CON OTRA MIRADA
Día del Arquitecto
La Arquitectura y el Urbanismo han estado presentes en nuestro territorio como manifestación física de culturas tan antiguas como las asentadas en la Costa Sur y tierras bajas de Petén siglos antes de la llegada de los españoles. Del período colonial datan todas las ciudades y pueblos con la fisonomía con que los conocemos, cuya estructura urbana permitió se desarrollaran otros períodos culturales, desde el republicano hasta el día de hoy, cuando todas las poblaciones han colapsado ante la falta de planificación y crecimiento desordenado.
Cada época contó con profesionales especializados que produjeron las maravillas que aún podemos apreciar, sin duda como resultado de dirigentes visionarios y administradores honestos. Aquellos profesionales fueron personas con conocimientos adquiridos en la práctica de su trabajo y por información recabada con acuciosidad, transmitidos de una generación a otra. Los estudios universitarios llegaron mucho después.
Localmente no fue sino hasta el 7 de junio de 1958 cuando el Consejo Superior de la Universidad de San Carlos de Guatemala autorizó la creación de la primera Facultad de Arquitectura en Centroamérica, luego de años de trámite y gestión de los entonces jóvenes arquitectos graduados en México y EE. UU., Roberto Aycinena, Carlos Haeussler y Jorge Montes, sus fundadores. El 5 de septiembre, el Consejo Superior Universitario nombró como primer decano a Roberto Aycinena, quien se desempeñaba como representante del Colegio de Ingenieros y Arquitectos. De esa cuenta, el 5 de septiembre de cada año, el gremio festeja su día.
Hasta 1972, la Facultad de Arquitectura de la Usac fue la única, le siguió la Universidad Rafael Landívar; hoy ya son cinco. Este año sus autoridades festejaron con una serie de actividades académicas y culturales que incluyeron un conversatorio dentro del marco del taller Explosión Creativa, con la muestra del trabajo producido, al que fuimos invitados viejos profesores, colaboradores y exalumnos. En su orden, asistimos Pelayo Llarena Murúa, Luis Díaz Aldana, Roberto Calderón Velásquez y el suscrito, siendo agasajados con la presencia de infinidad de alumnos, autoridades e invitados. Particular relevancia tuvo la develación de la placa conmemorativa a la designación del patio central con el nombre del arquitecto Carlos Haeussler Uribio, fundador de esa facultad, fallecido recientemente, ceremonia atendida con emoción por su hija, nuera y nieto.
El encuentro permitió intercambiar saludos y comentarios con colegas y amigos, lo que siempre es agradable. Entre las exquisiteces preparadas estuvo el concierto de violín y violoncelo de las gemelas, estudiantes de Arquitectura, Frida y Eunice Aguilar Matheu. Fue muy estimulante el contacto con jóvenes dinámicos, entusiastas y creativos, imbuidos en la dinámica de los estudios y el permanente asombro por los descubrimientos cotidianos en una casa de estudios en la que su nueva administración lo permite y provoca. Estoy seguro de que del encuentro los más beneficiados fuimos los invitados, privilegio que agradezco.
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