PLUMAS INVITADAS

¡Adiós, amigo Bobby!

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Me despertó el sonido de un mensaje de texto informándome del sensible fallecimiento de mi muy estimado y querido amigo de 50 años, el Ing. Roberto Zaid. Muchos conocerán su trayectoria como empresario, emprendedor e industrial a la cabeza del Grupo Imperial. Cómo a fuerza de trabajo y esfuerzo logra que Tejidos Imperial se transforme en una de las mayores industrias del ramo textil de Guatemala. Una persona muy apreciada y estimada por sus amigos, sus compañeros de la industria y en las agrupaciones a las cuales perteneció como Vestex, CIG…

Sin embargo, soy de los pocos de los que conocimos a Bobby de joven. Yo tuve la ocasión de volverme su amigo cuando ingresamos juntos a la universidad, en 1973. Ahora, en el 2023, cumplimos 50 años de amistad. Lastimosamente no pudimos celebrarlo, ya que él se nos adelantó en su jornada de eterno descanso junto al Señor.

Recuerdo aquel lejano 1973 cuando iniciamos juntos a estudiar Ingeniería y cómo forjamos una gran amistad a prueba de todo. En el inicio de los años 1970 corrimos rallys juntos. siendo él navegante y yo piloto. Nos divertimos mucho y aprendimos mucho el uno del otro. Nuestra amistad se mantuvo luego de graduarnos de la Licenciatura en Ingeniería Mecánica Industrial. Pude acompañarlo cuando perdió a su padre y tuvo que hacerse cargo de la fábrica Tejidos Imperial. Estuve con él cuando se casó con Silvia, en El Salvador, y para el bautizo de sus dos hijos. Compartimos la pasión por los autos e incluso me prestó en ocasiones su famoso Mini Cooper Clásico rojo, que yo llamé Little Bobby. A ambos nos apasionó la Fórmula 1 y nos juntábamos en su casa a ver las carreras en la madrugada de los domingos.

' Te adelantas en el viaje hacia el descanso al lado del Señor. Te lo tienes muy merecido.

Carlos R. Paredes

Por aparte, fui testigo de un gran cambio en Bobby. Cuando se hizo cargo de Tejidos Imperial a una temprana edad, él se volvió un “jefe autoritario”. Incluso cuando lo visitaba en su oficina y observaba su actitud hacia el personal. Se acostumbró a trabajar por lo menos 12 horas diarias y exigía una dedicación similar a todos sus trabajadores. Luego, poco a poco, evoluciona y se transforma en un “verdadero líder” y se gana el respeto y cariño de todos sus colaboradores. Hace pocos años le apoyé en lo posible a restructurar la manera de trabajar de su empresa. Fui testigo de cómo el cambio en Bobby se reflejó en un cambio en la actitud general de todos sus colaboradores. Se volvió positivo y buscaba las soluciones sin culpar. Él apoyó a comunidades, ayudó a sus trabajadores y amigos, donó tiempo y dinero a obras de caridad… Su forma de ser en ese momento transforma a Tejidos Imperial y la vuelve una de las más grandes de la industria de Guatemala.

Quienes lo conocimos y tuvimos la ocasión de compartir experiencias con el Ing. Roberto Zaid tendremos miles de historias y anécdotas al respecto. Algunas pueden ser de un empresario firme y duro para los negocios, otras serán de una gran persona cariñosa, muy piadosa y bondadosa. En lo personal, tuve la dicha de conocerlo como mi mejor amigo de la universidad por 50 años. Para mí fue un ejemplo a seguir en sus buenas acciones y bondad, así como un gran aprendizaje personal y profesional.

Adiós, querido amigo Roberto. Te adelantas en el viaje hacia el descanso al lado del Señor. Te lo tienes muy merecido y todos los que quedamos en esta Tierra recordaremos siempre tus palabras: ¡Arriba ese ánimo!

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