En los próximos treinta días, el Congreso de la República deberá aprobar, modificar o rechazar el Proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para el Ejercicio Fiscal 2019, presentado por el Ejecutivo. Previo a este momento, la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda tendrá que publicar un dictamen del proyecto, ojalá tomando en cuenta recomendaciones que diversos sectores le han hecho llegar con el fin de que la propuesta a votar sea más técnica y legítima que la versión del Ejecutivo.

Entre las recomendaciones rescato cinco. Primero, ajustar las proyecciones de ingresos, en especial la de tributarios (Q65.2 millardos), a una proyección de cierre realista para 2018 y al escenario macroeconómico más reciente. De acuerdo con las estimaciones del Icefi los ingresos tributarios en 2019 podrían ser como máximo de Q64.0 millardos (10.0% del PIB). Este cambio incluye dar seguimiento al Plan de Recaudación, Control y Fiscalización para 2019 que elabore la Superintendencia de Administración Tributaria.

Segundo, se deben suprimir los incrementos injustificados en el presupuesto del Ministerio de la Defensa Nacional. Hay cerca de Q380 millones adicionales al presupuesto vigente en 2018 destinados a Equipo Militar y de Seguridad, entre otros rubros opacos y sin argumentos válidos.

Tercero, se debe corregir el presupuesto del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), con el fin de suprimir los incrementos y asignaciones abultadas para las actividades identificadas como Servicios de Apoyo, que suman más de Q840 millones, partida que en la historia presupuestaria suele ser utilizada como un camino fácil para la corrupción. Por otro lado, se debería dejar con el mismo presupuesto vigente o aumentar los recursos destinados para los programas de prevención de la mortalidad de la niñez y la desnutrición crónica; de prevención de la mortalidad materna y neonatal; el programa para la prevención y control de infecciones de transmisión sexual (ITS) y del VIH/Sida; y el de prevención y control de las enfermedades vectoriales y zoonóticas. Estos programas sufrieron recortes en el proyecto de presupuesto elaborado por el Ejecutivo.

Cuarto, también se debe corregir el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social, ya que presenta las mismas anomalías que el del MSPAS: un bolsón de Q100 millones en el turbio rubro de Servicios de Apoyo a los Programas Sociales.

Quinto, incluir en el decreto de aprobación un artículo en el que el Congreso demande al Ejecutivo la elaboración de una metodología para el cálculo contable de la inversión pública en niñez y adolescencia. Siempre en el ámbito de la niñez y adolescencia, será vital revertir la disminución de metas observadas en el proyecto y que afectan resultados en la dotación de alimentación complementaria para niños de 6 a 24 meses, dejando de atender a cerca de 60.5 mil niños; el monitoreo de crecimiento a la niñez menor de 5 años, que dejaría fuera a aproximadamente 479.2 mil niños; así como los menores resultados esperados en cobertura educativa y dotación de textos escolares, un fenómeno contrario al esperado ante el incremento presupuestario al Ministerio de Educación de Q2.6 millardos.

Es importante aprobar el presupuesto para 2019, pero se debe aprobar un presupuesto que sea útil para el desarrollo y no para la corrupción. El dictamen de la Comisión de Finanzas y Moneda nos permitirá saber cómo quedará el presupuesto para 2019 y si hay todavía alguna posibilidad de aprobarlo cerrando los caminos al abuso de lo público en tiempo electoral.

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