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En el 2023, se prevé que la deuda pública aumente a Q238 mil millones, a pesar del incremento en la recaudación

Tras la aprobación del presupuesto estatal para el próximo año, el saldo de la deuda pública también se va a incrementar en más de Q18 mil millones.

Deuda publica 2023 Guatemala

Los diputados del Congreso aprobaron la contratación de nueva deuda pública para financiar el presupuesto 2023. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

De todos los indicadores financieros, uno de los que mantiene un incremento constante es el saldo anual del endeudamiento público que se contrata por medio de préstamos externos y bonos del Tesoro, que son fuentes de financiamiento para la ejecución del plan de gasto.

El pasado 24 de noviembre el Congreso publicó la “Ley del presupuesto general de ingresos y egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2023” decreto 54-2022, por un monto de Q115 mil 443 millones 737, que se financiará con ingresos corrientes por Q90 mil 971 millones (Q86 mil 247 millones provendrán de ingresos tributarios que deberá cobrar la SAT); Q122 millones con ingresos de capital; Q122 millones; y Q24 mil 349 millones de otras fuentes financieras.

La contratación de nueva deuda por medio de bonos del Tesoro será de Q12 mil 775 millones, mientras que los préstamos externos sumarán Q3 mil 96 millones, para un total de Q15 mil 871 millones, pero también se tiene que incluir el pago del servicio (intereses y capital) por Q8 mil 477 millones 872 mil.

El saldo en 2022 y 2023

Hasta octubre último el reporte de Operaciones de Crédito Público del Ministerio de Finanzas (Minfin) ubica el saldo de la deuda pública en Q214 mil 453 millones, mayor en unos Q10 mil millones en comparación con el cierre del 2021, cuando sumó Q204 mil 666 millones, pero hay que esperar hasta el cierre del ejercicio.

Respecto al producto interno bruto (PIB) el indicador se ubica en 29.9%, según el reporte, para una leve disminución respecto a 2020 (31.6%) y 2021 (30.8%) sobre lo cual, el viceministro de Finanzas, Saúl Figueroa, declaró que aún está pendiente la colocación de un tramo de bonos del Tesoro que se aprobó en este año.

De acuerdo con el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) el saldo de la deuda pública en 2022 será de terminará en 30.3% del producto interno bruto (PIB), que equivaldría a unos Q220 mil millones, pero se aclara que se deberá verificar las cifras cuando sea el cierre del ejercicio.

En cuanto al 2023 y con los datos establecidos en el presupuesto, el saldo de la deuda pública oscilará en unos Q238 mil millones, para un 30.7% del PIB (un aumento del 0.4%).

Es decir que el saldo con los acreedores del país aumentará en unos Q18 mil millones, que “no serían necesarios en su totalidad, si en el plan de gasto se hubieran incorporado una verdadera estimación de la recaudación para el próximo ejercicio fiscal”, señala ese centro de investigación.

En todo caso, el Icefi proyecta que hay una subestimación en la cobranza de impuestos durante el año próximo por unos Q8 mil millones, “por lo que habría la necesidad de contratar deuda, pero no tanto”, ya que en términos netos, los nuevos compromisos sumarán esos Q18 mil millones, pero a la vez habrá amortización.

Riesgos fiscales

Durante una presentación del Minfin respecto a los riesgos fiscales previstos para el 2023, se incluyen los de deuda pública y el de sostenibilidad de deuda: análisis histórico, vulnerabilidad del perfil de la deuda y el comparativo con otros países; y análisis de mediano plazo de los flujos creadores de deuda, pruebas de tensión y análisis estocástico.

En el apartado de riesgos fiscales de la deuda pública en general destaca que Guatemala se caracteriza por un manejo prudente de la deuda, al disminuir su ratio deuda/PIB a 30.8% en 2021 y se prevé en 31.3% al cierre del 2022.

O sea que los indicadores de vulnerabilidad están debajo de los límites recomendados por organismos internacionales y en comparación con Latinoamérica, se tienen indicadores debajo de la media de deuda/PIB, deuda/ingresos.

Y el perfil de vulnerabilidad de la deuda pública en 2022, se mantiene estable respecto a la alerta temprana y la alerta alta en indicadores como: cambio de la deuda de corto plazo; deuda externa como porcentaje del total; deuda en moneda extranjera; y deuda total.

En el mismo documento se indica que de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento económico contribuirá a disminuir el indicador deuda/PIB, pero los intereses harán presión al alza. Además, que existe un 50% de probabilidad de que la deuda se encuentre entre 29.2% y 32.6% del PIB para 2023.

 

Subestimación de las cifras

De acuerdo con el economista Fredy Arizmendy Gómez, exfuncionario del Minfin en el área de Crédito Público y director de la firma Cardinal, la nueva deuda pública a contratar para 2023, se sumará a la acumulada en los últimos 20 años, y se proyecta que el indicador de deuda pública crecerá más que el PIB.  “Quitando los años influidos por la pandemia, la deuda está regresando a sus niveles normales, cuando crece más que la economía”.

A la pregunta ¿por qué la deuda crece, aun con saldos de caja?, respondió que lastimosamente, en Guatemala no se cuenta con estrategias de deuda, para que impacten en reducir los montos y la política fiscal es producto de la tendencia y gradualista.

Al aumentar la deuda, también sube el servicio de la deuda y que cada año, los pagos son mayores. “Para el 2023 habrá un efecto mayor por el aumento de las tasas de interés, así que no es un buen año para endeudarse más. En el presupuesto de gasto para 2023, se programó Q16 mil 141 millones para deuda pública, y es el segundo rubro más alto, luego del presupuesto al Ministerio de Educación (Mineduc) por Q22 mil 254 millones”, explicó.

En ese sentido, Abelardo Medina, analista del Icefi, insiste en que no hay necesidad de contratar más deuda, tal como lo aprobó el Congreso, ya que están subestimadas las cifras de recaudación para el presupuesto 2023 por cerca de Q8 mil a Q9 mil millones.  Esto, porque en 2022, la recaudación estaría cerrando en un rango de Q88 mil millones a Q90 mil millones, por lo que habrá un exceso en la recaudación.

“Entonces, no puede ser que la meta del próximo año sean Q86 mil millones. Si se cuenta con ingresos extraordinarios, lo primero que se hace es no contratar más deuda, porque esos ingresos se utilizan para pagar los gastos que se tengan, pero no se está haciendo eso y para poder cuadrar el presupuesto, se utilizan préstamos”, enfatizó.

Por lo tanto, concluyó en que ese dinero (el de los préstamos) “podrá ser utilizado para fines electorales, mientras que el exceso de caja fiscal, servirá para ampliaciones presupuestarias tendientes a aumentar el gasto con fines políticos y eso puede ocurrir entre febrero o marzo del otro año”.

El otro punto que mencionó, es que se debe subestimar la meta de recaudación, para no dejar que se vaya la actual autoridad tributaria “y se encontró ese mecanismo para justificar el gasto con recursos de caja disponibles”.

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