EDITORIAL
Independentismo sacude a España
España dio ayer un paso en la profundización de una crisis, al ser realizado un ilegal referendo independentista en la región autónoma de Cataluña, de lo cual son claramente responsables los políticos indolentes y los oportunistas y de cuyos resultados se presentan como victoriosos los bandos en disputa, aunque lo más claro es que los hechos en la jornada de ayer constituyen una derrota para ese país.
Puede que de las votaciones para decidir la independencia de Cataluña del reinado de Felipe salgan más fortalecidos los autonomistas catalanes. Desde el palacio de la Moncloa se empezó a cantar victoria, ante el respaldo del Tribunal Constitucional de declarar ilegal el proceso catalán, aunque el máximo perdedor de la jornada sea el presidente Mariano Rajoy, quien no pudo visualizar con claridad el desenlace de los acontecimientos.
Ese sentimiento se refuerza con el excesivo uso de la fuerza utilizada por la elementos de la Policía, la cual llegó al extremo de causar heridas a casi 800 personas, entre ellas varias de la tercera edad, lo cual provocó reacciones de protesta desde la dirigencia política europea, que le demandó al presidente mayor prudencia y habilidad para establecer un inmediato diálogo con la dirigencia política de Cataluña, a fin de evitar la profundización de la crisis, que puede hibernar por mucho tiempo.
Cualquier nacionalismo corre el riesgo de caer en excesos y la posibilidad de una Cataluña independiente sería un desastre para España, para Europa y para los propios catalanes, que tendrían un incierto inicio en un mar de naciones opuestas al movimiento emancipador, pero no a la urgencia de un profundo diálogo para quitarle excusas a los políticos, como lo demostró ayer la fuerte caída que tuvo el euro.
Según las autoridades catalanas, más de dos millones de personas habrían votado por declararse independientes de España, aunque el resultado no tendría ninguna validez, al haber sido declarado ilegal por las máximas autoridades judiciales del país, pero los líderes del movimiento consideran que se ha dado un paso enorme en las aspiraciones independentistas.
Rajoy carga con la mayor responsabilidad en lo ocurrido ayer en la región catalana, aunque antes de él hubo otros presidentes y una dirigencia igualmente indolente que dejó avanzar mucho el oportunismo de políticos catalanes que desde hace varios años han venido sumando esfuerzos y montando una campaña de sensibilización que ayer dio la mejor muestra del complicado panorama en el que se sumerge esa parte de Europa.
España ha dado un paso hacia atrás y puede que esta fisura sea muy difícil de superar, y lo será mucho más si el Gobierno sigue dando muestras de incompetencia y de una incomprensible indiferencia ante hechos que hacían prever un desenlace que tiene enorme repercusiones para la unidad de Europa.
Aunque el Gobierno español pretenda ahora atribuirse un discutible triunfo, empieza un largo camino que pondrá a prueba las habilidades del mandatario para sofocar el ansia independentista, lo cual empieza por desarticular las motivaciones de sus impulsores, pero ante lo cual también se requiere la mayor pericia política, un don escaso en el Gobierno.