ENCRUCIJADA
Remonta en su vuelo
Nuestra moneda nacional, el quetzal, alzó el vuelo. En Guatemala el dólar está bajando y el quetzal subiendo. Un dólar equivale ahora a menos quetzales que hace un año. Ahora se reciben menos de 7.4 quetzales al cambiar un dólar cuando antes se recibían más de 8. Otra manera de decirlo: un quetzal equivale ahora a casi 14 centavos de dólar, cuando antes equivalía a cerca de 12 centavos.
¿Debemos estar orgullosos del mayor valor de nuestra moneda? No. Castiga a los exportadores: por cada quintal de cualquier producto que exporten obtienen menos quetzales que antes. Las importaciones son cada vez más baratas: se necesitan menos quetzales para comprar productos importados. Estos están desplazando lo que todavía se intenta producir para el mercado guatemalteco. Los turistas que vienen a Guatemala también encuentran que los dólares que traen rinden cada vez menos quetzales: su poder adquisitivo bajó. Y cada vez es más barato ir a México, y a otros países, para comprar de todo. Una consecuencia de todo esto es que los negocios dirigidos a exportar, a atender turistas o a competir con las importaciones son cada vez menos rentables. Resultado: menos inversión y empleo.
¿Qué explica el alza del quetzal? Aparentemente son las remesas, que han crecido muchísimo. Pero es un poco más complicado. Lo que ocurre es que nuestros vecinos del Norte y de Centroamérica, y quizás de más allá, se están aprovechando de la política monetaria guatemalteca. Cuando la tasa de interés en los mercados financieros internacionales anda en torno al 3%, se pueden obtener mayores ganancias invirtiendo en Guatemala, donde los bancos ofrecen tasas de más del 6% por mantener depósitos importantes de quetzales. Esas tasas no serían tan atractivas si el quetzal bajara de valor, como en México, o tuviera una evolución difícil de predecir, como sucede en la mayor parte de países. Pero aquí ocurre lo contrario: ¡se puede predecir que el valor del quetzal en relación al dólar no solo se mantiene sino que sube!
Así que los que tienen capitales afuera traen sus dólares a Guatemala, los convierten en quetzales y los colocan en los bancos guatemaltecos para obtener buenos intereses. Después de unos meses sacan su dinero del banco, ahora aumentado con los intereses, lo convierten en más dólares, y se lo llevan. Muchas veces lo vuelven a e invertir, porque es un buen negocio.
La historia no termina allí. Al deshacerse de sus dólares para convertirlos en quetzales, los que traen sus capitales a Guatemala provocan una inundación de quetzales en los bancos. Surge entonces otro fenómeno perverso. Ante el temor de que la inundación de quetzales provoque inflación, el Banco de Guatemala busca retirarlos de circulación mediante la venta de sus bonos (llamados Certificados de Depósito, CDPs) a los bancos, con tasas de interés altas, de alrededor de 6.5% en promedio. Así que los bancos también ganan y se mantiene el incentivo para que vengan más dólares y los conviertan en quetzales, con más intereses, y también con más intereses pagados por el Banco de Guatemala a los bancos. ¿Cuándo vamos a terminar con este perverso círculo vicioso? ¿Cuando el quetzal llegue a 6 por un dólar?
Un primer paso podría ser bajar la tasa de interés que el Banco de Guatemala paga por los CDPs para que no sea tan atractivo para los bancos tener tantos quetzales invertidos en estos bonos. El segundo paso sería que, ante el aumento del monto de quetzales en el mercado local, se permitiera que el quetzal se depreciara. Puede hacerse gradualmente, pero hay que hacer algo ya.
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