MACROSCOPIO
Los matices de la izquierda
En días pasados un militante de uno de los partidos de izquierda se ufanaba de la fuerza que tiene ahora la izquierda en América Latina, porque ahora gobiernan en Venezuela, Ecuador, Nicaragua, El Salvador, Perú, Brasil, Chile, Bolivia, y hasta el 10 de diciembre dejarán de hacerlo en Argentina.
Me decía mi interlocutor: – Estamos agarrando fuerza-. Eso de estamos me sonó como un dicho de allá por el Suroriente: – Estamos arando, dijo la garrapata sobre el lomo del buey-.
Y es que aquí la izquierda no está agarrando ninguna fuerza y, sin embargo, a pura fuerza se quieren meter a gobernar y en cierta forma lo han logrado con la complacencia de los últimos gobiernos que han permitido su infiltración. Con la venia de civiles y militares. Vemos con tristeza, pena y rabia, que por qué a una activista no le parece un nombramiento se destituye a una persona calificada… Y entonces ¿Quién gobierna?
Año tras año electoral su arrastre político queda al desnudo, porque no vengan a decir que los regímenes de Colom y Portillo fueron de izquierda, sencillamente fueron de un burdo populismo salpicado de corrupción y practicas clientelares.
Si bien es cierto, miembros de grupo como el Grupo Semilla participaron en sus gabinetes, nunca aplicaron su carga ideológica, sino que se limitaron a obedecer las órdenes de quienes ostentaban el mando, ya fuera el presidente o su cónyugue. Si no, recordemos las trasferencias los programas de la primera dama.
La mayoría de gobiernos sudamericanos de izquierda están allí porque la gente votó por ellos, ganaron las elecciones; entiéndase bien, no están allí porque se decidió instalar un gobierno de transición como pretende uno de los grupos que solo ha de representar a sus integrantes, pues por lo que se vio en las urnas llegaron a ser una minoría absoluta.
Viendo los estilos de gobierno, los matices son variados; por ejemplo, Nicaragua, Perú, Ecuador y Chile tienen un estilo, usan las ventajas del sistema comunista para ejercer gobierno, pero fortalecen sus economías permitiendo la inversión y el capital privado. Sencillamente siguen el modelo chino, aunque no tan represivos, donde magnates han florecido a la sombra del comunismo.
Platicando con un inversionista guatemalteco que hoy es terrateniente en Nicaragua, que allá se le da la seguridad jurídica que no le da el Gobierno de Guatemala; y así es, en esos países se fomenta la industria forestal, la minería, nadie protesta contra los monocultivos, perforan pozos petroleros en la selva, se hacen hidroeléctricas… ¿Y qué? Los gobernantes están apoyados por sus electores y punto.
Por otro lado, otros países como El Salvador, Venezuela, Argentina y Brasil optaron por la vía de los programas sociales, que lejos de sacar de la pobreza a la población, metieron al Estado en deudas impagables comprometiendo el futuro de varias generaciones. Ya vemos a algunos que van para afuera.
¿Cuál será el estilo que tendrían los izquierdistas guatemaltecos para gobernar? Existe otro grupo de la izquierda que pretende usar otros medios para lograr sus fines, y estos son los que están destrozando la producción, impidiendo el desarrollo e invitando a la sedición.
Un guerrillero activo, pues no le puedo llamar exguerrillero por sus acciones violentas; asegura que si esto no da vuelta a favor de ellos, ya tiene tres mil hombres listos para reiniciar la lucha armada.
Vamos a ver cuál será la reacción del gobernante electo ante los berrinches de cuanto activista, militante y solapados miembros de la izquierda hagan ante los próximos nombramientos que no están acordes con los matices de la izquierda.