Escenario
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Joam Solo, un poco más allá del teatro
Arquitecto, empresario, productor, director y actor son solo parte de los papeles que Joam Solo interpreta en esta vida. En la pausa obligada de la pandemia sus planes continúan.
Joam Solo actor reconocido en el mundo del teatro. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)
Su nombre real es Joaquín Estuardo García Cacacho y se hace llamar Joam Solo. Es un juego de palabras por Joaquín y Solo porque en su filosofía de vida reconoce que aunque estemos rodeados de familia o acompañados por una pareja o hijos, cada uno va con su batalla personal.
Al momento lleva 39 años de carrera artística. “He encontrado la felicidad haciendo lo que me gusta y de alguna manera encontré cómo encaminar mis dones”, dice mientras recuerda y comparte parte de su historia.
Vive una niñez felíz y tranquila junto a sus padres Joaquín Isidro Y Thelma Miriam y sus hermanos gemelos seis años menores que él, Edgar Raúl Y Thelma Lucrecia. Estudia su primaria en el Liceo Canadiense y la secundaria y diversificado en el Colegio San José de Los Infantes. Su imaginación le lleva a jugar en su infancia con la forma de las nubes, disfrutaba de ver televisión y desde ahí se impresiona con personajes de ficción como Batman y otros superhéroes de la época.
Joaquín Estuardo García Cacacho, Joam Solo, al cumplir un año de edad. (Foto Prensa Libre: cortesía)No recuerda con exactitud la fecha en que vio su primera obra de teatro, pero sí que fue en el Conservatorio Nacional de Música, Germán Alcántara, en donde se presentó Marcelino pan y vino, y además grabó en su memoria acercarse en esa ocasión al escenario sorprendido por la escenografía y de cómo frente a sus ojos se había creado otra realidad.
Ingresa a la carrera de arquitectura en la Universidad Rafael Landívar. Es ahí cuando entra a formar parte del grupo de teatro de su facultad llamado La mancha, allí participa entre 1980 y 1982 en tres montajes como actor en dicha agrupación.
Su encuentro profesional con el teatro es en 1982, en una tarde de sábado sale a relajarse de una semana llena de trabajo en su carrera llena de planos y diseños. Al vivir en el Centro Histórico se encamina al cine Lido, pero al pasar por el desaparecido Teatro Gadem ve que en ese momento hay una audición. Entra y el director Ricardo Mendizábal lo selecciona para su primer papel, sería Teobaldo, en el montaje de Romeo y Julieta.
Explica que cada uno de los personajes que ha interpretado son fabulosos. Disfruta de ser villano, como Teobaldo. “Los villanos tienen muchas facetas, un villano no puede ser lineal, debe tener facetas y colores. Si fuera malo todo el tiempo, no será creíble el personaje”, describe.
“Cuando se está en las tablas uno deja de ser. El director Ricardo Mendizábal, que en paz descanse, decía “dejen la mochila que son ustedes mismos en la entrada del teatro y conviértanse en algo más”, y “realmente así es”, explica. Ejemplifica que el teatro es un juego que aunque se hace metódico y es un trabajo profesional; es un intercambio, “una dualidad cómplice y ritual entre el público e intérpreta y eso es lo que hace la magia en este arte”, expresa.
En 1986 se gradúa de arquitecto y desde ahí también ha desarrollado una labor docente. Además de emprender otros negocios relacionados con sus profesiones.
Después de la experiencia con Mendizábal es llamado por los directores como Dick Smith, Guillermo Ramirez Valenzuela y Julio Diaz demostrando su talento en la comedia, el drama y la tragedia. Participó en proyectos como La Casamentera, de Thorton Wilder, Amadeus, de Peter Shaffer y Los dos mellizos, de Plauto, entre otras.
Su primera vez como director fue emblemática. Ramírez Valenzuela en 1988 lo invita a participar dirigiendo una obra con parte del Grupo Diez en un festival de teatro guatemalteco, La sirena varada de Alejandro Casona. Era algo que no esperaba y se convierte en un reto personal apoyado por su amigo y director.
En 1988 y 1989, forma parte de dos montajes para la Revista Musical de Oscar Thamar, los cuales son presentados en el desaparecido Restaurante El Kayuco. En 1989, dirige su primera obra para niños y recuerda su propia niñez con Marcelino Pan y Vino, de José María Sánchez y es llamado como actor y escenógrafo para la puesta en escena de La Profecía, a cargo del director francés Jean-Yves Peñafiel, la cual fue presentada en Guatemala, en el Festival de Cádiz en España y en Francia en 1990.
