Justicia
|Suscriptores
Análisis: Cuáles son las coincidencias entre el narcotráfico, la deforestación e incendios forestales
Especialista en medio ambiente advierte que la presión del narcotráfico ha alcanzado a los recursos naturales y, en el caso de Guatemala, muchos incendios son provocados para utilizar los territorios para actos ilícitos.
Durante febrero se incrementó el número de incendios forestales. (Foto, Prensa Libre: Conred).
La deforestación es un problema ambiental, pero algunos de los factores que lo provocan son temas de seguridad nacional, sostiene Andrew Davis, investigador principal del Programa de Bosques y Gobernanza Territorial, del Programa Regional de Investigación sobre Desarrollo y Medio Ambiente.
Esta organización, con sede en El Salvador, desarrolla estudios medioambientales y, desde hace 20 años, registra los cambios en la selva petenera, principalmente, donde el narcotráfico ha tomado el control de muchos territorios, aprovechando la pobreza de la población y la escasa presencia del Estado.
Davis sostiene, en una entrevista con Prensa Libre, que gran parte de los incendios forestales en Guatemala están ligados a la necesidad de grupos del narcotráfico de tener más espacios, de ahí que acuña el término narcodeforestación y expone sus consecuencias.
¿Cree que hay coincidencia entre la deforestación, incendios forestales y el narcotráfico?
Sí, hay una coincidencia muy importante entre las rutas de tránsito de drogas, la deforestación y los incendios forestales en el país. A mediados de los 2000, surgió un fenómeno llamado la narcodeforestación, en donde actores vinculados con el tráfico de drogas lo que hacen es deforestar para plantar palma africana y ganadería extensiva. Estas actividades tienen múltiples objetivos para establecer las rutas de tráfico, digamos el control físico del espacio, pero también para generar una salida de lavado de dinero y para el control territorial en general. Esto ha sido el fenómeno central de deforestación que hemos visto en Petén en los últimos 15 años.
¿Los narcotraficantes están cambiando sus rutas, tomando en cuenta que los incendios se registran en otros departamentos esta temporada?
Hay diferentes territorialidades del país. La dinámica principal que hemos estudiado a lo largo de los años es principalmente en las zonas bajas del norte, que son Petén, Alta Verapaz e Izabal. En esa región se ha desarrollado este fenómeno especifico, eso no quiere decir que no esté pasando en otras partes del país, pero sinceramente, como no tengo suficiente información sobre otros departamentos y lo que podría estar provocando esas dinámicas, no quiere decir que sea diferentes, pero cada región tiene su particularidad en términos del uso de los suelos y, obviamente, los cambios climáticos se están dando de forma general en el país.
¿En tierras bajas del norte es donde principalmente se ha dado este fenómeno de incendios?
Es donde sí hemos visto una correlación importante entre las rutas de tráfico de drogas y los incendios no forestales y forestales, porque precisamente en esas zonas la ganadería y el cultivo de palma africana tienen otra lógica y objetivo. Además de los cambios climáticos, el manejo del suelo en realidad se hace con la lógica de estos actores que es lavar dinero y transitar la droga. No se pone atención al manejo adecuado de los suelos ni los bosques, lo que ocurre de forma contrario con las concesiones comunitarias en reservas de la Biosfera Maya, donde no hay incendios.
Esos actores que tienen ganadería y palma africana dejan secar los paisajes y provocan incendios ellos mismos o personas aledañas y se salen de control, porque no hay cuidado de la tierra, ya que, no es su interés.
¿La deforestación se incrementa conforme aumenta el tráfico de drogas?
El año 1999 fue el primer año con incendios muy fuerte en el país. Hay múltiples factores, pero sí podemos ver una correlación muy importante entre el auge de la narcodeforestación en las tierras bajas del norte, desde mediados de los 2000 y el aumento de los incendios a lo largo de Petén, pero en particular en zonas muy afectadas, como la Laguna del Tigre.
¿Cómo afecta la deforestación a las comunidades?
En casi toda la historia de Guatemala, Petén fue un departamento que recibía poblaciones, pero en los últimos 15 años se ha convertido en un territorio que las expulsa. Por el manejo de tierras y por el saqueo de los recursos naturales, no sostiene la población que vive en ese departamento, realmente es una especie de minar la base biofísica de los medios de vida de la población. No hay suficientes recursos invertidos en recuperar los suelos y restauración de los bosques, porque precisamente están manejados bajo esa lógica.
Es un impacto muy fuerte para las poblaciones que necesitan acceso a buena calidad de tierra, agua y bosques para que el clima regional sea un lugar donde se desarrolle una vida digna. Es una tendencia bastante preocupante.
¿Cuáles son los mecanismos que utilizan los traficantes para despojar y tomar el control?
Ha habido varios mecanismos a lo largo de 15 años. Es una combinación de factores económicos, por ejemplo, la construcción de la Franja Transversal del Norte facilitó económicamente la plantación de palma africana y las opciones económicas que se han desarrollado en la región. Otros mecanismos como la manipulación de títulos, las amenazas directas a comunidades y a personas específicas, donde uno por uno va amenazando a personas para tomar control sobre sus territorios y los pocos que quedan no tienen otra opción que vender. Es una dinámica un poco clásica de despojo de personas en fronteras forestales de este tipo, o en fronteras agrícolas.
Existe la particularidad de la ausencia del Estado, de mecanismos judiciales efectivos para la defensa de derechos de las personas que viven ahí.
¿Desde cuándo se agravó la narcodeforestación?
Vimos el auge a mediados del año 2000, fue cuando surgió en México un abordaje de la llamada guerra contra las drogas, y muchas de las organizaciones cambiaron su ruta con mayor peso en Centroamérica, aterrizando en lugares como la Mosquitia, Gracias a Dios y toda la costa caribeña de Honduras. Además, de aterrizar en los lugares como Izabal, Alta Verapaz y Petén. Eso fue como a mediados del año 2000 que empezamos a ver este fenómeno.
¿Qué efectos tiene la narcodeforestación en el clima?
Tiene un impacto, porque emite más gases de efecto invernadero, que es una de las causas principales que vemos a nivel mundial del cambio climático. Más o menos el 20 por ciento del cambio climático se debe a la deforestación y una gran parte de lo que ha ocurrido en Guatemala se debe a eso —narcodeforestación—.
¿Cuál es impacto que genera la narcodeforestación en la economía?
La criminalidad tiene muchos impactos a nivel nacional, la imagen de un país estable y donde se puede realizar inversión es crítico en esta etapa de globalización en la que estamos. Hay casos muy concretos donde inversionistas internacionales de distintos sectores no han invertido precisamente por esas problemáticas. La situación en general de inseguridad, en particular sobre el derecho de propiedad, es completamente lo opuesto para el crecimiento económico, porque se requiere estabilidad y seguridad para las personas que invierten saben que tendrán un retorno de su inversión.