MACROSCOPIO

Trabajemos con verdades

Ciertos grupos están muy activos en temas a nivel nacional que podrían afectar, mejorar o empeorar el desarrollo en todos los sentidos. Lamentablemente muchos de estos grupos que a la larga son los mismos solo que con diferente nombre plantean reglamentaciones, regulaciones y prohibiciones, producto de la ignorancia o sencillamente de malas intenciones.

En los últimos meses hemos visto cómo se han ensañado en detener la producción, la de energía eléctrica, la de palma aceitera, por supuesto la minería y así creemos que ya están bajo la mira el banano, el café, la caña de azúcar y ahora cuanto cultivo consuma agua.

Ahora viene una ofensiva para forzar a la creación de una ley de aguas, aduciendo que el país se está quedando sin agua, lo que pasa es que no se conoce la realidad. En una magistral conferencia del Dr. Alex Guerra, de la Universidad del Valle, recibimos valiosísima información: Guatemala produce alrededor de 97 mil millones de metros cúbicos de agua, de los cuales 74 mil millones van para México, Honduras, El Salvador y Belice, quienes sí aprovechan esta agua para regadíos, hidroeléctricas, consumo humano, ganadería y otros, pero aquí ya no quieren que se toquen los ríos ni otras fuentes de agua, pues los ambientalistas han lavado la mente de la gente con falsedades.

Para su información, solo el 6% del agua en Guatemala es utilizada y de este el 33% va para consumo de los poblados. El manejo de agua es tan malo que pueblos que se inundan, como Santa Lucía Cotzumalguapa, no tienen agua corriente en sus cañerías. ¿Será culpa de los alcaldes o del sector productivo? Veamos cómo está la realidad: del agua disponible, el sector agropecuario utiliza el 4.1%, el sector industrial el 0.4, el 0.8 va para consumo doméstico y el 95 es el restante que no se aprovecha; al final lo que necesitamos son 17,387 millones de metros cúbicos por año, solo el 18% de agua disponible. ¿Dónde están las propuestas para aprovechar esta agua?

Nos comentaban durante la conferencia sobre la visita de expertos extranjeros al famoso Corredor Seco, que al ver el potencial hídrico de la zona se preguntaban: ¿Cómo es posible que le llamen así? Y esa es una realidad, la cooperación internacional en ocasiones solo ha venido a destruir y para causas como esta no se ve ningún esfuerzo, de la misma manera se hace con la contaminación de ríos y lagos, allí la cooperación solo sirve para bloqueos de carreteras y hasta destrucción de infraestructura y maquinaria.

Por supuesto, todos los ambientalistas no acusan a las alcaldías de la contaminación, del otorgamiento de licencias de construcción para lotificaciones, edificios y fábricas sin tratamiento de aguas, no se diga del humo de buses, camiones y carros chatarra, esos no los tocan; allí no hay plata.

La realidad es que en todo el país tenemos suficiente agua para cubrir las necesidades. En muchos casos lo que hay que hacer es eliminar los contaminantes, como la basura, los afluentes de aguas servidas y otros. Está demostrado que el mayor contaminante son los desagües de los poblados, solución que se da con gobernanza e infraestructura.

Algunas acciones como el manejo y almacenamiento del agua son necesarias debido a la variabilidad en el tiempo.

La iniciativa de una ley de aguas es loable, pero no como pretenden los ambientalistas y algunos alcaldes y sus Cocodes, restringiendo la producción. Ya quiero ver que un horticultor de Almolonga o Patzicía le diga que ya no va a poder regar sus hortalizas, o que le deberá pagar a su municipalidad un porcentaje de las ganancias.

Trabajemos con verdades y no mentirillas

induagro@yahoo.com

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