Solo también ha compartido sus talentos frente a las cámaras. Al momento lleva nueve películas y seis cortometrajes. Entre ellas está La casa de enfrente que marca un antes y un después en las películas guatemaltecas, recuerda.
Además es director de producción de la película La Vaca, actor en VIP, La otra casa, Looking for Palladin y El tamalón navideño, por recordar algunos de los trabajos.
También ha participado en la actuación de series de televisión como Santos y Morena, esta última quedó sin ser estrenada.
Solo expresa que es amante del cine. En DVD tiene más de cuatro mil películas aunque el streaming ha venido a cambiar sus hábitos y disfruta de estos servicios.
El emprendimiento como empresario
Es en estos años que también hace su primera escenografía para la obra Maribel y la Extraña Familia en 1984, trabajo por el que fue nominado al premio Opus 1985. A partir de allí, empieza a trabajar en el montaje de la mayoría de escenografías en las obras que participa y a ser reconocido en este ámbito.
Después de varios años de trabajo independiente en el campo de la escenografía se atreve a formar su propia empresa para crear sets de televisión, apoyar al lanzamiento de productos, stands promocionales y otros proyectos. En 1992 funda el Estudio de experimentación en Creaciones Virtuales, Escenográfica. Desde entonces a la fecha Solo estima que ha estado en cerca de 1,350 proyectos. A la vez, también ha diseñado y construido algunas casas y remodelaciones
Aunque sí comenta que es en la escenografía donde más ha concretado sus ideas y sueños, porque en pocos días puede ver el fruto de sus diseños en espacios transformados. Dentro de los proyectos más ambiciosos han estado el crear un circo dentro de un hotel para un lanzamiento de una empresa de helados, así como preparar durante 18 años los escenarios para la Teletón y para la inauguración y clausura de los Juegos Centroamericanos en el 2001, sin olvidar la participación como director de arte y realizador en el documental “El Gran Maya”, del canal estatal y educativo de corea del Sur, EBS.
Pero, Solo también se lanzó en un proyecto propio y creó Solo Teatro, un espacio que vivió 15 años ubicado en la Avenida Las Américas.
Es en mayo del 2005 que inaugura este proyecto. Este local, que era conocido antiguamente como cine y posteriormente como Teatro Las Américas, fue abandonado por distintas razones y bajo el diseño arquitectónico del mismo Solo, se transformó.
Solo Teatro se abrió no solo para darle espacio a sus obras sino a diversas producciones. Desde de inauguración de su teatro hasta la fecha, él ha puesto en escena como director y productor 18 piezas teatrales, entre las que destacan El Cuarto de Verónica, de Ira Levin; Doña Barbara, adaptación de la novela de Rómulo Gallegos, La Historia de un Pepe, adaptación de la novela de Salomé Gil, Closer, de Patric Marber y Terapiados, de Creación Colectiva, esta la última llegó a escena antes de la pandemia.
El 20 de mayo pasado entrega el local. “Solo Teatro murió de covid-19”, dice el actor mientras espera que al pasar esta crisis, el espacio resucite en otro lugar.
Por ahora, para generar ingresos Solo está vendiendo parte de sus activos. “El grupo artístico es y será de los más golpeados dentro de esta pandemia”, reconoce el artista.
En paralelo se encuentra con una nueva propuesta que trabaja junto al equipo de Cinema 502. El proyecto es Solo Teatro en tu sofá, en la que se está creando una serie de 12 capítulos, un show de variedades con una línea argumental cómica para llevar a las diferentes pantallaS de hoy. Más de una veintena de reconocidos artistas estarán involucrados en crear esta nueva plataforma que proximamente buscará alianzas y patrocinios.
A futuro, espera que todo vuelva a una normalidad relativa, pero por ahora es importante pensar en una reestructura del teatro como se conocía y la implementación de cambios profundos.
A futuro espera que todo vuelva a una normalidad relativa, pero por ahora es importante pensar en una reestructura del teatro como se conocía y la implementación de cambios profundos.
