Revista D

Historia de Guatemala: Destierro de Simón Bergaño y Villegas en 1808

Poeta, periodista y precursor de la Independencia. Sus ideas y escritos lo llevaron a ser expulsado de Guatemala en 1808.

Destierro de Simón Bergaño y Villegas

Simón Bergaño y Villegas fue una mente crítica. Foto: Hemeroteca PL

Díscolo, revoltoso, agitador de ideas perniciosas y sedicioso eran las acusaciones que enfrentó el poeta y periodista Simón Bergaño y Villegas en 1808, cuando se desempeñaba como editor y redactor de la Gazeta de Guatemala, en cuyas páginas compartió ideas sobre economía, educación, literatura y política, en las cuales cuestionaba aspectos de la administración colonial.

Por muchos años se afirmó que había nacido en Escuintla, en 1782; sin embargo, investigaciones de José Joaquín Pardo logran ubicar su nacimiento en España, en el área de Santander. Su nombre real era Simón Carreño, y bajo ese nombre llegó a Guatemala en diciembre de 1799, procedente de Veracruz.

 Lesión marcó su vida

Se estableció en el país, en Escuintla. Sufrió una caída de un árbol que le causó fractura en la cadera. Tuvo una complicada convalecencia y quedó con discapacidad permanente. Mantuvo una buena relación con Alejandro Ramírez, secretario del gobierno y quien también se desempeñó como director de la Gaceta de Guatemala. Simón Bergaño entra a trabajar como archivero en la secretaría de la Presidencia, hacia 1802: “He pensado que se debe confiar a una mano activa, diestra y versada en semejantes operaciones… y concurriendo estas y otras buenas circunstancias en Simón Bergaño y Villegas lo hago presente a V.S. por si mereciese su superior aprobación”, expuso Ramírez para su contratación.

Expulsión de Guatemala

En esa misma época empezó a escribir en la Gazeta, según algunos rastros estilísticos y contenidos críticos detectados en los textos. Al convertirse en editor aumentó su cuestionamiento hacia ciertas acciones de autoridades civiles y eclesiásticas. A decir de la historiadora Catherine Poupeney-Hart, hubo expresiones sobre al malestar generado por Bergaño y sus críticas.

El 24 de octubre de 1808, a la medianoche, es capturado Simón Bergaño y Villegas por el alguacil mayor, por sospechas sobre su fidelidad a las autoridades reales así como por su posible vinculación con un motín de artesanos ocurrido en el barrio San Sebastián. Entre las pruebas en su contra se incluyeron notas manuscritas de Bergaño en páginas de libros. En una de ellas expresaba: “España ha sido y siempre la mayor mas preocupada, porque con capa de piedad imperan en ellas ciertos tribunales… para recoger y sepultar obras excelentes”. Además comparaba a la monarquía española desfavorablemente con la francesa: “El gobierno francés aunque monarquico hasta el año de 1789 facilitaba a los escritores cuánta libertad se quería. Voltaire, Rosseaut, Dorat, Mercier, Montesquiu y otros cuyas obras están prohibidas en España escribieron en tiempo de los reyes”.

El alcalde mayor Antonio Juarros, en octubre de 1808, admitía que el destierro de Bergaño pudo haber estado vinculado con las “especies que vertió contra mí”. No era el único adversario, pues también tuvo difíciles relaciones con otros oficiales reales, sobre todo con Miguel Talavera. El arzobispo Luis Peñalver y Cárdenas lo describía como un “joven de origen desconocido, pero lleno de amor propio, y no de buenos pensamientos”.

Destierro de Simón Bergaño y Villegas
Foto: Hemeroteca PL
Destierro de Simón Bergaño y Villegas
Foto Hemeroteca PL

Sus bienes fueron confiscados y su biblioteca fue vendida en 200 pesos. Fue remitido a España a finales de 1808. Estuvo varado cinco meses en Omoa por falta de barcos y llegó a La Habana en mayo de 1809. Estuvo preso dos años en España. Cuado salió se movió a La Habana, donde entre 1811 y 1814 fundó y dirigió varios periódicos. Murió en 1829.

Destierro de Simón Bergaño y Villegas
Foto: Hemeroteca PL

MENTE CRÍTICA

“Este reino, este imperio, acaso el más rico en producciones naturales, el más fértil del continente americano…. es también el más pobre de la América española; preposición que parece una paradoja, pero que es una verda tan clara como la luz del mediodía. ¿Por qué pues no se trata de hacerle prosperar? ¿Por qué no prospera? Porque el mal entendido egoísmo de muchos particulares prustra, por decirlo así”.

La vacuna y silva de Economía Política dedicada a los jóvenes (1808), de Simón Bergaño y Villegas.

 Con información de Prólogo de Poemas de Simón Bergaño, Colección Guatemala, en Internet Archive/AHFEC.org/Real Academia de Historia de España/Historia General de Guatemala

 

 

 

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