Ya Guatemala se prepara para un año electoral en el 2023. Nuestro país no necesita “más de lo mismo” ni tampoco necesita de un gobierno socialista que puede quebrar al país y perpetuarse en el poder. Ambos efectos se ven claramente en Cuba, Nicaragua y Venezuela. Guatemala necesita un plan de país que no pertenezca a ningún gobierno, sino a la ciudadanía. De esta manera, el plan de país sería el que rige las acciones del gobierno de turno sin perder “el norte”. El plan le dice qué hacer y cómo hacerlo, sin desviarse del objetivo principal: Lograr un desarrollo integral de Guatemala.

La idea general de un plan de desarrollo de país centrado en la educación es lograr que todo guatemalteco tenga acceso a una educación de calidad proveída por el Estado. La construcción de escuelas, universidades estatales, carreteras e infraestructura relacionada permitiría un crecimiento de la economía y una mejora de las condiciones de vida de todos. Para ello debe basarse en los siguientes puntos:

1. Es necesario incrementar sustancialmente la infraestructura y el número de centros de educación disponibles por departamento. Para fijar el número se podría buscar que ningún estudiante viva a más de una hora de su centro de estudios; 2. Es necesario realizar una inversión en carreteras para que “la hora de transporte” pueda abarcar mayor distancia. Las carreteras deben ser mantenidas en óptimas condiciones; 3. Si un estudiante escolar llega con hambre no puede aprender. Por ello es necesario que en las escuelas se les dé desayuno, almuerzo y dos refacciones. Si luego en su casa no le dan cena, ya estuvo bien alimentado durante el día; 4. Adicionalmente, la jornada escolar incluye el tiempo de asistencia a clases, el tiempo para realizar las tareas bajo la supervisión de los profesores y el tiempo para actividades deportivas y artísticas; 5. Contar con una eficiente selección y entrenamiento de los profesores, logrando que la carrera en educación sea de interés vocacional y económico para los que tienen la vocación.

Se contará con una prestigiosa generación de profesores a quienes se les ofrecerán materiales, insumos, capacitaciones y entrenamientos, para que cumplan plenamente su labor. La nueva infraestructura necesitará:

Mano de obra especializada en la construcción y mantenimiento de carreteras y edificios; conductores calificados y mecánicos que le den el mantenimiento a los buses; empresas de catering para ofrecer la alimentación a los estudiantes, maestros, administrativos y personal de apoyo; servicios de apoyo diversos como internet, bibliotecas virtuales, actividades deportivas y artísticas.

Lo más importante es que el plan de desarrollo del país es a largo plazo, a por lo menos 30 años. Por ello es necesario que sea aprobado mediante un referendo, para que ningún gobierno de turno se desvíe del mismo. Para ello se definen metas claras y medibles que deben cumplirse en un plazo determinado con responsables asignados. A medida que el plan se vaya desarrollando, las metas deberán ajustarse para siempre tener metas claras a un plazo de cuatro años.

El problema, dicen todos, sería el financiamiento del plan. Sin embargo, si se logra erradicar la corrupción, todos los guatemaltecos estaríamos dispuestos a cumplir plenamente con nuestra obligación tributaria porque le vemos frutos. Estos serían, primero las carreteras, luego las escuelas y universidades. Le seguiría el desarrollo de emprendimientos e industrias locales, para terminar con un país desarrollado y una población educada, culta y responsable.

Lamentablemente, ningún partido político piensa así. Se concentran en acaparar riqueza personal.