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BID: La reactivación económica depende de un plan serio de vacunación

La vacunación es uno de los aspectos que permitirá la reactivación económica refirieron representantes del BID al hablar de los desafíos que enfrenta tanto Guatemala como los países de la región.

Guatemala lleva alrededor del 1% de su población vacunada contra el covid-19. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Guatemala lleva alrededor del 1% de su población vacunada contra el covid-19. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Las oportunidades para un mayor crecimiento sostenible tras la pandemia fueron presentadas por Eduardo Cavallo, economista investigador principal y Andrew Powell, asesor principal, ambos del Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), así como Jordi Prat, economista principal para el departamento de Países de Centroamérica, Haití, México, Panamá y República Dominicana de dicha entidad, en la conferencia organizada por la Cámara de Industria de Guatemala (CIG).

Prat y Cavallo también brindaron una entrevista a Prensa Libre, en este extracto, explican la situación y retos de Guatemala para crear las condiciones propicias para el desarrollo sostenible, que en la coyuntura incluye avanzar con el plan de vacunación contra el covid-19.

¿Cuáles son las oportunidades que han detectado para un mayor crecimiento sostenible tras la pandemia?

Cavallo: Resalto tres. Todos los temas comerciales, de infraestructura y de la agenda de desarrollo sostenible son oportunidades que vemos para la región, para salir fortalecida de esta enorme crisis en la que se encuentra.

La primera tiene que ver con la reasignación de las cadenas globales de valor. En América Latina podemos aprovechar esa oportunidad si mejoramos todo lo que tiene que ver con integración regional y logística.

La segunda, es la necesidad de invertir más y mejor en infraestructura. Se estima que por cada dólar invertido el efecto en el producto o crecimiento puede crecer hasta US$2.

La tercera es avanzar en una agenda de infraestructura sostenible.

¿Qué tendría que hacer Guatemala?

Prat: Guatemala puede ganar en los tres ámbitos que habla Eduardo. Le agrego uno, es algo donde el país debería estar poniendo el ojo. Es uno de los países más jóvenes de Latinoamérica, 35% de la población tiene menos de 14 años, más del 60% tiene menos de 65 años, es el bono demográfico, donde la fuerza laboral va a ir aumentando en proporción de la población total hasta más o menos el 2045.  Nos brinda una oportunidad, pero también es un reto porque a los jóvenes que entran en edad de trabajar les tenemos que dar esas habilidades y las que el mercado esté demandando.

En un mundo tan integrado como el de hoy, uno tiene que entender que está pasando fuera de las fronteras. Guatemala no puede crecer a punta de su demanda interna, sino que se debe ver el comportamiento de la recuperación mundial, porque entre más crezca el resto del mundo, principalmente Estados Unidos, más positivo va a ser el impacto para Guatemala.

Hay un pilar adicional específico, y es como mejoramos la institucionalidad guatemalteca. A veces se habla de la atracción de inversión o de mejorar las cadenas de valor, pero una de las debilidades en nuestros países es la institucional, la falta de digitalización de procesos, o ni siquiera se tiene una institucionalidad de atracción de inversiones bien estructurada.

Jordi Prat, economista principal para el departamento de Países de Centroamérica, Haití, México, Panamá y República Dominicana del BID. (Foto, Prensa Libre: Cortesía BID).

¿A qué plazo podría llegar ese impacto al crecimiento económico sostenible?

Prat: Guatemala viene creciendo más o menos a 3.5% en los últimos 20 años. Es un buen desempeño, pero el problema es que no ha alcanzado para impactar los indicadores sociales más importantes ya que la pobreza se ha mantenido en alrededor de 54%, la desigualdad es una de las más altas de la región.

En Guatemala no se crece muchísimo, pero tampoco se decrece muchísimo, en el 2020 cayó 1.5%. Se prevé que el 2021 crezca entre 3.5% y 4.5%, pero el rebote no es tan grande como en otros países donde las economías cayeron hasta 10%.

Lo que tenemos que pensar es cómo aprovechar esta crisis, uno no debe dejar que una crisis se desperdicie.

¿Qué perspectivas mundiales hay y cómo podrían impactar?

Cavallo: Las perspectivas de crecimiento para Guatemala y para toda la región dependen en gran medida de lo que vaya a pasar en el resto de los países. Hay riesgos al alza y a la baja.

A la baja es que pueda demorarse el proceso de vacunación o surgir nuevas cepas del virus que lleven a nuevas medidas de confinamiento. Al alza, tienen que ver con lo que pasa en la economía de Estados Unidos recuperándose a tasas más elevadas de lo que se esperaba.

La clave, y eso enfatizamos mucho en nuestro informe, tiene que ver con aprovechar esta oportunidad para que a la salida de esta crisis podamos crecer a tasas muy superiores a las que crecíamos antes de entrar a esta crisis, no queremos volver a las tasas de crecimiento mediocre que teníamos como región que teníamos previo a la pandemia, y para eso tenemos que aprovechar las oportunidades de las que hablamos antes.

Hay entes internacionales que son optimistas porque los países desarrollados van avanzados con sus planes de vacunación y mejora las expectativas de la economía, pero en Latinoamérica incluyendo Guatemala va lenta. ¿Cómo ven los matices de la vacunación en la región por la gestión pública?

Cavallo: En América Latina y el Caribe, en general, el proceso de vacunación viene más lento que en las economías avanzadas y se ha presentado una serie de desafíos que los países tienen que resolver, hay cuestiones logísticas que no son sencillas.

Eduardo Cavallo, economista investigador principal del BID. (Foto, Prensa Libre: Cortesía BID).

