Por todo lo acaecido el miércoles en el Congreso de la República, uno ya no sabe si reír o llorar. Reír por la estupidez cometida y al mismo tiempo  llorar por el descaro de los 107  diputados  al aprobar de “urgencia nacional” la modificación del artículo 407 del Código Penal. Ahora la Corte de Constitucionalidad deja en suspenso la modificación que quita las sanciones a cualquier persona que reciba, aporte o tramita recursos para las campañas proselitistas, y que deja fuera de culpa a  los cabecillas por la financiación electoral ilícita, culpando en vez a los contadores. ¡Qué risa me da!  Como si fuera poco, aprobaron la “conmutación de penas” en el rango de entre cinco a 10 años. ¡Qué conveniente para ellos! Si el presidente tiene alguna decencia, debe vetarlo, y la CC debe proceder con más agilidad parándolo, por el bien de Guatemala.

No pareciera que estuviésemos celebrando nuestra fecha de Independencia. ¡Los llamados “padres de la patria” actúan en contra de los intereses de la Nación¡ ¡Cuándo se ha visto que sea de “urgencia nacional” aprobar una modificación que a leguas daña al Sistema de Justicia, quedando en el tintero lo que realmente importa, que es la salud, o la educación!

Nos quieren hacer creer que los diputados se arrepintieron a última hora y por eso han dado marcha atrás a las acciones que afectarían a todo el sistema de justicia del país. Más bien, no se esperaban que el pueblo completo se levantara en su contra. Nos creyeron tontos.

Dejemos claro que la mayoría de diputados que votaron a favor quedaron al descubierto como traidores de la patria, a excepción de 14 legisladores que se opusieron a esta atrocidad, entre los que están Nineth Montenegro, Leonel Lira, Óscar Chinchilla y otros que valientemente votaron en contra. Ahora, los jefes de bancada se han retractado ante el repudio general. No les quedó otra, por la presión de las protestas generalizadas en todo el país, y por las redes sociales.

El pueblo está indignado. Llevar a cabo tal acción pretendía abrir las puertas de Mariscal Zabala y dejar escapar a los presos políticos que tanto mal le han hecho a Guatemala. Es como abrir las puertas a los mareros, a los narcos, a extorsionistas, a lavadores de dinero, a explotadores sexuales, a promotores de pornografía infantil para que sigan haciendo sus fechorías libremente. Sin embargo, también nos encontramos indignados por las constantes invasiones en todo el país, que son parte del crimen organizado. ¿Se espera que también aceptemos estas invasiones con total impunidad?

Mis lectores se preguntarán por qué los diputados tomaron una acción tan descarada. Fácil. Se creyeron todopoderosos porque me han dicho que llegó gente a aplaudir varias de sus acciones en días pasados y se sintieron dioses. De seguro que el crimen organizado volverá a tratar de engañarnos e intentar salirse con la suya por cualquier otro medio, por lo que debemos seguir vigilantes de los envalentonados diputados o pronto caeremos como Venezuela. Algunos comercios ya han empezado a anunciar que negarán la entrada a sus establecimientos a gente corrupta, pese a que tendrán menos ingresos. ¡Aplausos para ellos!

Si analizamos lo que dice el himno nacional, “Es tu enseña pedazo de cielo en que prende una nube su albura, y ¡ay! de aquel que con ciega locura sus colores pretenda manchar”. ¡Sí!, ay de aquellos que quieran volver a intentar con ciega locura, defender sus propios intereses a costa de dañar a todo un pueblo. ¡El pueblo ya no lo permitirá! “Pues tus hijos valientes y altivos, que veneran la paz cual presea, nunca esquivan la ruda pelea si defienden su tierra y su hogar”.

No diré “Feliz Día de Independencia”, porque estamos de luto. Estemos siempre vigilantes para no dejarnos engañar.

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