De 1495 a 1497, Da Vinci trabajó en esta pieza por encargo de su mecenas Ludovico Sforza, duque de Milán, en el Monasterio dominico de Santa María delle Grazie, en dicha ciudad, en un refectorio —comedor— donde solían cenar Sforza y el abad del monasterio. Aunque El Código da Vinci el best seller de Dan Brown le ha dado nuevos significados esotéricos y de ficción al artista y a su obra, los historiadores del arte y críticos prefieren centrarse en los valores estéticos del legado de Leonardo.
Estética
- La obra describe el momento en que Jesús les anunció a los 12 apóstoles que uno de ellos le traicionaría antes del amanecer. El autor retrató, de forma realista, la sorpresa en las caras y en su lenguaje corporal.
- Prevalece el buen manejo del espacio y personajes: Jesús colocado en el centro y las figuras a su alrededor que se alejan o se acercan, crea una tensión que logra el equilibrio y alivia la figura triangular de Jesús”, expone Juan B. Juárez.
- Para B. Juárez, la obra fusiona el conocimiento matemático, la perspectiva y el manejo de la luz. Una muestra de su ingenio se denota en el manejo de la figura humana, el cual responde al ideal clásico de belleza: composición, armonía, gracia, todo resuelto con naturalidad, es parte de la genialidad de esta obra. Esto lo logró con base en cientos y cientos de dibujos”, explica Juan B. Juárez.
- El manejo de la perspectiva y la luz, que parten desde la ventana del fondo, —profundidad de campo— sirvieron más tarde en la fotografía y el cine, un reto complejo, especialmente por las dimensiones del mural”, indica Johann Melchor.
- Dos pintores previos a Da Vinci, con la misma temática, Andrea del Castagno y Doménico Ghirladaio, colocaron a los personajes en diferentes posiciones.
- “Una solución novedosa, entonces, fue colocar a los apóstoles en fila para que todos pudieran apreciarse”, refiere Johann Melchor.
- “La pintura sirvió para estudiar la vida cotidiana de la época, por los utensilios utilizados”, afirma Melchor.
El maestro
La genialidad de Da Vinci, —pintor, escultor, arquitecto, científico e investigador—, lo convirtieron en un hombre adelantado a su época, afirma el doctor en historia del arte Johann Melchor, de manera que “su figura es la que mejor encarna el humanismo en la tercera fase del Renacimiento”, agrega.
“Ningún otro ha generado más debates, discusiones y horas de estudio que el talentoso nacido en Vinci”, cita la página Artwolf.com
Para el crítico de arte, Juan B. Juárez, Da Vinci fue parte de una época en que los artistas eran considerados una especie de semidioses.
“También tuvo rivales, entre estos, Miguel Ángel, con quien compitió tanto en habilidades artísticas como en conocimientos científicos”, comenta.
Para B. Juárez, La última cena es una pintura que trascendió hacia un arraigo en lo popular, a partir de miles de relieves y copias, por lo que es una obra que está presente en los comedores de muchos hogares.
Curiosidades
- La técnica utilizada es óleo sobre una base de yeso seco, factores que han acelerado su rápido deterioro.
- Mide 460 centímetros de alto por 880 centímetros de largo.
- El mural se ha sometido a numerosas restauraciones, debido a la humedad.
- En 1797, las tropas de Napoleón usaron el refectorio donde se encuentra la obra, como establo y las paredes para práctica de tiro.
- Durante la Segunda Guerra Mundial el monasterio fue bombardeado. Lo único que quedó en pie fue el mural de Da Vinci, el cual permaneció expuesto varios años a la intemperie.
- El estado de degradación de la pintura, hace que los turistas que deseen apreciarla reserven con meses de anticipación la visita. Solo se permite el ingreso a grupos de 25 personas con una duración de 15 minutos.