“Una posibilidad es el teatro al aire libre, pero eso nos dejaría fuera durante los meses de lluvia, se habla además en espacios en que el público llegue a ver desde sus carros y es importante evaluar la capacidad de los otros lugares y la inversión en bocinas y otros detalles, existen incógnitas todavía de qué pasará con los actores en escena, el uso de mascarillas o el distanciamiento social”, entre otros temas, comenta.
Solo desde el 2019 se ha reunido con un buen porcentaje de los productores de teatro independiente, que suman alrededor de 33 artistas en estos momentos y están creando una Asociación llamada Artífices, la cual preside actualmente. Como junta directiva se reúnen varios días cada semana y esperan estar constituidos por completo entre agosto y septiembre.
Ahora les corresponde unirse y trabajar juntos frente a este problema mundial que les ha puesto como gremio en un período de hibernación y buscar opciones en las que regresen a ofrecer al público actividades en las que siga disfrutando del arte en las tablas.
También se espera el apoyo de las autoridades y que económicamente se encuentren soluciones para el gremio, agrega.
En un mensaje a los nuevos talentos expresa que estudien mucho. “Hoy tienen a un clic la información, en Internet podrían conocer cómo es el teatro en Europa, en América del Sur y participar de los eventos mundiales en cualquier lugar. “Pregunten todo el tiempo y manténgase atentos para conocer estas realidades y apropiarse de este arte”, concluye.
El cuarto de Verónica
Esta obra se estrenó en 1996. El reconocido artista, actor y director Luiz Tuchán la mencionó en una charla, así que en ese tiempo en que el Internet no era tan famoso, Solo mandó a traer la obra a la editorial Samuel French.
La pieza es de suspenso y fue montada junto a artistas como Xavier Pachecho, María Teresa Martínez, Patricia Orantes y William García y ese año además de su éxito con el público, arrasó con todos los galardones y categorías del Premio Muni a la Excelencia Teatral en 1997. Mejor director, mejor actor, mejor actriz, mejor escenografía, mejor luminotecnia y mejor música original.
Esta es de las favoritas de Solo y una meta que tiene es montarla cada década. En la última presentación en 2017 participaron Mónica Sarmientos, Daphnne Aldana, Jorge Hernández Vielman y Julio Daniel de León. La obra también fue bien recibida.
En su vida fuera de las tablas
En 1993 se casó con la licenciada y Maestra de Danza Ana Luz Castillo Barrios y tienen un hijo llamado Rodrigo García Castillo (1994). Se separan de muto acuerdo cinco años después Y guardan hasta la fecha una relación armoniosa y de mucho cariño. Rodrigo siguió la vena artística de sus padres y es actor y bailarín graduado de la Escuela de Arte Dramático (ESAD) de Sevilla, España. “Él es mi héroe y mi inspiración, me enseña muchas cosas, lo mejor que pude hacer en mi vida fue ser padre”, expresa Solo.
En marzo de este año el papá de Solo falleció a los 94 años. Este ha sido un golpe duro y de ahí se desprende un monólogo y una comedia negra que escribe actualmente en la que expone parte de la situación lamentable de cómo son los entierros durante la época de pandemia.
En su trayectoria
- 1985 Nominación Opus 1985, iluminación de la obra Maribel y la extraña familia.
- 1986 Nominación Opus 1986, actor de reparto de la obra Los chicos de la banda.
- 1988 Nominación Opus 1988, escenografía de la obra Las manos de Dios.
- 1991 Reconocimiento Grupo Diez, Regidor Honoris Causa del grupo y reconocimiento a la trayectoria y aporte al movimiento teatral.
- 1995 Premios Muni a la Excelencia Teatral en la escenografía de Viva ubico.
- 1996 Premios Muni a la Excelencia Teatral, premio escenografía y nominación como mejor dirección de Sacra conversación.
- 1996 Premios Arcoíris Maya como mejor director.
- 1997 Premios Muni a la Excelencia Teatral en dirección y escenografía de El Cuarto de Verónica.
- 1998 Premios Muni a la Excelencia Teatral escenografía La cena de los tontos.
- 2000 y 2002 Premios Arcoíris Maya como mejor director teatral.
- 2001 Medalla Dante Alighieri como mejor director teatral.
- 2011 Ingreso a Galería Gente de Teatro Universidad Popular.
- 2019 Reconocimiento Valor, logro y mérito de Guatevisión.