DESARROLLO DE PAÍS

La SAT, los ingresos del Estado

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La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) es una institución descentralizada del Estado de Guatemala que tiene competencia y jurisdicción en todo el país. La SAT fue creada en 1998, durante el gobierno que presidió Álvaro Arzú Irigoyen, para sustituir la Dirección General de Rentas Internas, una institución que ya no era eficiente.

El decreto 1-98 del Congreso de la República de Guatemala da vida a la SAT y su Ley Orgánica, que fue reformada por el decreto 37-2016. La SAT goza de autonomía funcional, financiera, económica, técnica y administrativa, así como personería jurídica y recursos propios.

El principal objetivo de la SAT es ejercer con exclusividad las funciones de administración tributaria contenidas en la ley orgánica. Ejerce funciones específicas como: administración del régimen tributario, administración del sistema aduanero, administración del sistema de recaudación, establecer y operar procedimientos que faciliten a los contribuyentes el cumplimiento de sus obligaciones tributarias y otras funciones más.

Las autoridades superiores de la SAT son: 1) El Directorio, 2) El Superintendente, 3) Los Intendentes. Al Directorio le corresponde dirigir la política de la administración tributaria y velar por el buen funcionamiento y la gestión institucional. El Directorio se integra por seis directores. El Directorio lo preside el ministro de Finanzas Públicas. El superintendente es la autoridad administrativa superior. Es electo por el Directorio y también removido por el mismo. Ejerce sus funciones con absoluta independencia de criterio y es responsable de los daños y perjuicios que cause por los actos y omisiones en que incurra en el ejercicio de su cargo. Los intendentes son los funcionarios del mayor nivel jerárquico de las intendencias respectivas. Son nombrados y removidos por el superintendente. Hay cinco intendencias: Aduanas, Recaudación y Gestión, Fiscalización, Atención al Contribuyente y Asuntos Jurídicos. La SAT tiene alrededor de cuatro mil empleados.

Para desarrollar el país se necesita de una SAT verdaderamente técnica y totalmente transparente. Técnica porque por ningún motivo puede volver a politizarse, y transparente porque existen procesos legales contra algunos superintendentes e intendentes y exempleados de aduanas. En mi opinión, el periodo en el que el abogado Solórzano Foppa fue el superintendente la SAT destacó por lo politizado de la gestión y por eventos mediáticos sin necesidad y no por eficiencias en la gestión. De hecho, el Directorio lo retiró del cargo por no cumplir con la meta de recaudación. Escucho de varias personas que tienen base para adecuado análisis que el superintendente actual, Abel Cruz Calderón, sí trabaja con base técnica.

Es importante que el lector sepa que desde hace muchísimos años la SAT no cumple con la devolución del crédito fiscal como lo manda la ley. Desde finales de los años 2000 ya existía una “presa” de devolución que llegaba a los tres mil millones de quetzales. Es necesario que la SAT cumpla con la devolución del IVA. La economía guatemalteca no pasa por el mejor momento y menos aún lo que Guatemala produce de materias primas que exporta, así como productos no tradicionales de exportación. Las empresas necesitan recuperar su dinero.

Guatemala necesita revisar sus leyes tributarias. Necesita tributos de fácil recaudación y que sean para una base amplia pero de baja tasa. El Gobierno necesita de flujo de efectivo y, por ende, los impuestos deben ser cobrables cada mes. Debemos encaminar un proyecto en donde el Legislativo haga cambios a las leyes tributarias. Paguemos impuestos simples y fáciles de recaudar, pero que sean bien invertidos para el bien de todos.

josesmolinam@gmail.com

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