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Cinco desafíos a superar en la industria de la “comida a la carta”
Los estudios sobre los efectos de la pandemia en las sociedades siguen revelando cómo las industrias se han modificado, dando pasos gigantes basados en el comportamiento del consumidor.
Los resultados del estudio más reciente de Euromonitor International explica cómo se ha modificado la experiencia de oferta y demanda en la industria de los alimentos on demand o comida a la carta.
Los cambios acelerados por la pandemia, el impulso de la tecnología y las herramientas que han facilitado la vida de los consumidores, modificaron los lugares donde comemos y también cambió lo que comemos.
A medida que las líneas entre el servicio de alimentos y el comercio minorista —en el hogar y fuera de él— siguen desapareciendo, otros sectores elaboraron más comida para nosotros. Esta tendencia está dando lugar a lo que Euromonitor International ha denominado La era de la comida a la carta.
El estudio analizó los desafíos y oportunidades en este nuevo entorno mientras explora el impacto más amplio de la economía emergente de alimentos frescos.
Aquí, y para aterrizar sobre el tipo de servicios de alimentos que hace referencia la investigación, se trata de todos los comercios que tienen servicios de alimentos, que incluye las categorías de cafés-bares, restaurantes de servicio completo, de servicio limitado, puestos callejeros (quioscos) y sitios de autoservicio.
En este aspecto, pasa de alimentos y bebidas envasadas en pocos minutos —Siglo 20— a comida y bebida preparada a un “clic de distancia” —Siglo 21—.
Los cinco desafíos que enfrenta este sector se clasifican así:
- La expansión de las comidas preparadas es perjudicial para todos los fabricantes de alimentos y bebidas.
- La entrega omnipresente requiere nuevos formatos y modelos comerciales
- Más comidas preparadas no solo significa más comidas en restaurantes
- Más plataformas digitales y más agregación significan que es más fácil llegar a los consumidores, pero la participación a largo plazo es más difícil
- A medida que se expanden las comidas preparadas, se necesitan opciones más saludables y una mayor transparencia
El poder de la proximidad
Las nuevas instalaciones acercan la producción y la distribución a los consumidores finales.
Si bien los consumidores han valorado la comodidad durante mucho tiempo, lo nuevo es la velocidad a la que la tecnología aumenta constantemente la comprensión y las expectativas del consumidor de lo que es posible en términos de entrega.
La entrega en el mismo día ha dado paso, rápidamente, a una serie de conceptos que buscan proporcionar una variedad cada vez mayor de alimentos envasados y preparados en 30 minutos o menos.
Los nuevos “centros de distribución de comidas”
Las líneas se difuminan entre los canales en casa y fuera de ella, a medida que se expande la entrega.
Con el antiguo modelo de venta minorista de comestibles, centrado en el abastecimiento regular de los consumidores, bajo ataque desde múltiples enfoques, los productos recién preparados para el consumo doméstico se convertirán en un componente más importante de lo que hacen los minoristas de comestibles, mientras que al mismo tiempo se convertirán en un componente más importante de lo que hacen los restaurantes, como la comida preparada amplía su participación en todas las ocasiones para comer.
La comida y la bebida como moda
La aparición de un sistema alimentario global mucho más optimizado para la entrega hará que muchas más ocasiones sean “opcionales para cocinar”.
Los alimentos preparados por otros y entregados al consumidor se volverán competitivos en precios con cada vez más categorías de alimentos y bebidas envasados.
Liberados de la preparación diaria de alimentos, más consumidores tendrán tiempo para reflexionar sobre las opciones y sus gustos. Entonces, la comida se convierte tanto en una expresión de identidad personal, como en lo que vestimos, acelerando un proceso que ha ganado fuerza a lo largo de los últimos 50 años.
La evolución de comer bocadillos
Durante gran parte del Siglo 20, las marcas de alimentos y bebidas han obtenido importantes beneficios al garantizar que sus productos estén fácilmente disponibles en los “puntos de deseo”, esos momentos en los que los consumidores buscan un bocadillo o un bocadillo en este momento y están dispuestos a pagar por él.
Sin embargo, la entrega reordena completamente esta geografía: menos viajes al supermercado (o tienda de conveniencia) significan menos compras impulsivas en general, dada la naturaleza planificada de muchas compras de comercio electrónico.
Una discusión cambiante sobre salud y sostenibilidad
Las empresas de alimentos y bebidas envasados han estado bajo una inmensa presión en los últimos 20 años con respecto al contenido de sus productos, y se ha prestado comparativamente menos atención a muchas marcas de servicios de alimentos, y las comidas fuera de casa todavía se consideran en gran medida un lujo.
Las comidas preparadas y entregadas representan más ocasiones, sin embargo, es probable que esto cambie, al igual que las ofertas que se ven en los servicios de entrega de terceros.
Es más, la expansión de las comidas entregadas conducirá inevitablemente a una mayor atención por parte de las autoridades de salud pública.
Reacciones
Enrique Lacs, director ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB), dijo que hay tendencias mencionadas en el estudio que no son nuevas pero que la pandemia del coronavirus las impulsó más.
Una de esas tendencias es la de alimentos preparados, que puede ir desde una ensalada, hasta un platillo con mayor tiempo de preparación.
La compra de comidas preparadas ya se encuentra en la canasta básica de consumo en Guatemala desde hace varios años, añadió. Muchas personas y familias ya las consumían, pero por movilidad en las ciudades, que no les permitían regresar a almorzar a su hogar.
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Durante el 2020, por la pandemia, y aún en el 2021, se habría usado menos por un tiempo, por el confinamiento, las restricciones y también porque no a todas las familias su presupuesto les permite comprar afuera, explicó.
Sin embargo, considera que poco a poco la tendencia de compra de alimentos preparados irá regresando conforme se vaya normalizando la movilidad principalmente por cuestiones de trabajo, y posiblemente algunos presupuestos familiares ya les permitan hacer esa compra.
Según Lacs, no se explica el concepto que usa Euromonitor para alimentación saludable y preparada. En el caso de Guatemala dijo que hablar de alimentos saludables aún no es un parámetro tan arraigado en la población.
Como sector de alimentos y bebidas, son proveedores de todos estos comercios que preparan alimentos como restaurantes hoteles, empresas de catering, cadenas de supermercado, y han observado el cambio de demanda en este año y medio.
Ricardo Rodríguez, analista de Cabi, dijo que no conoce detalles del estudio de Euromonitor, pero que a nivel general los sectores de alimentos y bebidas, así como el del agro, son de los más sólidos, reportando el año pasado un crecimiento.
Respecto al posible consumo de alimentos preparados, refirió que el año pasado cayó la movilidad, pero ya se recuperó a niveles de la prepandemia y están en un indicador de 106 sobre 100 que se le asigna a los meses antes de la pandemia.
Sin embargo dijo que dicho medidor de la movilidad, basado en datos del Google Mobility Report, no mide la permanencia de las personas en el establecimiento o fuera del hogar como para definir si también se ha recuperado a la misma velocidad las compras como alimentos preparados.
Lo que observa, es que si bien la movilidad mejoró, no hay la misma aglomeración que antes, por lo que habría que evaluar si las personas tratan de permanecer menos tiempo en los establecimientos.
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*Texto basado en el estudio The Era of Food on Demand elaborado por Michael Schaefer, director de investigación de bebidas y servicios alimentarios en Euromonitor International.