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Guatemala y Belice, los únicos aliados que le quedarán a Taiwán en Centroamérica
Analistas creen que romper relaciones con Taiwán e iniciarlas con China debe analizarse con mucha cautela.
Un trabajador municipal limpia el busto del expresidente de Taiwán Sun Yat-sen, colocado en la plaza República de China (Taiwán), donde aún se observa la bandera de esta isla. (Foto Prensa Libre. AFP)
La influencia de China parece que se expande rápidamente en el mundo y se ha hecho de bastantes aliados diplomáticos en poco tiempo. Desde África hasta el sureste asiático y, por su puesto, en Latinoamérica.
Honduras se convirtió en el país más reciente en anunciar el inicio de relaciones diplomáticas con China, lo que significa que automáticamente dejará de tenerlas con Taiwán, isla a la que Pekín considera un territorio insurrecto, pero que, asegura, les pertenece.
El gobierno de Xiomara Castro arguyó razones económicas para justificar la ruptura de relaciones diplomáticas con Taiwán. En concreto una negativa a condonar o reestructura la deuda de US$600 millones que Honduras mantiene con Taiwán, y a aumentar la cooperación.
Al formalizarse el anuncio, Guatemala y Belice serán los únicos aliados que le quedarán a Taiwán en Centroamérica. Costa Rica fue el primero en decantarse por el gigante asiático, en 2007; le siguió Panamá, en 2017; República Dominicana y El Salvador lo hicieron en 2018, y finalmente Nicaragua, en 2021.
Ya hay comercio con China
Sin embargo, a pesar de que Guatemala ha mantenido su respaldo a Taiwán desde 1970, ha cultivado vínculos comerciales con China. El año pasado, el intercambio comercial superó los US$3 mil 200 millones.
Sumado a este intercambio, en el país existe una Cámara de Cooperación y Comercio Guatemala-China cuyo fin es estrechar vínculos entre ambas naciones.
La pregunta que surge a raíz de la iniciativa hondureña es si Guatemala en algún momento podría pensar en hacer lo mismo, y si iniciar vínculos diplomáticos con China sería beneficios para el país.
En principio, China representa un mercado de mil 400 millones de personas, pero incrementar las exportaciones con ese país no es sencillo, coinciden analistas.
El diario La Prensa de Honduras cita declaraciones de un analista costarricense quien opinó que, luego de 15 años de iniciadas las relaciones diplomáticas de Costa Rica con China “no se ha sacado provecho” económico al acercamiento que comenzó en 2007.
En el mismo artículo, otro analista, de El Salvador, país que tiene relaciones diplomáticas con Pekín desde 2018, expone que fue un “error” creer que la economía de los países centroamericanos crecería de manera “exponencial” al generarse los vínculos con el gigante asiático.
Se debe analizar
Lourdes Balconi, decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar y magister en Estudios de Asia Pacífico, comenta que Honduras pudo haber hecho una lectura equivocada si su intención de formalizar relaciones diplomáticas con China es mejorar su economía.
Afirma que el país asiático actualmente atraviesa problemas financieros dado su política de cero covid-19 que repercutió en una menor producción y multimillonarios gastos en la construcción de instalaciones para cuarentenas lo que lo llevó a reducir el ritmo de préstamos que otorga.
Balconi subraya que quienes venden la idea de que asociarse con China es mejor suelen afirmar que acceder al mercado más grande del mundo los hará salir de los problemas económicos, pero ejemplos como el de Costa Rica demuestran que no es así.
“Para tomar decisiones acertadas, los países deben revisar datos y entender que algunas políticas de los estados pueden ser pantallas iniciales sin tener nada en concreto”, expuso la académica.
Además, resalta que Guatemala ha sabido mantener intercambio comercial con China y al mismo tiempo reconocer a Taiwán lo que le ha valido cooperación técnica, financiera y académica de este, por lo cual no habría por qué iniciar relaciones diplomáticas con Pekín y perder el apoyo de la isla.
Balconi concluye en que “Guatemala debe quedarse con su aliado histórico”, en referencia a Taiwán. Asimismo, descarta que se produzca un efecto dominó a raíz del anuncio del Gobierno de Honduras, porque cada país que se ha decantado por China ha tenido razones específicas.
“A la hora de analizar los datos, no hay discusión de que Taiwán contribuye más a Guatemala de lo que el boom de una diplomacia de préstamos —con China— podría representar”, añade. Esta potencia, a su juicio, tiene sus intereses bien establecidos los cuales están orientados al aprovechamiento de los recursos para fines energéticos y tecnológicos.
Cautela
Pablo Rangel, internacionalista y profesor universitario, coincide en que hay que tener mucha “cautela” al momento de analizar una relación diplomática con China y hacer análisis financieros a corto y largo plazo para determinar qué puede pasar en 20 años con los préstamos que se reciban hoy.
Lo mejor, apunta, sería continuar con el respaldo a Taiwán a cambio de más recursos para el país. Añade que el intercambio comercial con China siempre se mantendrá, independientemente de la postura que respecto a la isla adopte Guatemala.
Rangel critica la “diplomacia de préstamos” del gigante asiático porque es una forma de endeudar a los países al dar grandes capitales que, si bien pueden transformar el panorama de estas naciones, terminan por enriquecer solo a ciertas élites.
“Habrá que ver que tanto el comercio se vería afectado al estar del lado de China”, subrayó el internacionalista. “Más que un daño a EE. UU., creo que sería un daño para nosotros porque somos una economía muy pequeña”.
Gana terreno
El analista político Jorge Aguilar Wong considera que el terreno que China ha ganado en Latinoamérica en parte se debe a que EE. UU. “se durmió” y “no vio venir” la vertiginosa crecida de la influencia de Pekín en la región, ya que aprovechó los vacíos dejados con el interés de redirigir a su favor el apoyo que varios países mantuvieron por décadas a Taiwán.
Aguilar Wong añade que no es malo abrir prácticas comerciales o mercados en otros países, el problema es cuando se involucran intereses políticos o ideológicos que pueden comprometer a un país a enfrentarse con otro, como es el caso de lo que sucedería entre Guatemala y EE. UU.
En ese sentido, el analista considera que Guatemala al mantenerse fiel a Taiwán debería sacar provecho de esa postura frente a EE. UU. y negociar beneficios para el país, por ejemplo, en cuestiones migratorias para los millones de guatemaltecos que radican en la unión americana.