PLUMA INVITADA
La verdad
En las últimas semanas ha habido una amplia discusión sobre la participación de las organizaciones empresariales como Cacif y las cámaras miembros en representaciones de entidades del Estado. En octubre del año pasado, meses antes del inicio del proceso electoral, escribí una columna en la cual explicaba el propósito de la participación del sector empresarial en dichas representaciones y el modelo de pesos y contrapesos que dichas integraciones mixtas promueve.
La importancia de tener un esquema de participación con representatividad de distintos sectores es clave, ya que justamente lo que fomenta esta amplia representatividad es que las acciones de las instituciones sean equilibradas y en beneficio del país, más allá que para un sector particular. Contar con posturas diferentes enriquece la discusión y promueve decisiones que impacten positivamente a todos los sectores representados. En las juntas directivas hay miembros del gobierno, del sector sindical, del sector académico, del sector empresarial, entre otros. El balance que aporta contar con la visión empresarial, no solo económica, sino de los millones de colaboradores que representa, es vital para el buen funcionamiento de las instituciones.
Además del mensaje expuesto en dicha ocasión, quisiera recalcar que no solamente es importante la participación del sector empresarial en dichas sillas, sino que dicho sector debe ser representativo, considerando aportes económicos al país en materia de contribución a la producción, pago de impuestos y volumen de colaboradores representados. Según datos del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), a febrero del 2023 el total de afiliados por parte del sector privado era de 1,178,589 personas, representando un 77% del total de afiliados a nivel nacional. Estos afiliados son un reflejo del número de colaboradores en el sector privado que cuentan con un trabajo formal, con el beneficio del IGSS. De igual forma, Cacif aglutina a más de 15 mil empresas representadas en siete cámaras empresariales que integran a diferentes sectores productivos del país, incluyendo industria, comercio, servicios, agrícola, exportaciones, así como pequeñas y medianas empresas. Otro dato sumamente interesante es que, al analizar cifras de la SAT, se puede concluir que 90 números de identificación tributaria (NIT) aportan la tercera parte del total de la recaudación del país. Estos NIT corresponden al sector productivo.
La representatividad del Cacif y de sus cámaras es evidente, de manera que incluir a organizaciones empresariales que no reflejan la composición del tejido empresarial de Guatemala sería una decisión completamente errónea. La afectación no sería para una institución, sería para los miles de empresarios y emprendedores guatemaltecos que sacan adelante al país y para los millones de colaboradores que cuentan con un empleo formal y digno en estas empresas.
' ¿Por qué atacan tanto a las cámaras y las quieren satanizar, si son las que promueven el desarrollo?
Eduardo Girón
Una cámara empresarial u organización gremial tiene un rol de representación por naturaleza, está conformada por empresas miembros, individuales e independientes, pero con objetivos en común. Los empresarios y emprendedores quieren un mejor clima para hacer negocios, quieren fortalecer las competencias de su talento humano, requieren contar con reglas claras y estandarizadas para poder operar.
Pero, sobre todo, los empresarios quieren una sociedad exitosa para poder crecer. Como bien dice un gran mentor y amigo: “No puede haber empresas exitosas en sociedades fracasadas”.
Cacif es un comité coordinador de cámaras y organizaciones empresariales. Las cámaras son compuestas por empresas y las empresas están conformadas por ciudadanos guatemaltecos, como tú y como yo, que salimos cada día a trabajar por darle a nuestra familia una vida digna. Si tú eres un colaborador de una empresa, si eres un emprendedor, si eres un empresario con un negocio o sueñas con serlo, no satanices a las empresas ni a las organizaciones que buscan que Guatemala sea más próspera, más competitiva y más desarrollada, para ti y para las futuras generaciones. Cacif no es el enemigo gigante e invisible que muchos maquiavélicamente quieren transmitir en sus mensajes de polarización. Te invito a que te informes de lo que realmente las organizaciones empresariales promueven y te darás cuenta de que sus objetivos coincidirán con los tuyos más de lo que crees. También invito a que te preguntes, ¿por qué atacan tanto a las cámaras y las quieren satanizar, si son las que promueven el desarrollo? ¿Será que los que atacan quieren exactamente lo opuesto? Cuba, Venezuela, Nicaragua y los demás países comunistas iniciaron su declive con la destrucción del sector privado organizado y hoy vemos las consecuencias. ¡No dejemos que nos pase en Guatemala!