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Lo que ocultan las cifras de una menor incautación de droga en Guatemala
Según las autoridades, la reducida incautación de cocaína en Guatemala, la menor desde el 2015, indicaría que hubo menos trasiego debido al combate al narcotráfico. Sin embargo, decomisaron droga solo en dos de nueve narcoavionetas. Cada aeronave transporta un promedio de 1 mil kg, por lo que podría decirse que 7 mil kg pasaron de largo —una cifra que supera la incautación de 5 mil 948 kg del 2022.
Fotografía de archivo de una incautación de droga, difundida el 18 de diciembre de 2022, que era transportada en una embarcación en el Océano Pacífico en costas de Guatemala. Foto Prensa Libre (Hemeroteca PL)
En la madrugada del 21 de diciembre del año pasado sucedió algo insólito. Una avioneta cargada con cocaína aterrizó a pocos metros de la playa El Semillero, en Tiquisate, Escuintla, donde varios sujetos trasladaron la droga a dos lanchas. Cuando vieron un helicóptero de la Policía Nacional Civil (PNC) sobrevolando el área y a soldados rodeando el sector, comenzaron a disparar. Las autoridades repelieron el ataque y, aunque resultaron heridos cinco soldados y los traficantes huyeron, decomisaron seis fusiles de asalto, casi 300 municiones y 1 mil 093 kg de cocaína.
El hecho de que los traficantes descargaran la droga en lanchas y no en camiones o picops para transportarla por tierra, mostró que la vía marítima también se emplea para sacar la droga del país rumbo a México. “—Esta— es una opción que se empieza a visualizar”, dice Alan Ajiatas, segundo jefe de la Fiscalía de Narcoactividad, quien señala que los traficantes eligen la ruta menos vigilada. En otro aterrizaje en Tiquisate, en abril del 2021, las autoridades encontraron una aeronave abandonada, sin señales de la cocaína ni los traficantes.
El quinto viceministro de Antinarcóticos, Fernando Rodas, indicó que en el 2022 se golpeó al narcotráfico con “acciones estratégicas” del Centro Interinstitucional contra la Narcoactividad en Guatemala (Cicnag). Rodas se refería a las tres toneladas de cocaína incautadas en la tercera semana de diciembre, aunque no explicó por qué el año pasado fue el de menor incautación desde el 2015.
El Ministerio de Gobernación (Mingob) ha destacado en declaraciones públicas la destrucción de pistas de aterrizaje y cómo las incautaciones marítimas arrebataron cocaína a los narcotraficantes. Sin embargo, la oficina de prensa del Mingob no respondió a la pregunta de Prensa Libre de por qué Guatemala incautó menos cocaína que Honduras y El Salvador.
El exministro de Gobernación, Francisco Rivas (2016-2018), lo atribuye a mayores capacidades de los países vecinos, y a acciones gubernamentales en Guatemala en colaboración con EE. UU. “Aumentar la flota de interdicción naval y la recuperación del espacio aéreo con los helicópteros y los radares ha —dificultado— a las organizaciones del narcotráfico ingresar al territorio nacional como antes, y por eso disminuyó la incautación de cocaína”, afirma. Otro exfuncionario del Ejecutivo que prefirió no ser identificado expresó que concluir que la incautación disminuyó porque se redujo el trasiego era una especulación.
Ajiatas subraya el caso Triángulo Criminal y el impacto de la captura, en diciembre del 2021, de Carlos Enrique Durán Cáceres del subjefe de Control de Radares de la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG), quien retrasaba la información de detección de vuelos para demorar la reacción de las autoridades a los aterrizajes. “Sospechamos que perder ese eslabón mermó la capacidad —de los narcotraficantes— para asegurar los cargamentos, —porque— notamos un aumento en Honduras de trazas y aterrizajes ilegales”, precisa Ajiatas.
No obstante, cuando se capturó al oficial de la FAG, los aterrizajes ya se habían reducido de 60 en el 2019, a 20 en el 2021, según el Ministerio Público (MP) y la cartera de la Defensa. Además, la capacidad de incautación de droga traficada por aire cambió poco. En el 2019 se halló droga en nueve de 60 casos, y el año pasado, en dos de nueve aterrizajes.
El exfuncionario del Ejecutivo que pidió el anonimato dijo que no se explica cómo el narcotráfico tiene recursos para esperar a las aeronaves en autopistas remotas, pero el Ejército no.
El otro gran decomiso de una aeronave del narcotráfico en el 2022 tuvo lugar en abril en Purulhá, Baja Verapaz, donde el aparato se accidentó. No fue un aterrizaje planificado —se presume que se dirigía a Alta Verapaz—. El lugar era tan inaccesible por tierra, que los soldados que cargaron con los 1,065 kg incautados debieron caminar siete horas para llevar la droga a la instalación militar más cercana, según el vocero del Ejército, Rubén Téllez.
Incautación de droga, más efectiva por mar
El 65 por ciento de la droga incautada en el 2022 llegó al país por mar —en especial el Pacífico— y el 34 por ciento por aire, cuando hace tres años era al revés. “Las vías —marítima, aérea o terrestre— no se alteran. Tienen altas y bajas, de acuerdo con lo que sea más seguro”, explica Ajiatas.
De hecho —aun con la disminución de intercepciones— las aeronaves siguieron llegando a tres de los seis departamentos donde más tocan tierra desde el 2019: Petén, Alta Verapaz y Escuintla, donde la droga no es incautada después de la mayoría de los aterrizajes. Según el fiscal, los cargamentos que llegan desde Sudamérica son voluminosos y al llegar al Istmo se segmentan para su traslado a México.
Datos oficiales indican que el año pasado solo el 1 por ciento de la cocaína incautada ingresó al país por tierra. Es un porcentaje bajo al considerar que cada aeronave transportaba en promedio 1 mil kg, y que si las autoridades no hallaron cocaína después de siete aterrizajes, los narcotraficantes cargaron con al menos 7 mil kilos —una cantidad que supera la incautación de 5 mil 948 kilos de todo 2022—.
Desde el 2019, Petén fue el primer o segundo departamento con más incautaciones de cocaína: entre 3 mil 300 y 9 mil 900 kilos por año. Pero en el 2022 la PNC no reporta nada, aunque hubo tres aterrizajes en ese departamento. En Alta Verapaz, hubo otros tres, pero las autoridades solo decomisaron 2 kg.
Solo Escuintla refleja incautaciones altas. Desde el 2019 ha estado entre tercero y quinto lugar en decomisos, aunque el año pasado fue el primero con droga incautada en tierra y mar. En lo que va de enero, la PNC incautó 505 kg ocultos en un contenedor en Puerto Quetzal, Escuintla.
“La vía marítima termina siendo la más utilizada”, dice Ajiatas, no solo respecto de las embarcaciones pequeñas, como en el caso de Tiquisate, sino también de los contenedores, para ocultarla entre la voluminosa carga comercial marítima.