Revista D

Historia de Guatemala: Terremoto asuela al país

Devastador sismo de 35 segundos de duración y 7.5 grados de intensidad dejó 22 mil muertos y cientos de miles de damnificados.

Historia de Guatemala Terremoto asuela al país

El 5 de febrero circuló una edición especial de Prensa Libre con fotografías y detalles del desastre. Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL

Fueron 35 segundos que transformaron la fisonomía de pueblos y ciudades, que destruyeron edificios centenarios y tornaron viviendas en escombros. Una tragedia que nadie imaginaba y que parecía increíble al despuntar el alba de aquel 4 de febrero de 1976.

Unas 22 mil personas perdieron la vida, 76 mil quedaron heridas y más de un millón resultaron damnificadas en varios departamentos del país.

Eran las 3 de la mañana con un minuto y 43 segundos cuando la tierra empezó a trepidar. La fase de destrucción duró solo 35 segundos, pero tenía la energía equivalente a la explosión de 2 mil toneladas de dinamita.

Las placas

El epicentro del sismo fue localizado cerca de Los Amates, Izabal, sobre la falla del Motagua.

Las áreas más afectadas abarcaban más de 20 mil km2. Hubo carreteras que quedaron bloqueadas por derrumbes, líneas férreas totalmente inservibles y también puentes derrumbados. Chimaltenango fue el departamento con mayor número de víctimas mortales, cerca de 12 mil, lo cual obligó a recurrir a fosas comunes para darles sepultura. Varios monumentos históricos registraron daños notables, entre ellos, templos católicos coloniales.

Miles de personas levantaron campamentos en calles y parques, ante la pérdida de sus viviendas o el temor de regresar a sus casas, severamente dañadas. El gobierno presidido por el general Kjell Eugenio Laugerud García emprendió una operación de descombrado, rescate y atención humanitaria a los afectados.

Países amigos donaron víveres, maquinaria y dinero para contribuir con la reconstrucción del país. Las cicatrices del movimiento telúrico tardaron más de una década.

Eran las 3 de la mañana con un minuto y 43 segundos cuando la tierra empezó a trepidar
Pueblos enteros, puentes y carreteras quedaron
derruidos en segundos.
Foto Prensa Libre: Hmeroteca PL

El fenómeno desató una fuerte ola de migración desde la provincia a la capital y agravó el problema de la vivienda. Algunos barrancos comenzaron a convertirse en asentamientos precarios.

A pesar de las irregularidades en el servicio de electricidad y del fuerte impacto del sismo, Prensa Libre publicó su edición impresa el 5 de febrero, con información sobre los principales daños.

Con información de Hemeroteca PL

4 de febrero de 1976

SERIE HISTÓRICA (88)

 

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