pluma invitada
Asturias: el personaje más importante de nuestra historia
Esta frase de Gerald Martin me hizo pensar quién podría ocupar la segunda posición.
Miguel Ángel Asturias es el personaje más importante de la historia de Guatemala, me dijo, con español impecable, el catedrático y crítico literario inglés Gerald Martin, mientras cenábamos con mi esposa en un restaurante. Me quedé sorprendido porque nunca nadie lo había oído ni yo lo había pensado. Hice una pausa y en un segundo recorrí nuestra historia. El personaje más importante no podría ser ninguno de los mesoamericanos más míticos que históricos, menos Pedro de Alvarado, Tecún Umán, cuya autenticidad histórica algunos (no yo) aún debaten o Atanasio Tzul, quien se rebeló contra el pago de impuestos ya abolidos.
Esta frase de Gerald Martin me hizo pensar quién podría ocupar la segunda posición.
También excluyo a personajes coloniales hispano-guatemaltecos. El obispo Marroquín, empeñado en fundar la universidad; fray Payo Enríquez de Rivera, introductor en Guatemala de la imprenta, el más formidable instrumento cultural creado por el hombre para alfabetizar y diseminar la cultura; Fray Bartolomé de Las Casas, que tiene luces y sombras; el Hermano Pedro, quien brilla porque dio su vida por los pobres, sin distinción de razas; Antonio de Larrazábal, defensor en las Cortes de Cádiz por su defensa de las libertades americanas. No podían ser tampoco los próceres de la independencia, Carrera o Barrios. Le di la razón a Gerald. Me quedó abierta la interrogante de quién será el segundo personaje más importante de nuestra historia.
La obra de Miguel Ángel está centrada en Guatemala. Es mestiza, con personajes de tesitura cultural mesoamericana, junto a los de cultura europea, ladina y negra. Todo un mundo fusionado que expresa la guatemalidad con sus virtudes y defectos, sus aciertos y desaciertos, su pobreza y riqueza. Nada quedó fuera. Miguel Ángel quería terminar viviendo en Guatemala como un helecho macho, espina de nopal, uña de tigre.
Miguel Ángel es grande por su literatura, que expresa y difunde a Guatemala, un país que hasta que le dieron el Premio Nobel de Literatura, en 1967, era desconocido o de dudosa existencia. Desde que se creó el Premio Nobel de Literatura, en 1901, en más de un siglo solo 117 literatos de todas las culturas y geografías han sido galardonados con el premio más codiciado por millares de escritores y poetas del mundo. Gerald continuó: Hombres de Maíz es la novela latinoamericana más importante del siglo XX. Me puse de nuevo en pausa. Quise desconectarme un momento para asimilar todo lo que oía. Entusiasmado, volví a levantar la copa para brindar. Más adelante nos confirmó lo que ya es del dominio público, que Miguel Ángel es el creador del Realismo Mágico, la técnica de escritura más famosa de América Latina.
A petición de Miguel Ángel a mi padre, Gerald y su esposa vivieron algún tiempo en casa, en los años sesenta, mientras estudiaba aquí la obra de Asturias. Y de recuerdo quedan algunas fotografías. Es la persona viva que en el mundo mejor conoce la obra de Miguel Ángel. Tradujo Hombres de Maíz al inglés y ha comentado ampliamente la obra de Asturias. Escribió la biografía de Gabriel García Márquez, para la cual no solo hizo amistad con Gabo, sino hasta con sus hermanos fue a visitar los burdeles retratados en la obra del colombiano. Ahora termina la biografía de Vargas Llosa. Es un genio polifacético.
La cena-almuerzo terminó. Tempus fugit. Conversar sobre temas culturales es también un buen vino añejo. Ahora, desde la pérgola de mi casa, mi esposa y yo brindamos por Guatemala y con Landívar digo: Dulcis Guatemala, salve.