LIBERAL SIN NEO
La ventanilla de privilegios
Un clásico acertijo pregunta: ¿Que es aquello que entre más le quitas, más grande se hace? Un hoyo. Este sería el caso de la Iniciativa 5182, Ley de fomento a la ganadería bovina, caprina, ovina y porcina. La propuesta original proponía beneficios fiscales para estas actividades, específicamente la exoneración del IVA, de derechos arancelarios sobre importaciones y del impuesto sobre la renta. Se crearía un impuesto único del 1% sobre ventas de animales y sus productos y subproductos. Este régimen especial tendría dos objetivos fundamentales; regularizar y formalizar fiscalmente a la actividad pecuaria y fomentar estas actividades.
Quienes hacen cola en la ventanilla regular rápidamente se pasan a la cola de una nueva ventanilla que abre con el rótulo “privilegios y exenciones”. Como la reacción que podría esperarse de reducirle la mesada a un hijo, la SAT dio dictamen desfavorable, argumentando que reduciría los ingresos fiscales. Con oídos sordos, la Comisión de Agricultura modificó la Iniciativa 5182, ampliando el número de actividades beneficiadas, rebautizándola con el nombre de Ley de facilitación tributaria para la formalización del sector agropecuario. La iniciativa modificada crea el Régimen Especial Tributario para el Sector Agropecuario, con el acrónimo Retriagro. El hoyo se hace más grande, dando cabida a 21 actividades, incluyendo el cultivo y comercialización de café, cardamomo, hule, caña de azúcar, cereales, nueces, plantas ornamentales, follajes, cría de ganado vacuno, porcino, ovino, cabras, caballos, peces, camarones y abejas. (EP, 13/02/2017).
De acuerdo con la propuesta, los contribuyentes que se inscriban en la SAT bajo el Retriagro tributarían 1% sobre ventas de hasta Q50 mil al año y 3% sobre ventas anuales que excedan ese monto, con exoneración del IVA y derechos arancelarios de importación. Además, quienes se acojan a este régimen podrán liquidar procesos administrativos o judiciales pagando el 20% del impuesto, con exoneración de multas, intereses y recargos. Atractiva propuesta, para quienes aplica.
Tengo la firme convicción de que un quetzal adicional tiene mayor utilidad social en el bolsillo de quien lo produce que en las arcas del gobierno. Expresado de otra forma, sirve más a los fines sociales que quien produce un quetzal disponga de él a que lo confisque y consuma el gobierno, más allá de lo estrictamente necesario para sus funciones legítimas. A pesar de esto, creo que la Iniciativa 5182 y la creación del Retriagro no es conveniente.
En primer lugar, el Retriagro viola el principio de isonomía, igualdad ante la ley, favoreciendo a unos sobre otros. Segundo, bajo el régimen propuesto, el gobierno, y no el mercado, escoge ganadores y perdedores, fomentando ciertas actividades con ventajas fiscales que no tienen los demás. Tercero, provoca la mala asignación de recursos, ya que la inversión fluye a las actividades con beneficios fiscales.
En términos generales, vería la Iniciativa 5182 como muy atractiva, positiva y con grandes beneficios, si se aplicara a todos por igual. Una medida de este tipo tendría grandes alcances para formalizar y regularizar mucha de la actividad económica informal y lograría en corto plazo las tan ansiadas tasas de crecimiento de 7% a 8% anual de la economía. Por supuesto que esto sería absolutamente inaceptable para la SAT y el gobierno, para quienes un quetzal adicional en sus arcas tiene mayor utilidad social que ese mismo quetzal en el bolsillo de quien lo produce.
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