No hay de duda que, en los últimos años y meses nos hemos dado cuenta que la civilización está cambiando. Nos estamos distanciando del ordenamiento y las escalas de valores que para la mayoría de habitantes en el margen occidental del mundo eran las guías de su conducta. De igual manera el ordenamiento y las escalas de valores en el margen oriental del mundo también han tenido transformaciones significativas.

Hoy, China a través de sus avances tecnológicos difunde sus valores culturales, económicos y sociales a nivel mundial logrando niveles de influencia nunca antes imaginable. El mundo árabe a través de millonarias donaciones en el mundo de la academia internacional ha logrado difundir sus valores políticos y sociales logrando niveles de influencia inéditos en tiempos modernos. La aparición y penetración de doctrinas e ideologías nuevas en los EE. UU. y Europa los han encaminado a transformar sus escalas de valores sociales y culturales impulsando así nuevas fórmulas de convivencia y conducta.

La generación de jóvenes y adultos mayores entre los 12 y los 30 años ha sido bombardeada día tras día durante las últimas décadas con ideologías, doctrinas y escalas de valores distintos a los que tradicionalmente prevalecían. Mucha de esta transformación ha estado a manos de la educación institucionalizada minimizando de manera significativa la participación de los padres de familia.

¿Se ha cuestionado Usted últimamente cual es la mejor educación para sus hijos? ¿Se ha cuestionado como será el mundo en que tendrán que vivir? ¿Se ha cuestionado hasta donde debe Usted intervenir?

La participación de los padres de familia en la formación de sus hijos es una labor ineludible en toda sociedad. Estos deben asegurar que los valores inculcados a sus hijos sean sólidos y los más adecuados para enfrentar la vida y lograr una realización profesional, espiritual y familiar altamente satisfactoria.

Si hoy Usted esta genuinamente preocupado no solo de la vida que sus hijos tendrán, sino del entorno en el que se desenvolverán, es el momento de actuar. No es una batalla insanable ni monstruosamente grande. Tome usted las riendas de la educación de sus hijos. Averigüe, supervise e intervenga en lo que aprenden dentro y fuera del hogar. Este pendiente e influencie con quien se juntan. Agrúpese con otros Padres de familia. Conviértase en un elemento significativo en su educación de manera integral.

No importa que tanto China, los países árabes, Estados Unidos, Europa, el Medio Oriente, el Lejano Oriente, las ideologías de género, el wokismo, el fascismo, la extrema derecha o la extrema izquierda estén influenciando el mundo. Como padres de familia hay que educar, fomentar y desarrollar en nuestros hijos la escala de valores que consideramos más adecuada para regir sus vidas. Como familia debemos integrarnos e influenciar la sociedad donde vivimos, de esto dependerá eventualmente el tipo de país en que vivamos. Y recuerde: ¡Todo empieza en casa!