Paso seguro en 2011
Sin miedo, enojo, furia, indignación; más bien con alegría, compasión, amor; sin ansiedad, resentimiento, odio, orgullo; agradecidos por el nuevo año, creo que nuestro comportamiento debe estar asociado con actitudes evaluativas de nuestra vida , porque al fin de cuentas el placer y el dolor están unidos a circunstancias diversas, sean estas buenas o malas.
Nuestras acciones en el 2011 deben venir de razones para actuar, para no caer en el simplismo del aburrimiento o la resignación a lo que nos acontece.
La gratitud y la esperanza fortalecen nuestro estado de ánimo y evitan la ansiedad, la depresión y la convierten en buen humor.
El miedo a lo que nos espera a partir de mañana puede tener un condicionante en un acontecimiento inesperado pero objetivo, producto de nuestras acciones pasadas, o puede ser un elemento específico respecto de una persona, un trabajo o una acción específica a emprender, o por el contrario, puede ser la reacción a un conjunto de acontecimientos de lo que esperamos de nuestras propias capacidades.
Hay algunos que deben tomar decisiones importantes que afectarán su vida y la de su familia en el 2011; sin embargo, son indolentes a la acción a emprender. Temor, enojo, sorpresa y disgusto estarán presentes siempre. De ahí puede que vengan envidias, resentimientos y orgullos. Sin embargo, el paso seguro en el mes de enero próximo debe estar condicionado por la alegría y la esperanza.
Lo que debe determinar nuestra acción en el 2011 es entender cuáles son los componentes básicos en nuestras actitudes que toquen nuestras emociones y nos mantengan equilibrados en nuestras metas. Creo que debemos dejar de proceder con hechos brutos e incontrolables que nos vuelvan sujetos pasivos y que nos conviertan en ingenuos corderillos de los poderes del mal, disfrazados de piedad.
El comportamiento de cada uno de nosotros frente a las circunstancias del novel ciclo de meses puede generar en disturbios o en decisiones acertadas que nos den estabilidad como pueblo.
Este año que comienza a escasas horas no interesa tanto enfatizar acciones del gobierno de turno a favor o en contra de una causa. Es agua bajo el puente. Su actividad como en todos los gobiernos pasados únicamente estará mediada por la acción proselitista.
Ahora queda como tarea y esfuerzo concienciar a mis paisanos de todo el país, y no solo de las áreas urbanas, sobre las ventajas de una acción racional frente a las acciones políticas en el mercado electoral. Me convertiré en un expresivo vigilante de la acción del libre ejercicio del sufragio dentro de una acción democrática no manipulada. Como siempre, sin miedo, sin prejuicios y sin partidismos.