El cambio fue una decisión de los arquitectos de la Corona. Luis Díez de Navarro lo empezó y luego lo modificó Marcos Ibáñez, quien trabajó en Guatemala de 1777 a 1784, año en que volvió a su natal España, pero murió durante el viaje, en Xalapa, México.
Antes de su llegada, algunas obras ya se habían empezado a levantar en atención a la propuesta original, es por ello que cerca del actual parque Colón funcionó el primer palacio arzobispal y enfrente, se erigió el templo Santa Rosa, que de manera provisional funcionó como catedral hasta 1815.
Al oficializarse la nueva ubicación, a la primera se le comenzó a llamar la plaza vieja, en la que se llevaban a cabo ejercicios militares y actividades religiosas. Conservó ese nombre hasta que en el lugar se construyó un teatro.
Nuevo uso
Un teatro se comenzó a construir en 1852 en la plaza vieja y se inauguró en 1859. El solar fue embellecido con tres fuentes, algunas estatuas y jardines. Contó además con faroles para la iluminación nocturna.
Cerca había residencias de familias prominentes y algunos comerciales, como el hotel España, en la esquina de la actual 11 avenida y 8ª. calle. Fue uno de los primeros en contar con alumbrado valiéndose de gasolina.
En el perímetro de la manzana destacó una banca y una verja de hierro. De sus cinco accesos, tres eran para peatones y dos para carruajes. El lugar se convirtió en un importante punto para la actividad artística, pues compañías escénicas locales y extranjeras se presentaron.
Llevó el nombre del presidente Rafael Carrera, pero después de la Revolución Liberal de 1871 se rebautizó como Teatro Nacional.
Homenaje
En 1892, en conmemoración del cuarto centenario del descubrimiento de América, cambió una vez más de nombre a Teatro Colón y se colocó cerca una estatua de Cristóbal Colón.
Ahí, en 1911, se estrenó el himno nacional. El sitio continuó siendo un eje artístico crucial hasta que en diciembre de 1917 una cadena de sismos, que cesó en enero de 1918, dañó la estructura y dejó de utilizarse. Se ordenó su demolición en 1923 y de manera improvisada comenzó a funcionar un mercado que posteriormente fue reubicado a pocas cuadras. Hoy es el mercado Colón.
Parque
Durante la gestión de Juan José Arévalo Bermejo se inauguró en el predio, en 1948, el parque infantil Colón. Abrió con resbaladeros, columpios y subibajas, así como una biblioteca.
Funcionó como tal hasta que los damnificados del terremoto de 1976 habitaron el solar e improvisaron moradas con champas o tiendas de campaña. Su presencia destruyó las áreas jardinizadas y algunos de los vendedores del mercado Colón, debido a los daños a la estructura, reubicaron sus ventas sobre las banquetas del parque. En 1978 fueron desalojados. En la década de 1980 el espacio fue recuperado como uno verde.
Ahora hay estaciones de buses. El parque es un punto con alta afluencia de usuarios de diferentes rutas.
Nombres
Al lugar se le ha conocido de diferentes maneras: Plaza Vieja (1776), Parque Colón (1892), y Parque Infantil Colón (1948). La extensión del área es de 116 metros de largo por 90 de ancho. Tiene 10 mil 440 metros cuadrados.
Orgullo
Durante el régimen de Carrera, señala Gisela Gellert, en Ciudad de Guatemala. Factores determinantes en su desarrollo urbano (1775 hasta la actualidad), “se construyó para distracción cultural de la población acomodada el primer gran teatro de la ciudad, el cual fue inaugurado en 1859”. Ese espacio, el teatro Carrera, “se levantó en el área de la plaza vieja, fortaleciendo en las siguientes décadas el desarrollo urbano en esa dirección, con viviendas representativas, comercio e infraestructura”.
El teatro que existió en el parque es la joya en el pasado del solar. Extranjeros a su paso por el país, a comienzos del siglo XX, anotaron lo impresionante de su construcción. “Toda Guatemala está orgullosa de su Teatro Colón, el Teatro Nacional”, escribió el estadounidense Nevin O. Winter en Guatemala y su gente de hoy, memorias publicadas en 1910.
El compatriota de Winter, Charles M. Pepper, incluyó el inmueble en la lista de los que halló impresionantes. “Los edificios públicos son especialmente notables”, indicó en la guía de viajes Guatemala, ciudad del futuro, en 1906.
En el capítulo Historia del teatro en Guatemala, del libro Memorias de antaño (1896), Antonio Batres Jauregui comentaba que “actualmente se construye un magnífico teatro en Quetzaltenango y otro en la ciudad de Cobán. En la capital, ya es pequeño el Teatro Colón, y necesítase de otro que responda al aumento de pobladores y al de la riqueza pública”.
Fuentes: Las plazas, plazuelas y parques del actual Centro Histórico de la Nueva Guatemala de la Asunción, su origen y desarrollo (siglos XVIII, XIX y XX), de Jorge Adalberto Rodríguez y Revitalización del Parque Infantil Colón, de Stefanie Aguilar.