MACROSCOPIO
Los levantaremos en hombros
Después de las heroicas jornadas de la población guatemalteca para lograr la renuncia de presidente y vicepresidenta de la República, ahora nos encontramos con un nuevo gobierno, un gobierno encabezado por gente proba y con buenas intenciones, el Lic. Alejandro Maldonado Aguirre y el Dr. Alfonso Fuentes Soria, ambos de reconocida trayectoria en su vida profesional. Esperamos que no se vayan a desviar de sus ideales por presiones de grupúsculos que dicen representar los interés del pueblo que en la realidad no representan a nadie, solamente a unos cuantos que les creen sus trasnochadas propuestas; allí están los resultados en las elecciones.
Muchos analistas, politólogos y periodistas quieren hacer ver que este es un gobierno de transición, craso error; este es un gobierno que es la continuación de un gobierno legalmente constituido según nuestro ordenamiento jurídico, no es un gobierno de facto, como pretendían grupos que antes de las elecciones ya veían la aplastante derrota que sus candidatos sufrirían en la elecciones. Estos grupos, encabezados por el llamado Movimiento Semilla, ya tenían hasta su terna para supuestamente llegar al poder y echar raíces emulando a varios gobiernos de su misma ideología,
Estos cuatro meses definitivamente no serán suficientes para arreglar la problemática nacional, pero sí serán suficientes para dejar encaminadas algunas iniciativas de ley que son urgentes y necesarias. Si bien es cierto, ambos gobernantes no tienen compromiso con partido político alguno y las bancadas en el Congreso no son afines a ellos, sí será una prueba para que los diputados demuestren su compromiso con la Nación.
El tema de la readecuación del presupuesto es algo que no puede esperar, es totalmente irresponsable mantener los montos actuales, a sabiendas de que el endeudamiento va a crecer a niveles jamás vistos y los gastos de funcionamiento siguen siendo muy superiores los de inversión. Aquí definitivamente muchos de estos gastos excesivos estarán relacionados con los pactos colectivos que irresponsablemente aceptó el gobierno con los salubristas y con el magisterio, pactos que irán aumentando año con año las prestaciones y definitivamente no creemos que haya un análisis actuarial del impacto que este compromiso tendrá para el futuro de la economía nacional. Ambos pactos deben ser declarados lesivos y renegociarse según la realidad de los ingresos del Estado.
Creemos que el Ejecutivo deberá revisar la Ley Electoral y de Partidos Políticos y hacer uso de su iniciativa de ley para enmendar la plana de lo que está en discusión, pues el tema de cuotas por género, por etnia, desvirtúan la necesidad de los méritos obligados que debe tener un legislador.
Es de urgencia nacional la inmediata obligación de cumplir a cabalidad con la Ley de Compras y Contrataciones, ley de la que se hace caso omiso, saltándosela, por medio de fideicomisos, emergencia nacional y otros subterfugios, disfrazando así los actos de corrupción. Esto se da en todas las dependencias, empezando por las municipalidades y llegando hasta los más altos niveles del Ejecutivo.
La reducción de gastos es uno de los retos que tiene el nuevo gobierno, lo suntuario y lo superfluo que vemos en nuestros funcionarios no se ve ni en los países desarrollados, basta ver las caravanas con decenas de guardaespaldas en camionetas de lujo, y para colmo abusando de su autoridad para atemorizar a los automovilistas. Por supuesto, esto solo es una pequeña muestra del despilfarro.
Hay mucho por hacer, pero lo importante es que no se amilanen jamás y el 14 de enero los levantaremos en hombros
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