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¿Vivir de los juegos de video? Estos gamers guatemaltecos demuestran que sí es posible

Los jugadores y creadores de mundos fantásticos, retos y apasionantes escenarios son dos grandes universos que se unen en los videojuegos. Guatemaltecos se profesionalizan en estas ramas y comparten cómo es vivir de ello.

Guatemaltecos que viven por la pasión de jugar videojuegos.  (Fotos Prensa Libre: cortesía)

Guatemaltecos que viven por la pasión de jugar videojuegos. (Fotos Prensa Libre: cortesía)

Vladimir Orellana, especialista en juegos de mesa, pero también con experiencia en videojuegos, invita a que todos los que se involucren en esta industria busquen alcanzar un equilibrio en su vida. “A mí me tocó vivir desde el estigma que era malo ir a las maquinitas y que me regañaran por eso, hasta el momento que llevé una refrigeradora a casa, gracias a los videojuegos”, relata.

Es importante aclarar que jugar se puede tomar desde el entretenimiento hasta como una carrera o profesión. Si es lo primero, debe ser como cualquier actividad adicional. No siempre esto se va a convertir en una profesión. Es una de las muchas cosas que se pueden hacer y debe tomarse con medida. “Si se quiere construir una carrera es importante invertir tiempo y disciplina.

Es como quien quiere convertirse en karateca, va a sus entrenamientos a diario, nadie lo molesta y se le apoya para los campeonatos. Los padres tienen que saber que esto es lo mismo”. Por ello, invita a que quien desee dedicarse a eSports busque una carrera adicional como si estuviera en otro deporte y así contar con más herramientas en la vida.

“Ser un atleta de eSport tiene una vida limitada, no es para siempre”, dice Orellana. En Estados Unidos, los jóvenes jugadores de deportes electrónicos que cuentan con un buen expediente académico también pueden, como sus compañeros de fútbol, baloncesto, tenis o golf, optar a una beca. Hay más de 100 instituciones con un programa de eSports. En Guatemala la Universidad Galileo ha celebrado torneos y a los ganadores se les ha dado un porcentaje de beca.

En las competencias mundiales algunos torneos llegan a pagar hasta US$1 millón, como en el Dota 2, o US$2 millones, en League of Legends. Según la región, los jugadores que firman contrato con equipos profesionales de eSports tienen un salario que va de los US$200 a US$300, o más.

Generación que destaca

Los videojuegos son una industria que ha ganado cada vez más protagonismo y algunos de los títulos que destacan en Guatemala son Call of Duty, PlayerUnknown’s Battlegrounds, FreeFire, entre otros. La popularidad de estos continúa en crecimiento gracias a la influencia de las redes sociales, al punto de existir conferencias y eventos masivos sobre los mismos, así como competencias de eSports.

Es posible jugar en una consola conectada al televisor o puede hacerlo desde su celular.  Según el estudio TGI que se efectúa a nivel global por Kantar IBOPE Media sobre los usuarios de internet y los juegos, el 24 por ciento de los internautas guatemaltecos poseen videojuegos. De este porcentaje, el 66 por ciento tiene consolas que se pueden conectar al televisor. Por lo tanto, la industria de videojuegos tiene una gran presencia en el país.

Pero quienes quieren pasar de un momento de entretenimiento requieren de una pasión que va más allá de divertirse. Mario Samayoa, Javier Cruz, Julianna Suchini y Billy Estrada destacan como jugadores profesionales y comparten su experiencia y cómo esa actividad se ha convertido en un trabajo que requiere de esfuerzo y dedicación.

Bicampeona de Valorant

Junto al equipo de @FIRePOWER. Julianna Suchini, con nacionalidad guatemalteca y brasileña, @jusuchini7, apenas cree que en un poco más de un año se convirtiera en jugadora profesional y que esté en el camino a competir para ganar el torneo regional, un paso más para pasar al mundial. A sus 19 años su sueño es estar en los mundiales junto a su equipo, en el cual también compiten con colegas de México, Colombia y Costa Rica. A diario entrenan sus estrategias y movimientos.

“Al principio veía jugar como un pasatiempo”, dice con seguridad, pero en una de sus experiencias jugando de manera normal, otras jugadoras profesionales la vieron y descubrieron sus habilidades, así que la invitaron a participar en el equipo de Worst Generation y una semana después ya estaba empezando a generar entradas por competir y desde ahí se ha ido preparando.

