El crimen ocurrió la noche del 10 de julio del 2013; sin embargo, fue hasta un día después cuando el novio llamó a la familia de la víctima, en San Andrés Villa Seca, Retalhuleu, para pedirle auxilio porque algo le había sucedido a la joven.
Según el informe de la necropsia, la causa de muerte de Argueta Solís fue asfixia por sofocación, pero se reveló que, además, tenía siete golpes que recibió antes de morir, sobre todo en el rostro, brazos y torso.
La víctima tenía 0.5 grados de alcohol en su cuerpo, lo cual le causaba falta de coordinación. Ese día se reunió con compañeros de estudio para hacer una tarea, pero nunca regresó a sus clases por la tarde.
Ligia Sandoval, jueza vocal del Tribunal, dijo que durante el debate no se contó con un testigo directo que sindicara a Chávez Yac; sin embargo, las pruebas presentadas y los testimonios recibidos hicieron que en conjunto se determinara la culpabilidad del procesado.
Sandoval resaltó que se comprobó que Chávez Yac sintió celos por los estudios de su novia, a quien le reclamaba en distintas ocasiones por no darle el tiempo suficiente a la relación que sostenían, porque para ella su prioridad era la carrera universitaria.
Alina Hernández, defensora del sentenciado, dijo que no descarta apelar, ya que no hubo ninguna prueba que implicara a su patrocinado en el crimen.