El fin de año, las tradiciones religiosas y una conversación sobre la Quema del Diablo con una colega con quién estudiamos conservación de monumentos entre las provincias italianas, Marche y Toscana, recordamos una inusual experiencia. Alguien cercano y querido nos recomendó la visita del Santuario de la Virgen de Loreto a donde, según la tradición, la casa de la Virgen María había sido transportada por los ángeles desde Nazaret; así como que uno de los altares laterales estaba dedicado a la Virgen de Guadalupe, motivos suficientes para emprender viaje y conocer aquel portento

La casa en cuestión es pequeña y consta de tres muros, pues el resto estuvo adosado a una cueva excavada en la roca que subsiste en su lugar de origen. Sobre aquellos restos, ya en el siglo XX, se levantó la basílica de La Anunciación, que recibe a los peregrinos que llegan a Nazaret. Fue en esa casa donde el Arcángel Gabriel anunció a María la maternidad divina y vivió la Sagrada Familia. Según la tradición, desde 1191 los cruzados que habían expulsado a los musulmanes de Tierra Santa, estaban interesados en protegerla de la destrucción.

Ante ese riesgo, en 1291 fue transportada a Tersatz en la antigua Dalmacia, en donde los pobladores no se explicaron cómo había llegado allí. Supieron que era la Santa Casa cuando la Virgen se apareció a un sacerdote que se encontraba enfermo, informándole que era su casa de Nazaret, en donde Jesús había sido concebido. El sacerdote sanó milagrosamente y contó la historia a todo el pueblo. Dentro de la casa había un altar con una escultura de la Virgen María con el Niño Dios en brazos. Tres años más tarde, hubo un nuevo milagro. La noche entre el 9 y 10 de diciembre de 1294 fue transportada y asentada en un bosque de laureles, en Recanati, Italia; de ahí el nombre Loreto —en latín, lugar poblado de laureles—. En ambos casos, según la tradición, fueron los ángeles quienes la llevaron volando, cruzando el Mediterráneo y el Adriático.

Según supe luego, los campesinos mantienen la tradición de encender fogatas la noche del 9 de diciembre, en recuerdo de la ruta seguida por los ángeles para depositar la casa en el bosque. La basílica fue levantada en el siglo XIV sobre la Santa Casa y convertida en lugar de peregrinación, en tanto la estatuilla de la Virgen fue llamada Virgen de Loreto. El misterio de su transportación en alas de ángeles hizo que sea considerada Patrona de la aviación de Italia, España y otros países. Aunque parece haber pruebas que fue llevada por barco.

A pesar de los estudios realizados por científicos, arquitectos, ingenieros, historiadores, físicos y expertos a solicitud de la Iglesia, el fenómeno no ha sido explicado; y cuanto más analizan el caso, más comprueban su carácter inexplicable. La casa no tiene cimientos, pues estos permanecen en Nazaret, y las medidas entre ambos, coinciden plenamente. Las piedras con que está hecha solo existen en la región de Nazaret; la argamasa está hecha con sulfato de calcio y polvo de carbón, materiales usados en la Palestina de los tiempos de Jesús, pero desconocida en Italia cuando la casa apareció en Loreto. No hay otros materiales que sugieran una reconstrucción medieval.

Todo parece indicar que por tradición o milagro, en el ámbito de la arquitectura, semejante prodigio es un antecedente histórico de conservación de una edificación emblemática. Ante el peligro de destrucción, según se expuso, su traslado fue una medida de protección; lo insólito fue el procedimiento para separarla de los cimientos, así como el extraordinario transporte aéreo utilizado.

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