Su personalidad la describe como competitiva y eso le ha hecho estar antes también en equipos de Tae Kwon Do y futbol, así que ve las similitudes de las exigencias de los eSports que requieren de disciplina y entrenos constantes.
“Siento que no solo Guatemala, sino también América Latina, no ve a las mujeres como protagonistas en videojuegos en el ámbito profesional”, expresa.

(Foto Prensa Libre: cortesía)

El salto profesional

Sobre cómo dar ese salto entre un pasatiempo a una carrera profesional, Billy Estrada, @0ng0wa, refiere que él dejó casi cuatro años de jugar para dedicarse a la universidad, pero en el 2020 y debido a la pandemia retomó su pasión, al punto de que siendo jugador de Counter–Strike: Global Offensive (CS:GO) ganó junto a su equipo un campeonato en línea en Latinoamérica.

Después llegó el nuevo juego de Valorant y por ser una novedad también era una oportunidad de crecimiento en su curva de aprendizaje y empezó a jugar torneos. Jugó con un equipo mexicano y obtuvieron el segundo lugar de América Latina.

En este mismo juego llegó a ser director deportivo del equipo Lazerkan, lo cual le exigía sensibilidad de entender las necesidades de jugadores en todas sus etapas. También tuvo el puesto de coach y llegaron a ser cuatro veces campeones de la Valorant Versus en Latinoamérica Norte, el torneo más importante de la región para este juego. En tres meses la organización llegó a ganar cerca de US$30 mil (más de Q230 mil).  Estrada también dirigió un equipo en Chile llamado Movistar Optix.

(Foto Prensa Libre: cortesía)

Viajes, descansos y equilibrio

En el caso de Mario Alberto Samayoa Díaz, @MalbsMd, su experiencia en Counter–Strike: Global Offensive (CS:GO) le ha dado oportunidad de jugar campeonatos por el mundo. Ha estado en Estados Unidos, Noruega, Rumania, Portugal, Polonia, Brasil y Alemania.

Este año pasó una temporada en el equipo 00Nation, que tiene su sede en Noruega, y también destacó en el equipo Team One, en Brasil. Otro de sus grandes logros fue en el 2016, cuando se hicieron unas clasificaciones para este juego. Una de sus jugadas es una de las más conocidas y a partir de ahí decidió jugar en el campo profesional.

De forma paralela seguía sus estudios, respetaba horarios y tareas, pero siempre con el deseo de ser jugador.
Samayoa explica que es un trabajo de gran esfuerzo. Se establecen rutinas, entrenamientos de 12 horas con solo una de descanso, y luego debe continuar para llegar a alcanzar los niveles que se requieren.

Al estar en los torneos trata de disfrutar las horas de la cena y uno de los momentos especiales es comunicarse con su familia por videollamadas.

(Foto Prensa Libre: cortesía)

Profesionalización

Los conocedores explican que las horas de sueño son necesarias para tener un buen desempeño. Además de otras prácticas de bienestar, los equipos grandes incluyen fisioterapeutas, entrenadores deportivos, psicólogos deportivos, incluso becas para estudiar. “Se presentan estas opciones que buscan elevar todavía más el nivel de esta profesión”, dice Javier Cruz, @rainmaker_fps, quien fue entrevistado desde México, donde se encontraba jugando para un torneo con su equipo Infinity, con el juego Valorant.

Cruz manifiesta que la mayoría de veces se juega desde casa, pero en eventos más importantes se lleva a los jugadores a espacios donde tengan mejores condiciones.

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Uno de sus grandes sueños es que los videojuegos se desarrollen más y en un futuro más personas no solo jueguen, sino que además se reúnan en estadios para ver este mundo que se desarrolla, como se hace con otros deportes.

(Foto Prensa Libre: cortesía)

 

Mentes maestras

Vladimir Orellana es también un profesional que han participado en la creación de videojuegos. En la actualidad es director de relaciones públicas para Alderac Entertainment Group, que se dedica a hacer mercadeo de juegos de mesa. Fundó una empresa que se dedicaba a la creación y promoción de juegos electrónicos.

En 2019 también fue parte de los organizadores de la primera edición del Empire Play. Más de 600 jugadores nacionales y extranjeros compitieron en esa ocasión en juegos como Mario Kart, Yu Gi Oh, Fifa, entre otros. Debido a la pandemia, este proyecto se detuvo.