Prat: Cada país está tratando de satisfacer las necesidades de vacuna de mejor forma, varios están metidos en el mecanismo covax, que ha tenido sus dolores de crecimiento y no ha sido algo muy fácil de implementar. Mientras que las economías desarrolladas han sobrecomprado su acervo de vacunas, y tienen stocks de compras que van más allá de su población entera.

Las estimaciones de casi todos los países es que para la segunda mitad del año estos procesos de vacunación van a acelerarse.

Un tema del que hemos hablado, y que a veces uno no lo toma suficientemente serio, es que la reactivación económica va totalmente de la mano de los procesos de vacunación. No podemos pretender que un país vaya de una caída del 10% del PIB el año pasado a un crecimiento del 10% del PIB este año sin que haya una estrategia de vacunación integrada y que incluya a todos.

La situación de Guatemala es complicada en este momento, pero las perspectivas son que sí va haber una mejora en todo lo que son los procesos de vacunación hacia adelante, por eso creo que se piensa que la economía crezca entre 3.5% y 4.5% dependiendo de qué tanto se pueda acelerarlo.

Se tienen que dar a conocer las ventajas que tiene Guatemala como la cercanía geográfica, el bono demográfico, y que el país tiene el sector privado más dinámico de la región, todos estos son actores que no se están aprovechando de lleno para aprovechar las oportunidades que surgen de la pandemia. Y uno de los temas más importantes es acelerar el proceso de vacunación para complementar esa reactivación.

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Pero según datos estadísticos en Guatemala solo se ha vacunado el 1% de la población. ¿Cómo se podrá lograr esa reactivación económica si tanto el proceso de vacunación y otras decisiones dependen es los aparatos públicos?

Aquí estamos siendo un poco injustos con el aparato estatal guatemalteco porque en todos los países de Centroamérica y mundialmente, es el aparato estatal el que ha tomado todos estos procesos de vacunación, a veces cuesta despegar. Guatemala sí está relativamente con algunos rezagos, pero toda Latinoamérica los tiene cuando se compara con Estados Unidos.

Una de las cosas que yo veo más complicada en Guatemala es su amplitud y su alta ruralidad, pero también es una ventaja en este proceso porque hay muchas comunidades aisladas en las cuales no es tan fácil que el virus se propague fácilmente.

¿Si no se logra avanzar a un buen ritmo la vacunación en Guatemala como podría reflejarse en la economía?

Prat: Si hay una parte que el país tiene es su resiliencia y capacidad de optimizarse, al final es interesante, y lo que es casi un caso de estudio, es que normalmente Guatemala no va a crecer un 10% pero la pandemia demostró que tampoco se va a caer 10% aún cuando estas condiciones son negativas.

En muchas dimensiones para lograr una reactivación económica que se ha logrado en varios países es precisamente el uso de mascarilla, distanciamiento social, lavarse las manos tratar de tomar seguir esas medidas.

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¿Cuál es el escenario para Guatemala?

Prat: La proyección del Banguat es del 3.5% y 4.5% (de crecimiento) y en ese sentido el 3.5% es poco optimista de que no salga todo lo que queremos, pero si vemos la hecatombe nuclear que pasó en el 2020 y caímos 1.5% nada más, entonces pensaría que Guatemala, aunque salga todo mal, sí va a tener un crecimiento positivo, pero no puedo dar un número de ese escenario. Es casi irónico, el hecho de que Guatemala no se caiga tanto en los malos tiempos, lo que implica es que Guatemala no va a crecer tanto como sus pares en lo buenos tiempos.

Cavallo: En la perspectiva regional, la expectativa de crecimiento que existe para el 2021 es de 4.7% si se materializa el escenario que todos esperamos, que la vacuna esté disponible y se siga con el proceso de vacunación. En un escenario negativo donde se retrasan o donde hay nuevas mutaciones resistentes a la vacuna, el crecimiento podría situarse en 1.2%. Si a eso le sumaramos un rebrote que obligara a los países a implementar nuevos confinamientos como los del 2020, la caída en el crecimiento podría ser mayor y podría ser un fenómeno de lo que se llama recuperación en W.

Tomando en cuenta lo que han comentado de que se debe aprender de la experiencia ¿Cómo se puede blindar la economía ante eventos como la pandemia?

Cavallo: Hablar de blindar la economía es un concepto extremadamente ambicioso y hasta diría imposible, pero lo que la experiencia de esta crisis nos enseña es que mientras mejor preparados están los países, mejor es típicamente la respuesta y menor es el costo asociado. Por ejemplo, tener una posición sólida les permite implementar paquetes fiscales más ambiciosos o tener acceso al crédito, y amortiguar la caída, también la integración comercial y tener redes sólidas de comercio, y el tema de infraestructura es clave, no solo la infraestructura económica sino la sanitaria.

Prat: en el caso de Guatemala tenemos que ver cuáles son esas oportunidades que nos van a permitir crecer más en el mediano plazo y que esos beneficios permeen a toda la población. Se puede pensar en ejes básicos como mejorar los servicios a la población, un buen sistema de protección social.  Entre otros como fortalecer institucionalidad de atracción de inversiones, la institucionalidad fiscal y que el gasto que se hace sea de forma eficiente, que no tengan la excusa, cada vez que se habla de subir los impuestos en cualquier país de Centroamérica, de que primero se debe demostrar que se está gastando bien.

 

En la conferencia organizada por la CIG los expositores explicaron que hablar de aumentar la carga tributaria no se trata precisamente de subir impuestos, sino de buscar ampliar la base tributaria disminuyendo la informalidad. Además, revisar la estructura impositiva para disminuir el gasto tributario, pero también disminuir el hecho de que las tasas de los que sí pagan impuestos subsidien a la informalidad.

También recordaron que se expandieron los programas sociales, y ahora es un buen momento para hacer una evaluación de cuáles son eficientes y cuáles no

 

 

 

 

 

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