EDITORIAL

Empoderamiento cívico contra la desinformación

Es un hecho que buena parte de las campañas electorales se han trasladado al entorno digital, con su potencial de difusión, riesgos y ritmo vertiginoso. En este maremágnum de datos, las opiniones, señalamientos y contraataques son frecuentes, sobre todo en campañas electorales como la actual, así como la manipulación de versiones, infundios, reporte de logros inexistentes o inexactos, notas interesadas en impulsar a algún candidato pero disfrazadas como infoanuncios o piezas de supuestos medios informativos. Esto último, por ejemplo, ocurrió en la campaña pasada con el partido oficialista y fueron sus propios estrategas quienes, en un alarde de vanidad, lo admitieron en un evento efectuado en otro país.

De los errores hay que aprender y también de los engaños y los trucos manidos. Para lograrlo es necesario que el ciudadano reconozca su vulnerabilidad y asuma la decisión de actuar de forma proactiva frente al alud de propaganda en todas direcciones, de todos los colores y de argumentos variopintos, lo cual puede convertir en predicamento la decisión ante las urnas presidenciales, legislativas y ediles.

Admitir tal situación no es debilidad, no disminuye la dignidad cívica de los electores ni pone jamás en duda su inteligencia. Tampoco significa asumir un escepticismo dogmático cerrado a la búsqueda de soluciones y propuestas viables. Por el contrario, estar abiertos al análisis crítico y al cotejo de informaciones constituye una especie de nueva alfabetización, una toma de conciencia ante el entorno digital. Ello, a su vez, se fundamenta en la inherente capacidad lógica, el desapego de las emociones y la búsqueda del bien común, que debería ser el objetivo de cualquier funcionario electo al cargo que fuere.

Las avidez de enriquecimiento ilícito y la intolerancia a la libertad de expresión, petición o acción; los nexos comprometedores y los ofrecimientos irrealizables son algunos recursos que numerosos aspirantes a cargos intentan ocultar, disimular o justificar con pretextos falaces. Es ahí donde entra la capacitación ciudadana para juzgar a fondo, evaluar de manera integral y comparar datos, siempre en busca de conclusiones fundadas.

En Prensa Libre estamos comprometidos con la democracia y el estado de Derecho como condición necesaria para impulsar el desarrollo humano, fomentar la competitividad, la certeza jurídica y auditar la eficiencia gubernamental. Rechazamos los extremismos, despotismos y abusos de poder que tanto daño hacen, en especial a través de actos de corrupción y conflictos de interés que lesionan el erario y lastran el futuro de las nuevas generaciones. Es imprescindible que la ciudadanía decida con una opinión independiente y formada. Nuestro compromiso diario es el de ofrecer información equidistante, verificada y documentada. En el período electoral esta convicción se refrenda con el afán de fortalecer la soberanía ciudadana.

Con ese ideal fundacional de servicio, Prensa Libre y Guatevisión ofrecen desde ya, de manera gratuita, un curso contra la desinformación titulado “Aprenda a verificar la información digital”, con el valioso apoyo de la iniciativa Media Wise, de la compañía Meta, y el prestigioso instituto periodístico global Poynter. La capacitación consta de 10 videos breves con sanas prácticas para evaluar información electoral, los cuales son enviados WhatsApp de quien se suscriba. La decisión de aprender a combatir los bulos y distorsiones, y más en aquellos difundidos por netcenters venales, está al alcance de la mano. Usted decide.

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