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Desaparece la banca off shore: Cómo quedarán los números de la plaza fuera de Guatemala y qué implica su salida

Luego de que había 14 entidades fuera de plaza en el año 2000, ahora funcionan solo cuatro y ya tienen sus meses contados en el país.

Banca off shore en Guatemala

La banca off shore dejará de operar en Guatemala. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

En el ámbito financiero, se utiliza el término off shore para hacer referencia a actividades económicas, sobre todo de inversión, depósitos de ahorro, cuentas monetarias o plazos fijos en moneda extranjera (principalmente dólares estadounidenses), que se realizan fuera del propio país, a través de empresas o cuentas bancarias creadas en centros financieros que funcionan en países considerados de baja tributación.

Para la mayoría de los inversionistas, las off shore no son muy conocidas, a pesar de que sus inicios se remontan en la década 1990 y una de las pioneras es Westrust Bank-International Ltd., que surgió como una sociedad entre el desaparecido Banco de Occidente, el Banco Granai & Townson y el Banco Industrial. Posteriormente Banco de Occidente y Granai & Townson, vendieron su parte al Banco Industrial, y luego ambas entidades formaron su propia off shore.

Con los años, llegaron a existir hasta 14 de estas entidades, pero luego, el número disminuyó debido a los procesos de fusiones bancarias desde los años del 2000, y hoy solo funcionan Westrust Bank (International) Limited; Mercom Bank Ltd.; Bac Bank Inc.; y GTC Bank Inc., todas las cuales solamente podrán funcionar durante el resto del año.

Sus números

Al hacer un balance de los activos y cartera de créditos de las off shore del 2012 para julio último, registra una disminución paulatina, que puede ser hasta ordenada, pues el total de sus activos en estos 10 años indica una baja del 70%: los activos netos reportados en diciembre del 2012 eran de Q24 mil 141 millones y hasta julio pasado sumaban Q7 mil 484 millones.

Sus inversiones en 2012 eran de Q8 mil 134 millones y a julio último ascendían a Q2 mil 630.9 millones, para una caída del 67.6%, aunque solo en enero de este año, el monto era de Q4 mil 838 millones.

En la cartera de créditos se observa la misma tendencia, pues pasó de Q13 mil 452 millones a Q2 mil 27.9 millones, para una disminución de 84%.

Al desglosar la cartera de crédito por agrupación al 31 de julio último, el empresarial mayor tiene una participación del 90% con Q1 mil 985.49, ya que el saldo total reportado al 31 de julio último es de Q2 mil 202 millones.

 

Traslados

En una entrevista con Prensa Libre, Érick Armando Vargas Sierra, jefe de la Superintendencia de Bancos (SIB), informó que, de acuerdo con el sector bancario, se decidió que las empresas off shore desaparecieran, como una recomendación de organismos internacionales, ya que era el único país que contaba con este tipo de entidades.

“Se está en el proceso de trasladar todas las operaciones de las off shore a los bancos y el 31 de diciembre será su último día de existencia”, precisó al agregar que ello se debe a que ya no tienen  razón de ser porque este tipo de banca se utilizaba para obtener depósitos en dólares y los intereses no pagaban el impuesto sobre la renta (ISR). Pero al autorizarse que los bancos ya podían manejar cuentas en dólares, las off shore dejaron de ser una opción.

El exsuperintendente de Bancos, José Alejandro Arévalo, comentó también que las offshore surgieron hace como uno 30 años cuando había control de cambios y una situación de poca libertad con relación al financiamiento al país. “Pero actualmente, creo que casi ningún país en Centroamérica tiene off shores que sean propietarias de bancos nacionales. Entonces ese es un buen avance”.

Y también recordó algunos casos en los que algunas de estas entidades les “quedaron mal” a sus depositantes, como el caso de Bancafé y el Banco de Comercio. Ese dinero no estaba protegido por la legislación nacional ni por el Fondo de Protección al Ahorro (Fopa). Entonces, cuando quebraron, dejaron a mucha de gente sin el respaldo del Estado”.

Por lo tanto, considera que su cierre es una medida positiva, porque ya son entidades obsoletas e innecesarias.

Esa misma posición refleja Alfredo Rivera, consultor en tema de inversión, en el sentido de que las off shore “simplemente ya no tienen razón de ser ni las posibles ventajas que ofrecían”, así que los bancos locales, por su propia naturaleza, están absorbiendo los activos de los clientes que se encontraban ahí.

“No hay un cambio fundamental, como para que el inversionista se pregunte ¿ahora que voy a hacer? Simplemente, si alguien tenía su dinero invertido en una off shore que pertenece a un grupo financiero, ahora su dinero va a estar en ese mismo banco local y continuará teniendo sus ahorros expresados en dólares”, precisó.

Beneficios y riesgos

Aunque en Guatemala ya no existirán las off shore como tal, hay muchas que continuarán existiendo en otros países e incluso, en la región Centroamérica muchas off shore, por lo que los inversionistas que así lo deseen, podrán operar con ellas. Sin embargo, se deben considerar sus beneficios y riesgos.

Entre las ventajas sobresale que los servicios de las off shore fueron muy solicitados sus servicios en el mercado financiero guatemalteco para poder manejar cuentas en dólares, sin mayores controles.

Pero por el lado de los riesgos, son bajos si están reguladas en su país de origen. Si no es así, los recursos pueden perderse.

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