Cuando se reúnen elementos de tan alta calidad para una presentación artística, es de no dejar pasar la oportunidad de asistir. Es de disfrutar con un evento que, a todas luces, constituye una excepción en nuestro medio. Es de aprovechar una combinación de ingredientes que no podría ser mejor: el más alto nivel de interpretación, una expresión musical en verdad singular y la muy exclusiva demostración de un instrumento prácticamente inédito en Guatemala, el Chapman Stick.

Empecemos por este ingenio sonoro. Inventado y desarrollado por el guitarrista norteamericano Emmett Chapman entre finales de la década de 1960 y la primera mitad de la siguiente, parece una guitarra de diapasón muy largo y ancho, provisto de un mayor número de cuerdas y sin caja de resonancia. Para tocarlo se emplea una técnica más parecida a la acción de los dedos de ambas manos sobre las teclas de un piano, que a la forma tradicional de pulsar y rasgar por separado las cuerdas de una guitarra. Debido a estas características, posibilita una ejecución simultánea de la melodía, los acordes y el bajo —todo a cargo de un solo músico— que resulta bastante más amplia que la de casi cualquier otro instrumento similar. Uno de sus exponentes más famosos en todo el mundo es Tony Levin, quien fundó la agrupación Stick Men y, junto con el multiinstrumentalista Markus Reuter, el baterista Pat Mastelotto y el violinista David Cross, se presentará en este país, el día 18 del mes en curso.

La carrera y los logros de Levin son motivo de justo asombro. Con admirable continuidad y energía ha participado en la grabación de más de 500 discos de 1970 en adelante, desde sus inicios con la Filarmónica de Rochester o con figuras como Buddy Rich y Chuck Mangione, para llegar a actuar con incontables artistas y bandas de reputación internacional, notablemente King Crimson, Peter Gabriel y Liquid Tension Experiment, así como Pink Floyd, Yes, John Lennon, David Bowie, Paul Simon, Bill Bruford, entre muchísimos otros. No es fácil justipreciar su inmensa contribución al arte de los siglos XX y XXI sin quedarnos cortos cuando intentamos dimensionar su trascendencia como intérprete, compositor, creador de nuevas técnicas para ejecutar instrumentos y un inagotable sentido de la experimentación musical a lo largo de casi 50 años. Si a esto le agregamos lo que significa la presencia e intervención de varios miembros del mítico grupo británico King Crimson —por primera vez en Guatemala—, veremos que se trata de una circunstancia irrepetible en la agenda de la música contemporánea nacional.

Puede afirmarse, entonces, que esta invitación no va dirigida únicamente a quienes ya conocen el trabajo de Tony Levin y sus colegas, ni a los conocedores y apasionados por el rock progresivo y el art rock nada más; de ellas y de ellos podemos esperar que concurran entusiastas y plenamente entendidos de lo que van a escuchar. Antes bien, sirvan estas líneas para convidar a quienes no saben de esta música y, sin embargo, están sensibilizados a manifestaciones artísticas inusuales, están plenamente dispuestos a penetrar un fascinante mundo sonoro y no tienen reparo en dejarse arrebatar por un espíritu creativo y poco habitual. El concierto de Stick Men tendrá lugar en el Teatro Lux de la Ciudad de Guatemala, el martes 18 de septiembre, a partir de las 20 horas, a costos de admisión razonables y con suficientes opciones de estacionamiento cercano.

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