Revista D

La presión del bisturí

Pros y contras de las cirugías plásticas en Guatemala.

La baja autoestima es una las razones que se oculta detrás de una cirugía plástica. (Foto Prensa Libre: ARCHIVO)

La baja autoestima es una las razones que se oculta detrás de una cirugía plástica. (Foto Prensa Libre: ARCHIVO)

A pesar de la crisis económica mundial, la demanda de las cirugías estéticas es arrolladora y cada vez más se suman a esta tendencia  los hombres. Pero, ¿por qué se desea tanto cambiar el envoltorio original hasta el punto de, en algunos casos, perder la identidad?, ¿qué riesgos conlleva someterse a estos procedimientos?

Los cirujanos plásticos Estuardo Rodríguez Cabrera y Roberto Bolaños Spínola, el asesor de imagen Óscar Flores y el psicólogo Carlos Carrera opinan sobre estas y otras interrogantes.

 Culto al cuerpo

La periodista Cristina Raffalli, en su libro ¿Debo operarme?, asegura que el actual concepto de  belleza tiene  cuatro valores fundamentales: sexual, porque lo bello produce placer; social, porque permite ascenso y mejores oportunidades; intelectual, pues lo bello es razonado; y, por último, económico, ya que se supone que se ha dispuesto de los recursos materiales para alcanzarla. ¿Es esto verdad?

 Los cuatro expertos, palabras más, palabras menos, coinciden en que Raffalli basó esta teoría bajo  los preceptos del  culto al cuerpo que imponen tanto la industria cinematográfica como el de  la moda y que han permeado en el mundo.

Ellos indican los  cánones de belleza y los simples mortales no nos oponemos. No estoy en contra de una intervención de este tipo, siempre  y cuando sea la última alternativa y, sobre todo, absolutamente necesaria”, expone Flores.

Para el psicólogo Carrera, las operaciones estéticas pueden tener beneficios para aquellas personas que, presentando un adecuado equilibrio emocional, quieren cambiar algún aspecto de su físico con el que se sienten incómodas, pero a veces esconden complejos y trastornos psicológicos que deben ser descubiertos y tratados.

La baja autoestima es otra de las razones que se ocultan detrás de una cirugía plástica. “Una autoestima que se base o dependa de factores externos de forma exclusiva no es una  sana desde el punto de vista psicológico y debe ser revisada antes de someterse a cualquier cambio estético por la poca estabilidad de este aspecto de la psique“, añade.

  Otros lo hacen porque quieren  recuperar una relación amorosa, sentirse más seguros  o conseguir un mejor trabajo. Sin  embargo, son falsas ilusiones. Los  resultados de la cirugía pueden traer  problemas psicológicos y efectos poco satisfactorios. La cirugía no es la opción para quien quiere llenar vacíos emocionales”, explica Carrera.

  Sueños incumplidos

Son muchos los casos en los que los frutos no son los esperados, el más reciente, y sonado en las últimas semanas, es el de la actriz estadounidense Renée Zellweger, quien tras pasar  un tiempo fuera de cámaras apareció en la gala de la revista Elle  Woman y sorprendió a todos con su cambio, el cual fue calificado de fatal.

Luego del asombro que significó esta presentación se vio en la obligación de ofrecer explicaciones a la Prensa y emitió un comunicado a la revista People.

“¡Me río de la gente que piensa que me veo diferente!”, comienza Zellweger su comunicado, dejando en claro que nada de lo que se dijo sobre su apariencia le afectó en lo más mínimo. “Estoy viviendo una vida feliz y diferente, más plena, y estoy encantada de que tal vez se note”, redactó la actriz.

Zellweger, quien diera vida a la inolvidable  Bridget Jones, en la saga del mismo nombre, aseguró que no pasó por el bisturí, pero son varios los expertos que la contradicen y afirman que su nuevo rostro se debe no solo a una operación,  sino a varias.

Los cirujanos Rodríguez y Bolaños están en desacuerdo con que los cambios estéticos sean radicales. “Se trata de armonizar. No es correcto hacer que una  persona pierda su identidad”, coinciden.

“La presión constante por no perder la juventud, esa cultura que impone  un estándar físico que es irreal, donde el cuerpo se tiene que ver como el de una niña de 18 años y la cara como la de una de  8, es una locura. No se debe ni se pueden hacer milagros”, recalca Bolaños.

Ambos médicos, empero, aseguran que en la actualidad por mucho que se hable de que  la única belleza verdadera es la interior,  es un hecho que la mayoría de la gente está inconforme con   ciertos aspectos de su cuerpo o rostro, así que para resolver estos problemas existen los cirujanos plásticos. “Nosotros  ofrecemos  servicios profesionales para modificar, mas no cambiar esos detalles”, resalta.

“La ética del médico juega un papel importantísimo en estas intervenciones, porque un profesional que se precie debe saber decir no cuando el paciente tiene en mente una metamorfosis y no un retoque”, comparte Rodríguez.

Las más usuales

Las operaciones estéticas más comunes que se practican en los quirófanos guatemaltecos, de acuerdo con  los cirujanos Rodríguez y Bolaños, varían según el  género, es decir, hombres o mujeres.

Los primeros optan  por implantes en el cuero cabelludo, pectorales y de pantorrilla. Ellas, en cambio, prefieren eliminar grasa de los párpados, modificar el aspecto de su nariz y aumentar o reducir sus senos.

Recomendaciones

Unos a favor y otros en contra, lo cierto es que la cirugía plástica entró en la vida  de los mortales. Por eso, si usted está pensando en someterse a  una intervención de este tipo tome en cuenta lo que estos expertos aconsejan.

“Resulta vital tomar las precauciones necesarias. Por ejemplo, investigar que la clínica elegida sea legal y cuente con cirujanos certificados por la  Asociación de Cirugía Plástica de Guatemala (ACPG)  (www.cirujanosplasticosdeguatemala.com), en el mercado hay muchos charlatanes, reconoce Rodríguez.

“No caiga en la tentación de buscar costos demasiado económicos y con esto entregar su vida a manos de médicos de dudosa capacidad”, refiere Flores.

“Exigir un material homologado y de calidad, por eso es importante que se documente antes de cualquier operación”, manifiesta Flores.

“La primera cita es un paso esencial, porque el  paciente tiene que conocer todo el proceso, recibir información y consejo  adecuados. Pero también es necesario que este responda con sinceridad a todo lo que pregunte el cirujano”, comparte Bolaños.

Estar segura o seguro del proceso que quiere practicar“, dice Flores.

“Una evaluación psicológica es también recomendable para descartar razones más allá de lo estético. La cirugía plástica tiene el potencial para convertirse en una adicción“, manifiesta Carrera.

“Aunque es raro, la posibilidad de la muerte no se puede descartar durante la cirugía plástica. Todos estos proceso quirúrgicos utilizan productos  y equipos que tienen que ser adecuados para cada persona y completamente esterilizados, por eso no se deje engañar por los charlatanes”, expone Rodríguez.

El sangrado excesivo, ataque al corazón o incluso un descenso en la presión arterial, mientras que la cirugía está pasando, son algunas de las complicaciones que se pueden presentar”, enumera Bolaños.

 “No son recomendadas las operaciones estéticas en menores de edad como en personas de la tercera edad“, indican los cirujanos.

“Psicológicamente preguntarse no solo el porqué, sino el para qué, y prepararse para la decisión tomada”, recomienda Carrera.

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