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Las condiciones en que viven los niños en prisión y los efectos en su desarrollo
Ley penitenciaria determina que debe haber guarderías, pero no alimentos para niños.
Unos 78 menores de edad cohabitan con su progenitora que se encuentra en prisión. (Foto: Prensa Libre Sistema Penitenciario)
Juan Pablo tiene 4 años y de lunes a viernes se despierta a las 6 horas, cuando suena el despertador. Por lo general, a ese sonido le sigue un beso de su padre, quien le recuerda que su clase virtual comenzará en hora y media, pero antes debe desayunar y preparar sus útiles escolares. El ruido de las noticias en la radio invade la casa, mientras la madre del pequeño cocina y se percibe el olor a frijoles.
La historia es distinta para otro niño, en otro lugar del país.
El reloj marca las 4 horas. En el silencio y la oscuridad del momento se escuchan los pasos de guardias que gritan: “¡Arriba!”, a la vez que encienden las luces. Así despiertan cada mañana los pequeños que crecen con sus madres en prisión.
Andrés llora cada vez que su mamá debe asistir a una audiencia y no la puede acompañar. El pequeño no se imagina que dentro de ocho meses los van a separar porque cumplirá la edad máxima permitida para permanecer junto a ella.
Los ambientes son muy distintos para los pequeños que viven en condiciones diferentes, pero los derechos son los mismos.
De acuerdo con los registros de organizaciones sociales, en la actualidad 70 niños de 4 años cohabitan con sus madres, privadas de libertad, y 15 mujeres están embarazadas.
“No tienen controles prenatales oportunos, no hay atención médica, y mucho menos nutricional y psicológica”, ni para los pequeños ni para las mamás, comentó Magda Medina, oficial de Programas de Protección de Unicef en Guatemala.
De acuerdo con expertos, los primeros cuatro años de vida de los niños que crecen en las cárceles para mujeres transcurren en un ambiente perjudicial: no hay celdas individuales y están expuestos a varios peligros.
A fin de visibilizar a los pequeños con referentes familiares de privados de libertad, el Colectivo Artesana y Unicef han trabajado juntos un protocolo para los menores que cohabitan con su progenitora y para los que visitan los centros carcelarios, ya que “no es el ambiente idóneo para una convivencia sana y de crecimiento para los infantes”, indicó Medina.
Parte de los resultados de un análisis de Colectivo Artesa, Unicef y el SP refleja que en la época en que se endurecieron las medidas y se redujeron los horarios para visitas en las cárceles, como consecuencia de la pandemia, llegaron dos mil 748 menores a las prisiones en una semana, lo que representa 11 mil en un mes. Según cálculos del Colectivo Artesana, antes de la pandemia eran 30 mil.
Medina señaló que entre las irregularidades más preocupantes detectaron que nueve de las 22 cárceles habilitadas en el país están a cargo de la Policía Nacional Civil (PNC), y en ellas se encuentran unas mil 500 personas, de las cuales 30 son mujeres. En estos recintos permanecen dos menores junto a sus madres, uno en Totonicapán y otro en Jalapa.
Según los datos, dos mil 740 mujeres guardaban prisión hasta el 10 de marzo recién pasado, cifra que varía de forma constante.
Alimentación
La Ley del Régimen Penitenciario no obliga al SP a hacerse cargo de los menores que permanecen en las cárceles junto a sus madres. Las prisiones deben tener guarderías y personal que cuide a los niños, según el artículo 52 de dicha norma; sin embargo, no se menciona la palabra alimentación.
No obstante, el artículo 51 de la Constitución establece que “el Estado protegerá la salud física, mental y moral de los menores de edad. Les garantizará su derecho a la alimentación, salud, educación y seguridad y previsión social”.
Ante la evasiva, el Colectivo Artesana y la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (Sosep) firmaron un convenio el 19 de noviembre de 2020, que permite a la organización llevar alimentos a los niños, de lunes a viernes.
Andrea Barrios, directora de la entidad, detalló que el convenio contempla desayuno, almuerzo y dos refacciones, por lo que “se realizan los reajustes necesarios, para cubrir cena y la alimentación de los fines de semana”.
