. Eso empeora la situación, pues ahora necesitaremos gastar dinero que podría usarse para cosas verdaderamente urgentes —como la Justicia— en reparar algo que ya teníamos. Perdemos todos.
Los presupuestos deben ser balanceados. Se está jugando con fuego. Ya la deuda de Guatemala está peligrosamente alta. ¿Por qué? Porque el flujo de caja no es suficiente para pagarla adecuadamente. La deuda sobre los ingresos tributarios ya llegó arriba del 314%. Esta cifra es superior a la que los organismos financieros internacionales consideran como techo (250%). Lo que ocurre es que cada año un mayor porcentaje del presupuesto se destinará a pagar intereses y capital de la deuda que estamos haciendo crecer irrazonable e irresponsablemente. Ya las calificadoras de riesgo país de Guatemala nos están advirtiendo de que nos van a degradar. Eso no es bueno para atraer inversiones extranjeras ni para las locales tampoco.
No hace falta que el Gobierno invierta en infraestructura. Que los diputados hagan bien su trabajo y modifiquen ciertas leyes para que los inversionistas privados tengan mayor certeza ante la ley de que sus inversiones en infraestructura puedan hacerse sin que se utilicen impuestos. Lamentablemente, la mayoría de los diputados son estatistas y prefieren expoliar a los guatemaltecos para que las obras sean estatales. También porque favorecen a sus votantes con asignación de obras y fondos para pagar la deuda política escondida.