EDITORIAL

La ciudadanía merece sana discusión política

Cuando un o una presidenciable proclama, promociona o presume que “ganó” un foro electoral, tan solo exhibe una visión cortoplacista que denota desconocimiento y evoca egolatría. A veces tales mensajes son acicateados por su rosca de allegados, que desconoce o ignora la primordial finalidad de este tipo de actividades informativas: presentar las propuestas diferenciadoras de su plan de gobierno respaldadas con datos o evidencias cuantificables de factibilidad. Simple.

A raíz de conceptos propagandísticos inducidos por enfoques mercadológicos y no tanto políticos, mucho menos filosóficos o éticos, se intenta convertir ciertos foros en mitin, en reyerta, en exhibición histriónica y hasta en sainete, ya sea por falta de reglas claras, de conductores avezados o por deslices logísticos en el manejo, formulación o distribución de los temas en exposición. Guatemala sigue siendo un país con muchos rezagos y necesidades gracias a la misma politiquería y sus recetas clientelistas, demagógicas y polarizantes.

En la veintena de campañas de binomios presidenciales son recurrentes las propuestas de optimización de servicios de salud en calidad y cobertura, de mejora educativa en todos los niveles, de combate de la desnutrición infantil crónica y aguda, así como la generación de oportunidades de empleo o emprendimiento, de las cuales no puede separarse la transformación de infraestructura vial y el impulso de la productividad, la atracción de inversiones bajo un marco de estabilidad jurídica y macroeconómica. Todos apuntan a lo mismo, bajo supuestos de lucha anticorrupción, modernización del Estado y la provisión de seguridad ciudadana. ¿Entonces por qué no llegar a acuerdos?

Si tales temas son básicos y aparecen casi en las propuestas de gobierno, resulta estéril que figuras presidencialistas se enfrasquen en polémicas por aspectos de método, en lugar de concentrarse en los acuerdos de fondo que permitan y obliguen a emprender una agenda nacional de consenso, se elija a quien se elija. Las prioridades del desarrollo guatemalteco, diagnosticadas hasta el cansancio por centros de investigación locales e internacionales, constituyen ya lugar común. Si a ello se suman las carreras de los aspirantes, no debería existir mayor dificultad para abordarlas en una discusión en vivo.

El programa de contribución cívica de la Asociación de Gerentes de Guatemala impulsa, en cada proceso eleccionario, foros y debates con candidatos a la Presidencia, como un aporte informativo a los electores, sin preferencia partidista ni sesgo. Sin duda alguna, el debate de la AGG constituye un evento serio y de referencia, por lo cual sería transmitido por Prensa Libre y Guatevisión. Lamentablemente, el evento previsto para hoy debió ser cancelado a causa “de la ambigüedad y la falta de certeza de participación mostrada por algunos candidatos que provocaron que no existan condiciones para que este ejercicio sea considerado democrático”, según el comunicado difundido el sábado último.

A lo largo de la campaña, Prensa Libre y Guatevisión han presentado a toda la ciudadanía guatemalteca un gran foro abierto con entrevistas extensas a todos los candidatos presidenciales a través de su espacio Decisión Libre. Los programas pueden verse aun por redes sociales y también los análisis de perfiles efectuados con la colaboración de expertos, analistas, reporteros y editores. Nuestra misión es con Guatemala y nuestro compromiso, con los ciudadanos guatemaltecos.

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