La organización distribuye alimentos para los niños en el Centro de Orientación Femenina (COF), en Fraijanes; Santa Teresa, zona 18 capitalina; Puerto Barrios, Izabal; Petén y Mazatenango. Ahora busca ampliar la cobertura a Quetzaltenango, donde siete menores de 4 años vien en la cárcel junto a sus madres.
Barrios señaló que desde hace 15 años trabajan en programas de apoyo con la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) y que las estadísticas recientes reflejan que los reclusos han procreado 70 mil niños en ese tiempo.
Interinstitucional
En la actualidad existe un protocolo de atención especializada para niños con referentes de familiares en prisión, elaborado entre Unicef, Colectivo Artesana y la Sosep, el cual se encuentra en poder de la DGSP. Este promueve mejoras internas y obliga a una coordinación con el Registro Nacional de las Personas (Renap) para registrar e inscribir a los niños que nacen en las cárceles.
El protocolo busca involucrar al Ministerio de Salud para que se hagan revisiones médicas a los pequeños y a las mujeres en estado de gestación; a la Procuraduría General de la Nación, a fin de que pueda coordinar con la Secretaría de Bienestar Social para que los pequeños reciban acompañamiento y garantizar que los familiares que los reciban cuenten con los recursos necesarios para su manutención y desarrollo.
También busca involucrar al Ministerio de Desarrollo Social, para evaluar a las familias que no cuentan con recursos económicos y apoyarlas con programas de transferencias. “Esto no se hace de la noche a la mañana, se debe construir un plan de trabajo con equipos de psicología”, dijo la representante de Unicef.
Además, los agentes de la PNC deben recibir capacitación para que los pequeños reciban un trato diferenciado. “Es la parte del rostro humano que necesitas inyectar”, expresó Medina.
¿Qué es lo mejor?
Los primeros años de vida influyen en el niño a lo largo de su vida, y la conexión de los padres con los bebés en los primeros meses define el apego, explicó Marleny Cifuentes, fundadora de Creciendo juntos en amor y respeto, y psicóloga infantil. La profesional resaltó que “el apego proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. Esa cercanía es un abono para su mente y su cuerpo”.
Cifuentes considera que crecer tras las rejas “no es lo ideal, pero en esa institución está la figura con quien tiene el vínculo desde antes de nacer: la mamá”. Añadió que, igual que la salud física, la salud mental es indispensable, pues “sin salud mental nadie logra su objetivo de ser quien debe y desea ser en la vida”.
La psicóloga Wendy Tahuite indicó que “la estigmatización es un problema social”, y a esta se enfrentan los menores que tienen padres en prisión, por lo que ve necesario “empezar por educar a la sociedad sobre los mitos que existen alrededor de estas personas”, ya que estigmatizar es una “forma de violentar”.
Ambas profesionales sugirieron la implementación de programas de acompañamiento para garantizar la protección de los menores y el apoyo de profesionales de la salud mental para las madres recluidas, a fin de lograr una crianza consciente que permita sanar heridas.
Para Medina son fundamentales los procesos de sensibilización. “Los delitos son personales. El ilícito que cometa el padre no lo debe pagar el menor, y como sociedad somos muy crueles al señalar, al juzgar”, expuso.
Para el director del Refugio de la Niñez, Leonel Dubón, los niños que están en prisión junto a sus madres se enfrentan a un doble trauma: “Crecer en estas condiciones y más traumática es la separación cuando cumplen los 4 años”.
La DGSP informó que sí cuentan con programas de intervención psicológica grupal y de terapia de apego, y que la rutina de los niños comienza a las 7 horas, con el desayuno.
Agregó que, aunque hay menores que viven en siete cárceles, solo dos cuentan con los referidos programas, y que al 29 de marzo, 71 niños vivían con sus madres en prisión.
Derechos
Los niños tienen varios derechos. A continuación, los más importantes.
- A la vida
- A la salud
- A la protección
- A la educación
- A la identidad
- A una información de calidad
- Al ocio
- A la libertad de expresión y opinión
- A la intimidad
- A asociarse
Principios fundamentales de los Derechos de la Infancia, según la Convención sobre los Derechos del Niño
- No discriminación
- Interés superior del niño
- Derecho a la vida
- A la participación