Con 58% de votos a favor —más de 2.4 millones—, Bernardo Arévalo, candidato del Movimiento Semilla, será presidente de la República a partir del próximo 14 de enero, según los resultados preliminares de la segunda vuelta electoral. La participación ciudadana fue del 45%. Los votos nulos y en blanco representaron menos del 5%, una porción notoriamente menor a la registrada el 25 de junio.

El triunfo de Arévalo constituye una respuesta clara del electorado a sus propuestas de transformación de la administración pública y combate frontal a la corrupción. Su mayor fortaleza constituye a la vez su mayor desafío, puesto que se trata de ofrecimientos reincidentes pero previamente incumplidos. Una vez oficializados los resultados debe anunciar públicamente la integración del gabinete entrante para dar inicio a una transición ordenada y eficiente, que abarca 4 meses y 22 días a partir de hoy. Presidencia y Ministerios deberán entregar glosa clara de programas, proyectos, nómina burocrática y recursos, según lo ofrecido por el presidente Alejandro Giammattei.

Dada la línea crítica de Arévalo hacia las autoridades de turno, se hace necesaria la adopción de una mecánica de trabajo profesional en la cual primen la serenidad, el carácter técnico y el sentido institucional. Se necesita de un diálogo político, que en manera alguna implica cejar en las convicciones, pero la campaña electoral finalizó y comienza el reconocimiento de realidades y posibilidades. El primer gran desafío será la configuración del Presupuesto 2024, cuyo monto preliminar es de Q124 mil millones, aunque con casi Q25 mil millones de nueva deuda. El futuro gobierno precisará de modificaciones para las cuales tendrá bancada minoritaria en esta legislatura o la próxima.

Él partido de Arévalo se deberá enfrentar, además, a la continuidad de los señalamientos del Ministerio Público acerca de supuestas anomalías en su integración, caso por el cual el fiscal Rafael Curruchiche efectuó allanamientos en la sede del Tribunal Supremo Electoral y solicitó órdenes de aprehensión, las cuales, a pesar de ser inviables, fueron avaladas por el juez Jimi Bremer, quien exigió la suspensión del partido con acciones penales. La Corte Suprema de Justicia detuvo esta suspensión a través de un amparo que fue concedido en definitiva el viernes 18. Hará falta ver lo que acontece con esta persecución en un contexto político totalmente distinto, dado el masivo apoyo ciudadano.

Esta es la tercera derrota consecutiva de la candidata Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza, quien solo obtuvo un 35% de votos pese al apoyo manifiesto de alcaldes y diputados oficialistas. Su alto antivoto, declaraciones polémicas y endosos de apoyo de entidades cuestionadas le pasaron factura ante los ojos de la mayoría democrática. Lo más sensato y decente es que reconozca los resultados y acepte la decisión soberana.

Bernardo Arévalo es el primer hijo de un exmandatario guatemalteco en llegar a la Presidencia. Sin duda alguna, el legado social y económico de Juan José Arévalo Bermejo, su padre, formó parte de las expectativas. Sin embargo, hay que resaltar que fue el voto joven la clave para su pase a segunda vuelta, y sin duda alguna se comprobará que fue importante en el balotaje. Ahora su misión debe ser buscar la integración de los sectores nacionales, fomentar el diálogo interpartidario con visión de Estado y prepararse para liderar los apremiantes desafíos del desarrollo en Guatemala.