URBANISMO Y SOCIEDAD
¡Quién quilete!… ¡Yo machete!
En estas fiestas navideñas me salió del alma aquellos tiempos en que no teníamos un celular y nos entreteníamos jugando tenta, la llevás, tuero y quién quilete… yo machete, los cuales aún juegan nuestros nietos. Pero pensé: así se reparte la tierra urbana, sin organización territorial y usos del suelo y se quedan con “quilete” en “yo machete”, ante una oferta urbana . La estructuración urbana en Guatemala se ha ido desorganizando por la economía de mercado que se manifiesta a través de entidades como el ENADE, en que los valores del urbanismo han quedado en el olvido con decisiones municipales junto a entidades como el PLOT, POT, o el Comité Único de Barrio (CUB) que es el preferido por manipulable. Así ha ido creciendo esta ciudad planificada para desarrollos de baja densidad por las expectativas sísmicas que se tienen… “Cosas Veredes Sancho amigo”.
A la fecha se han construido aproximadamente 29 edificios de 15 pisos sin ton ni son. Solo en la zona 10 hay 17 mayores de 10 pisos, todos con usos diferentes y sin planes urbanos y arquitectónicos en su altura, lo que manda es el valor de la tierra. Sin sistemas viales adecuados que los abastezcan y le den forma a estos edificios, olvidando las máximas urbanísticas de “cuanto mayor es la población económica en una zona X, mayor será el número de desplazamientos de las personas cuyo destino sea ésta”. Pues los espacios viales deciden la altura de los edificios que deberían ser de 1.5 veces el ancho de la vía, medida desde la línea de propiedad de ambos frentes: 1.5 Ancho=Altura, así como los límites en campos de aviación.
Esto define las densidades urbanas que deberán contar con vías apropiadas en volumen, velocidad y condiciones ideales cuyo objetivo es un desarrollo equilibrado que debe de estar ligado a la arquitectura, porque es una disciplina científica y técnica administrativa. Por lo que estos espacios y otros más son importantes para un adecuado diseño formal arquitectónico, pues definen la densidad de población por hectárea, que puede variar en función de las características tipológicas o históricas que configuran el territorio de la ciudad.
Por lo que las vías deberán tener la capacidad para un número máximo de automóviles, ya sea en un sentido o en ambos, pues ya se están desarrollando situaciones críticas ambientales. “Si no se toman decisiones rápidas por los gobiernos para la adaptación al cambio climático, se estaría provocando fenómenos climatológicos, que deben estar regulados, pues están afectando patrones migratorios en los cascos urbanos”. (V. Barro).
Además se están produciendo varias enfermedades como las respiratorias, pues esos planes de crear vías extras solo conducen a que el ”aumento del número de vías en autopistas para reducir la congestión vial es como aflojarse el cinturón para resolver la gordura” (Implan), lo que es obviado en la organización de la ciudad de Guatemala donde se agudizan día a día los problemas urbanos típicos: vivienda, transporte, fuentes de trabajo, servicios urbanos, seguridad ciudadana, marginalidad, etc.
Regresando al problema toral de: ¡Quién quilete!, se debe de contar con una organización de la tierra y sus espacios definiendo, junto a los dueños de la tierra, los papeles que juegan los otros municipios, que no afecten los espacios y la forma de la arquitectura y función urbana. ¿Lo harán?. En la planificación urbana anterior se habían establecido limites en los frentes mediante una franja diseñada para ampliar vías, pero las han convertido en parqueos u otros usos. Por lo que solo quedarán acciones en aquellas zonas en que se puedan realizar proyectos de renovación urbana y se pueda aplicar estos valores y funcionarios que sepan.