Algunos críticos de la literatura latinoamericana confunden, o más bien funden en una sola identidad, Fantástica, Realismo Mágico y Real Maravilloso.

Me propongo, en este ensayo, deslindar los caracteres específicos de estos tres géneros de la narrativa, que considero básicas dentro de la fantástica:

1. Enfrentamiento de lo sobrenatural a lo natural. 2. Pánico o Vértigo hacia lo sobrenatural, por ser de naturaleza satánica. 3. Obsesión por lo sexual patológico (incesto), escondido dentro de una apropiada simbología poética. 4. Presencia del castigo eterno más allá de la muerte, al sucumbir el humano a “la debilidad de la carne” y caer en el peor de “los pecados”: el incesto. 5. Como resultado, se deduce el predominio temático propio de la fe religiosa; mundo cristiano y sus lados angélico y satánico, mundo natural y mortal, y mundo sobrenatural e inmortal, cuerpo y alma, virtud (siete virtudes cardinales) y pecado (siete pecados capitales), bendición y maldición, cielo e infierno. 6. Ello da lugar al desarrollo de la psicología profunda que penetra en los más escondidos conflictos individuales de índole sexual, rebasan todo tiempo y lugar. 7. Como consecuencia se cae en el cosmopolitismo. 8. Lenguaje clave: Claro y preciso, pero no por ello fácil de comprensión a causa del ocultamiento de lo emocional a través de una simbología recóndita. 9. Los personajes son individuos que nacen de la mente atormentada del escritor, siendo su autorretrato prolongación de su personalidad. 10. Se da en los países superdesarrollados, en donde hay un mayor predominio de la sexualidad reprimida, a causa de las creencias religiosas del cristianismo llevado a sus últimas consecuencias; lo cual da como resultado una actitud pesimista ante la vida.

La primera premisa une la Fantástica con el Realismo Mágico y lo Real Maravilloso, pues los tres géneros tocan o giran alrededor de lo sobrenatural. Sin embargo, hay diferencias en cuanto a su enfoque. En el Realismo Mágico lo sobrenatural no tiene carácter satánico o nefasto; es un encantamiento de la realidad que recurre, más que a las prohibiciones cristianas, a los mitos paganos (de los mayas) que no consideran la sexualidad como “pecado” y “pecado mortal”, en caso de incesto, por lo tanto, exentos del pavor, del miedo, del vértigo. Ejemplo notable: Hombres de maíz de Miguel Angel Asturias. Su lectura provoca encantamiento, no pánico. Los crímenes que el hombre comete contra el hombre están más allá de lo que el mundo occidental o el cristianismo considera como pecado. Lo sexual no provoca ningún rechazo; se da con naturalidad aún en lo sobrenatural. Lo mágico pagano se confunde con la realidad, pero con una realidad totalmente diferente a la del mundo occidental. Los personajes, más que seres individuales, son seres representativos de una comunidad primitiva, mágica, en donde lo natural y lo sobrenatural están en el mismo plano. En Hombres de maíz lo sobrenatural está inmerso dentro de la realidad, sin que ello provoque ningún conflicto de índole psíquica en los personajes. Así, no hay consternación”, que es su nahual, tótem o entidad mágica, de acuerdo a la mentalidad colectiva del maya.

En cuanto a lo Real Maravilloso (de acuerdo con la definición que hace Carpentier de este género en el prólogo a El reino de este mundo), la realidad cotidiana dentro de un trópico pletórico de maravillas es lo sobrenatural, o ha de ser visto como sobrenatural, como milagro: “…lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad (el milagro), de una revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, percibidas con particular intensidad, en virtud de una exaltación del espíritu que lo conduce a un modo de ‘estado límite’…”. (Continuará).