PERSISTENCIA
Estridentismo: orígenes y desarrollo
Después del Futurismo, el Creacionismo de Vicente Huidobro influye notablemente sobre la vanguardia mexicana, en donde surge la impactante corriente estridentista. Pero además del influjo de Marinetti y Huidobro está la llegada a Hispanoamérica de las nuevas ideas ultraístas.
Los jóvenes mexicanos que fundarían el Estridentismo estaban empapados, en general, de las corrientes de vanguardia europeas; no es de extrañar que formen un solo espíritu con los rebeldes jóvenes europeos (sobre todo franceses) creadores de los “ismos” de principios del siglo XX, que se empeñan en una búsqueda de nuevos valores, nuevas formas, nuevo estilo de vida, nueva ética y estética. Ventarrón iracundo que quiere acabar con todo lo vetusto y caduco e iniciar un nuevo aliento pleno de vitalidad, emoción, sinceridad.
Pero aunque la palabra “nuevo” es fundamental, cabe señalar que, en su primera etapa, los estridentistas fueron post-modernistas. Asimismo, reverenciaron a tres escritores: un extranjero y dos mexicanos, que, en gran manera, comulgaron con una nueva estética. El extranjero era Walt Whitman; los mexicanos, José Juan Tablada y Ramón López Velarde.
El Estridentismo nace e irrumpe en México en los últimos días del mes de diciembre de 1921, con la aparición de la hoja volante intitulada Actual No. 1, redactada y firmada por Manuel Maples Arce, el cual apoyaba su manifiesto con un “Directorio de Vanguardia”.
Los fines que perseguía el Estridentismo son tan novedosos y antiguos como la literatura misma: renovación literaria, prescindiendo de los elementos lógicos; búsqueda apasionada de un nuevo mundo espiritual; difundir entre la juventud (en este caso, la mexicana) las novísimas ideas y los nombres de los escritores universales vinculados al movimiento de vanguardia, inquietos y talentosos rebeldes y revolucionarios que desean transformar la vida y el arte.
Actual No. 1, de Manuel Maples Arce, está constituido por un prólogo, catorce puntos y una fotografía de su autor. El prólogo consta de dos partes: una en la cual el espíritu iconoclasta (alrededor de la palabra éxito) se manifiesta no solo contra el sentimiento patriótico, sino también contra lo religioso imperante.
La segunda parte del prólogo es una explicación subversiva de las cláusulas que acompañan al éxito. Además, desde la introducción se utiliza un vocabulario jamás antes empleado y, sobre todo, profundamente antiacademista.
El “Directorio de Vanguadia” que cierra el manifiesto está formado por más de doscientos nombres, entre los que se cuentan ultraístas españoles y argentinos, futuristas, expresionistas, dadaístas. Solamente diez hombres figuran en la lista.
Andamios interiores, poemario de Manuel Maples, es el primer libro dentro de la corriente estridentista. Causa escándalo y asombro. Arqueles Vela, con el tiempo el prosista por excelencia del estridentismo, se lanza a exaltarlo y defenderlo. Así inicia su contacto con el movimiento y constituye, con Maples Arce, las dos figuras más representativas.
En 1923, la destacada personalidad de Arqueles Vela dentro de El Universal Ilustrado, donde su pluma y personalidad eran reconocidas y respetadas, contribuyó a la difusión del movimiento estridentista, pues permitía la publicación de todo el material que viniese de los vanguardistas de la época.
Es interesante destacar que Alfonso Reyes demuestra su total simpatía por el Estridentismo, aunque declare: “He visto con simpatía todo esto, pero no siento la necesidad de renovar mi estética”.
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