He viajado a lo largo y ancho de Guatemala, y me he dado cuenta de dónde hay pesares y dónde alegrías, dónde hay bellezas paradisíacas y dónde hay desolación. Uno de los lugares que más me impactó fue el Corredor Seco. Según Alejandro Zurita, de la agencia alemana ASB, que apoya en la región, a pesar de que la mayoría de las regiones de Guatemala ha registrado en el 2016 una buena cosecha de granos básicos de primera siembra, un estudio de desnutrición infantil y seguridad alimentaria realizado por ASB en Alemania vislumbra un panorama preocupante en 6 municipios del Corredor Seco.

Este es el momento para exigir que el Gobierno le ponga el ojo a la desnutrición aguda global (3.8% promedio/ municipio en 9.1%). El agotamiento de reservas de granos básicos de la mayoría de estas familias es un hecho. ¡Imagínense el 68% de las familias que tienen reservas por menos de 1 mes! Esto es realmente alarmante debido a que por cuarto año consecutivo estos municipios registran pérdidas significativas en sus cosechas a causa de una distribución irregular y poca acumulación de lluvias durante los períodos críticos.

Nada de esto es sacado de la manga. Si el Gobierno de Guatemala no pone énfasis en esta situación, el problema se agravará a cifras descomunales. Según ASB, el diagnóstico se basó en la metodología de monitoreo y evaluación estandarizada en situaciones de emergencia y transición (SMART). Fue realizado en septiembre del 2016, es decir al final del período de hambre estacional, en los municipios de Jocotán, Camotán, Chiquimula, Zacapa, Cabañas y Huité, de los departamentos de Zacapa y Chiquimula. Se encuestó a un total de 465 niños/as menores de 5 años y sus familias, lo que es una muestra representativa de 426 comunidades rurales de 6 municipios con 211.363 habitantes, de los cuales 170.101 son niños/niñas menores de 5 años.

En una gira aprendí que la ayuda humanitaria únicamente llega a las cabeceras departamentales. Los obligados en repartir la ayuda no la llevan a los lugares de más apremio por no molestarse en subir las montañas y no entregan lo que se requiere donde están los verdaderos casos de desnutrición aguda, o por clientelismo político solo llegan a ciertas manos.

Según Zurita, en las zonas evaluadas, la ayuda alimentaria de terceros en el 2016 (Gobierno, Naciones Unidas, ONG nacionales e internacionales) ha sido insuficiente. No se le ha hecho frente a las necesidades alimentarias básicas de todas las familias en estado de inseguridad alimentaria. ¡Cómo es posible que solo el 29.2% de las familias evaluadas recibieron ayuda!

Cuán importante es que el Gobierno conozca los principales hallazgos del presente estudio, y en línea con los pronósticos de FEWSNET, ya que es previsible una crisis alimentaria (CIF, Nivel 3) en las comunidades de los municipios evaluados en el marco de este estudio. ¡Y una a nivel 4 de junio a septiembre! Ojo con Cabañas y Jocotán.

El agotamiento de las reservas de granos básicos que se arrastra desde hace 3-4 años a raíz de las sequías consecutivas, no logra ser recuperado.

Los chiquitines menores de 5 años serán los que más sufran de desnutrición crónica (72.1%) con una seguridad alimentaria sostenida y sostenible, más allá de la coyuntura de la sequía. Nuestra Guatemala peligra y todos los sectores (público, privado y de la sociedad civil) deben contribuir desde ya para que no haya un caos exponencial este año.

Cuando la vida de niños peligra, y se sabe cómo y dónde se debe de atacar el problema, es cuestión de no parpadear y tomar cartas en el asunto de inmediato.

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