IDEAS

¡Ni al repechaje llegamos!

El quinto lugar que ocupa Guatemala en crecimiento económico en la región centroamericana es un reflejo más de que los guatemaltecos continuamos hundiéndonos más y más en la crisis. Por supuesto que esta crisis la venimos arrastrando desde hace décadas, pero a estas alturas del partido quedar quintos en la región de siete es algo realmente alarmante para nuestra economía.

Si fuese una eliminatoria —al estilo del mundial del futbol— no llegaríamos ni al repechaje; quedamos completamente eliminados de toda contienda —que por cierto es lo que también nos pasa en el verdadero futbol y por las mismas razones—. Esa es nuestra realidad según el informe del Fondo Monetario Internacional para este año 2017, al estudiar siete países de la región centroamericana, en la cual nuestra tasa de crecimiento solamente está por encima de las de Belice y El Salvador, que atraviesa una crisis todavía peor que la nuestra. Y siguiendo en la línea de mi artículo de la semana pasada, trataré de hacer una alegoría sobre nuestra situación actual con las eliminatorias mundialistas —en un sentido estricto y por aquello de mis amigos economistas, sé muy bien que un juego como el futbol y especialmente un proceso de suma cero como el de la clasificación a un mundial no se puede equiparar a la interacción de todas las personas en la economía, pero permítanme ciertas libertades—.

El pasado martes, buena parte de los habitantes del mundo estuvieron pegados a sus pantallas y en los estadios a la espera de los resultados de la última fecha Fifa, clasificatoria a la fase final de la Copa del Mundo, Rusia 2018.

Si estuviéramos en un proceso como ese, tratando de clasificar para un “campeonato mundial de las economías”, pues la situación no sería nada halagüeña. En esas eliminatorias solo llegan al proceso final —el “mundial”— los que clasifican luego de un proceso en el que compiten contra sus pares en la región. A cada región se le asigna cierta cantidad de plazas disponibles para participar en el proceso final.

Resulta que algunas regiones, no sé si sea por población, por falta de “cultura futbolística”, por darle más oportunidades a los que según los organizadores las deberían tener, o simplemente por añadirle más “emoción” al circo, tienen 5 plazas, es decir, tienen media plaza más. Como obviamente no puede ir la mitad de un equipo a jugar, esto lo que realmente significa es que hay una plaza adicional pero que debe ser peleada entre los “finalistas” —o sea el que ya ni de panzazo clasificó— de dos regiones. A ese proceso es al que se le llama repechaje. Pues bien, regresando al caso de Guatemala, con las cosas como están en la economía, resulta que ni al repechaje llegaríamos.

Lo peor de todo es que aquí la competencia con los demás equipos es irrelevante. El problema lo tenemos internamente, jugando a la de todos contra todos, algunos pequeños bandos agazapados en los extremos, unos grupos metiéndole zancadilla a todos los que intentan jugar, y lo peor de todo, los árbitros cambiando antojadizamente la interpretación de las reglas de juego cada cinco minutos. ¿Es posible progresar así? No.

Si no entendemos que el principal problema que tenemos actualmente es económico, si no entendemos que mientras más tropiezos y obstáculos se le pongan a la inversión, si no entendemos que todos los ataques al progreso cometidos por grupitos interesados en mantener a la mayor cantidad de personas en la pobreza, lamentablemente, cuando reaccionemos veremos que hemos pasado el punto de no retorno hacia la debacle. ¿Tan difícil es ver esto?

Fb/jjliber

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