PLUMA INVITADA

¡Y todavía dicen que no hubo fraude!

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¡Guatemala está en crisis! Se trata de una crisis política, jurídica y social propiciada por los acontecimientos inesperados de todo el proceso de Elecciones 2023. Se ha visto de todo: desde candidatos a quienes se les niega su inscripción, a candidatos inscritos que ven su candidatura y su partido cancelados, hasta un nuevo intento de cancelar el partido que ocupa la segunda casilla de la preferencia de la población. Un exceso de judicialización del proceso electoral.

' La situación es difícil y confusa. La crisis puede desencadenar en una manifestación pública de repudio.

Carlos R. Paredes

De todos es conocido que el partido de gobierno no logró colarse a la segunda vuelta electoral a pesar de la manipulación de los resultados al ingresar manualmente las actas de las elecciones. El recuento realizado confirmó los resultados iniciales. Sin embargo, al gobierno le interesa asegurar a un acuerdo con los candidatos que participen en la segunda vuelta para mantener la impunidad. Por ello han venido construyendo su defensa al cooptar los 3 poderes del Estado, logrando manipular las leyes a su antojo. Ahora buscan proteger a todos aquellos funcionarios se han beneficiado abiertamente de la corrupción y temen, con razón, que Semilla los persiga.

La gran sorpresa de las elecciones pasadas fue que Semilla lograra el segundo lugar de la elección presidencial. Su candidato Bernardo Arévalo logra captar el voto joven. Es un voto que pesa mucho ya que el 50% de la población empadronada es menor de 40 años. Adicionalmente, al representar un cambio respecto al continuismo de la UNE, muchos de los jóvenes que votaron nulo en la primera vuelta votarían por Semilla en la segunda. Se espera que la victoria de Arévalo en la segunda vuelta sea avasalladora. De ahí se percibe que la reciente acción del gobierno sea realmente un acto desesperado para salvar su propio pellejo. Buscan por todos los medios lograr descalifica a Semilla para que el candidato oficial, Manuel Conde, sea quién dispute la segunda vuelta.

El dilema al cual nos enfrentamos es: Por un lado, está la formación de Semilla que puede haber sido fraudulenta. ¿Sería ético dejar que un partido constituido así participe en las elecciones? Por el otro lado, la población se ha expresado a través del voto y ha elegido a Semilla para participar en la segunda vuelta. ¿Sería ético no respetar la decisión popular por un asunto que no es nuevo y que resulta porque el Registro de Ciudadanos y el TSE no cumplieron a cabalidad con sus obligaciones de investigar a fondo?

Después de todo esto, a todos nos parece obvio que el gobierno intenta al menos busca mantener la impunidad y también mantener el control del Estado. ¡Si eso no es fraude, no sé qué es! Somos testigos de un intento burdo de manipulación de las elecciones por parte un MP al servicio del gobierno. No es solo el resultado de las elecciones lo que está en juego, sino todo el sistema democrático de Guatemala que ha sido pisoteado por los políticos corruptos desde hace ya varias administraciones. Estos se han asegurado de que la política ya no sea la conducción de un país sino un negocio personal que ahora lo han vuelto familiar.

La situación es difícil y confusa. La crisis puede desencadenar en una manifestación pública de repudio en contra de las medidas que el gobierno está tomando. Ojalá fuese una manifestación pacífica, incluso similar a las “bicicletas de Ydígoras Fuentes”. Lamentablemente, como los ánimos están muy caldeados, todo puede terminar en bochinches que obligarían al ejército a intervenir. La pregunta es entonces… ¿De qué lado está el Ejército?

ESCRITO POR:

Carlos R. Paredes

Consultor en desarrollo institucional y empresarial. Máster en Economía Aplicada y Administración de Negocios. Ingeniero Mecánico Industrial. Exdirector ejecutivo del Campus Sur UVG. Exdecano de la Facultad de Ingeniería UVG. Catedrático universitario.