VENTANA
Nuuk ¡maravilloso como tú!
¡Llegó diciembre! Vuelve el aroma a manzanilla y el inconfundible “ticutú, ticutú” de las alegres posadas que evocan el nacimiento de nuestro señor Jesús. Las fiestas de diciembre son un feliz tiempo para compartir con la familia y los amigos. Los niños son sumamente receptivos. Durante estas fechas de descanso la cercanía familiar genera un clima de alegría y fraternidad. Es propicio aprovechar este tiempo para narrarles una historia antes de dormir o por las tardes, con sus amigos leerles un cuento interesante que estimule su imaginación y provoque una reflexión enriquecedora para todos. El jueves pasado, con un grupo de niñas y niños, entre ellos mis nietas y sobrinas, nos reunimos para escuchar el cuento más reciente de Itala Vetorazzi, Nuuk ¡maravilloso como tú! narrado por ella misma.
La conexión que Itala logra con los niños es fantástica. Es maestra con una licenciatura en Psicopedagogía. Aunque actualmente trabaja como asesora en el sector del turismo de negocios, su amor por la niñez la impulsó a escribir cuentos para niños de 3 a 8 años. Itala, como buena chapina, ama a Guatemala. Sus cuentos están bellamente ilustrados. ¿Por qué me gustan tanto los cuentos de Itala Vettorazzi? Porque se inspiran en nuestra cultura, en nuestro entorno natural, reafirmando en la niñez nuestra identidad nacional. Además, el argumento de sus historias son metáforas sencillas pero profundas que provocan la reflexión sobre valores básicos para una vida sana y en paz. Publicó su primer cuento en el 2011. El personaje principal es una niña. La llamó Nicté, que significa flor, en idioma maya. Luego escribió El Color de la Alegría. Se inspiró en su papá, quien encarna a Vetto, un sabio tecolote de Chichicastenango. Le siguió Rudi, Corazón Valiente. Rudi es un dinosaurio azul, diferente a los demás, muy educado, que siempre dice “gracias y por favor”. El cuarto libro, Ac, la mejor tortuga, se refiere a una linda tortuguita que siempre pone su mejor esfuerzo en todo lo que hace. El quinto cuento versa sobre Pepe Manotas, un gracioso mono araña de la selva petenera que descubre que sus manos son grandes porque sirven para dar, para compartir con los demás. Y el más reciente, el que escuchamos la otra tarde, se llama Nuuk tan maravilloso como tú.
Nuuk significa grande en idioma maya. El personaje es un tierno manatí que vive en las aguas del río Dulce. Es hermoso y amigable. El cuento narra cómo Nuuk al subir a la superficie del río descubre que los seres humanos se pelean, se lastiman unos a otros; no viven felices. Al llegar a la escuela lo comenta. La maestra Josefina, una graciosa langosta, pregunta a los alumnos: ¿qué que creen que hará falta en el mundo para que los humanos vivan en paz? Ko, el róbalo travieso, respondió que faltaba alegría. Ac, la tortuga, que tal vez hacían falta más escuelas. Yaakun, la jaiba cariñosa, agregó que faltaba amor.
Nuuk comentó que para él no hay amor ni felicidad ni alegría si no existe el respeto. La reflexión de esa tarde se refirió cómo el manatí es ya una especie en peligro de extinción. El manatí viviría hasta 80 años, pero el humano no respeta su hábitat y lo caza vilmente por su carne y su grasa. Respetar la vida humana, animal o vegetal es reverenciar el misterio de la vida en todas sus manifestaciones. ¡Esa es la respuesta para vivir en paz!, concluyó el Clarinero.
Estimados lectores, si compran los cuentos de Itala Vettorazzi colaboran con la Escuela de Niños Especiales en Huehuetenango, a cargo de Silvia Zepeda Gruest. Pueden encontrarlos en Sophos, El Reino de los Libros (en Pradera Concepción), Kiriboo (en línea) y Librería Watson (Cayalá).
clarinerormr@hotmail.com