Orellana comenta que se observa la presencia de guatemaltecos en la industria en empresas como Microsoft, Sony, Marvel y otras dedicadas al tema. En la actualidad hay microestudios y más proyectos de desarrollo.
Guatemala también ha tomado parte por varios años en el Global Game Jam, este evento reune a cerca de 45 mil participantes en 113 países para crear videojuegos novedosos y experimentales.

Un paso siempre adelante

Uno de los espacios más importantes en este rubro es profesionalizarse por medio de cursos, talleres y, por qué no, en la Universidad. Por ahora, a nivel licenciatura se cuenta con la opción de la Universidad InterNaciones, que tiene una Escuela Superior de Arte Digital.

Su fundador y director es el francés Guillaume Lebourg, con especialización en dirección de proyectos animados y 12 años de promover la formación universitaria de esta carrera en el país.  Lebourg llegó al país hace 14 años para trabajar el arte digital en Guatemala en Studio-C.

“En ese momento me di cuenta de que mis colegas conocían el mundo de este arte, pero de manera empírica, a través de los pocos manuales que se encontraban y programas. Me surgió la idea de crear un espacio para la enseñanza. En la zona 9 empezamos con cursos libres que evolucionaron a un diplomado, después a un instituto, hasta que se hizo alianza con la universidad y la carrera se convirtió en una licenciatura en Animación 3D. En el 2016 se creó la de Diseño de videojuegos”, recuerda.

Crear videojuegos se ha expandido y hoy también es una carrera universitaria en Guatemala. (Foto Prensa Libre: Universidad InterNaciones)

Esta licenciatura busca orientar en la creación de diseños, aplicaciones interactivas como juegos y aplicaciones móviles, experiencias interactivas y programación, entre otras habilidades.

Hasta el momento han tenido 350 estudiantes y se han graduado 45 de ambas carreras.

Agrega que en el futuro ven una fusión entre el mundo de la animación, el cine y gráficos de videojuegos. Estos últimos toman las herramientas del séptimo arte, además de que en cine y animación se usan motores de videojuegos para realizar animaciones.

“Esta es una gran tendencia que vemos y también influirá el metaverso, la realidad aumentada y aplicaciones móviles. Sin duda, las experiencias inmersivas serán una constante”, agrega Lebourg.

Denis Pineda es un joven que ha avanzado en el desarrollo de videojuegos y participado en proyectos. Está a un año de graduarse. (Foto Prensa Libre: cortesía)

Al preguntarle qué piensa de quienes aprenden de forma empírica, expresa que es una elección. La diferencia es que la escuela da algunos aspectos más complicados que los que se reciben de manera individual. Además, en clase los estudiantes se vuelven colegas se contratan entre ellos para ciertos tipos de trabajo y se crea un comunidad. A su vez, los profesores dan herramientas que no son posibles de conseguir afuera y se cuenta con un estudio de producción donde se contrata estudiantes y les abre las puertas al mundo laboral.

“Algunos estudiantes empíricos podrían llegar a destacar aún más que los demás, eso no es tabú. Lo único es que en la escuela ofrece estas herramientas”, refiere.

Joel Leppe se graduó de animador y realizador 3D en la Universidad InterNaciones en el 2020. Al estudiar buscaba tener las bases y conocimiento de cómo funciona la industria. “Es importante que luego de este paso se piense a futuro en tomar un papel especializado. Aunque esta carrera lo prepara a uno como generalista, es necesario crear habilidades en un campo específico para convertirse en el mejor en una de esas ramas, ya sea animador, diseñador de personajes, artista de conceptos y otros, así como preparar el portafolio correcto para desempeñarse con la experiencia adecuada”, recomienda.

En la actualidad, Leppe trabaja para un estudio en Nueva York como artista de personajes para el juego Space Misfits.

Desarrolladores Indies*

Los videojuegos no son fáciles de crear y generalmente se requieren grandes grupos para producir uno. Sin embargo, algunas personas se atreven a emprender solas esta aventura.

Rodrigo (Alekhold) y Liam (GamesByLUM) son dos desarrolladores de videojuegos independientes entre cientos que utilizan su tiempo libre e invierten gran parte de sus ingresos para producir y desarrollar videojuegos y que dependen no solo del esfuerzo y la pasión, sino también del mercadeo, ingresos y, a veces, pura suerte.

Es ampliamente conocido en la comunidad de videojuegos lo difícil que es desarrollar un juego por su propia cuenta. Una sola persona necesita saber cómo programar, cómo dibujar o hacer assets, saber cómo realizar música y sonidos o dónde conseguirlos, así como promocionarse, entre otros aspectos. Si bien hay muchos juegos independientes que por lo general se crean en períodos muy cortos, varios desarrolladores sienten una presión invisible cuando se embarcan en este duro pero gratificante viaje.

No importa la duración o la complejidad de un juego, cada desarrollador merece reconocimiento por su originalidad, creatividad y esfuerzo. Rodrigo y Liam cuentan sobre sus viajes a medida que desarrollan o han desarrollado diferentes juegos por su cuenta, sus inspiraciones, cómo lo hicieron, los pros y los contras y muchos otros reto.

En proceso

Aquí se encuentran las dos caras de la moneda de la comunidad de videojuegos independientes. Por un lado está Rodrigo (Alekhold), un estudiante universitario de Guatemala que está en proceso de desarrollar su primer juego.
“Mi objetivo con este juego es demostrarme a mí mismo y poder incluirlo en mi currículo de que sí puedo desarrollar un videojuego y enseñar cuáles han sido los resultados de lo que he trabajado”, refiere.

El proyecto que desarrolla es un juego en 2D en el que el jugador abre un restaurante en donde venden una variedad de productos (tés, pasteles y otros alimentos). Para obtener materiales, el jugador también debe aventurarse en el bosque para recolectar ingredientes y al regresar de la aventura cocinará una variedad de platillos que venderá para obtener dinero. Los ingresos que gana están destinados a mejorar el restaurante y desbloquear nuevos platos.

Por otro lado está Liam, que trabaja bajo el seudónimo LUM (o Games By Lum) para la publicación de sus juegos. Ha trabajado de forma autónoma durante unos seis años y reside en Ontario, Canadá.

“Principalmente hago juegos de terror, ya que el género de terror ha sido una gran inspiración para mí. Soy más conocido por hacer The Devil Haunts Me y Search Party, que están disponibles para PC en Steam. También trabajo para Puppet Combo, otro desarrollador independiente. Hice los puertos de consola para sus juegos Murder House y Nun Massacre”, explica.

Liam ha desarrollado varios juegos, en total hay cinco disponibles en su Itch.io. El más reciente se llama Search Party y, según la descripción, es “un juego de terror y supervivencia, inspirado en la jugabilidad del gato y el ratón de Clock Tower y la gestión de recursos del clásico Resident Evil”.

Estos dos desarrolladores comparten el mismo camino y varias cualidades, ambos trabajan de forma independiente para desarrollar más juegos en el futuro o utilizan sus creaciones para conocer nuevas formas de producir videojuegos y qué aspectos deben reforzar al emprender otro proyecto. También comparten su amor e inspiración.

GameDevGT es una comunidad de desarrolladores de juegos de Guatemala. Entre sus objetivos está el crear alianzas y otros proyectos de crecimiento para los involucrados. (Foto Prensa Libre: GameDevGT)

Pros y contras

Hay muchas ventajas y desventajas al desarrollar juegos de manera independiente. Una de las mayores ventajas de crear videojuegos es poder tomarse la libertad creativa en el proyecto. “Creo que será diferente para cada desarrollador independiente, pero, para mí, la mayor ventaja es que hago los juegos que quiero hacer. Cada juego se siente como una expresión honesta de mí mismo, ya sea que tenga la intención o no”, comenta Liam.

Otra ventaja es que los desarrolladores pueden involucrar a otras personas en el proyecto. Rodrigo comenzó a desarrollar el juego por sí mismo, pero a medida que avanzaba involucró a amigos cercanos y a varios compañeros universitarios que lo ayudaron a crear arte y música. Además es parte de una comunidad de desarrolladores independientes guatemaltecos conocida como GameDevGT.

Pero también hay muchas desventajas cuando se trata de desarrollar por cuenta propia. Una de ellas es manejar varias tareas a la vez. Y aunque a muchos desarrolladores les encanta poder hacer todas las cosas, puede ser abrumador. Otros aspectos que se mencionan son el financiamiento y los derechos de autor.

*Por Isabella Cohee/especial para Prensa Libre
Estudiante Universidad del Istmo

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